Selección Alina Martínez Triay
Después de las acciones, Fidel y otros compañeros se dirigían a las montañas. De los recuerdos del combatiente Mario Lazo, ya fallecido, reproducimos este pasaje:
Después de Pasar un arroyo, donde tomaron agua, los revolucionarios vieron un bohío dentro del potrero. Fidel mandó a que lo exploraran para lo cual fueron hasta allí cuatro hombres. En la casita no había nadie, pero vieron unas ropas planchadas en un perchero y notaron que el fogón tenía candela.
Entonces llegó una anciana que los saludó con afecto. Al comprobar que no había peligro, los que habían marchado delante avisaron a los demás.
Le dijeron a la señora quiénes eran y Fidel le pidió orientaciones para seguir rumbo a la Gran Piedra. Ella se lamentó por la edad de que no podía servirles de práctico pero dijo que iba a buscar a un nieto que lo haría. Los combatientes mostraron recelo de eso de ir a localizar a otra persona, ella lo comprendió y dijo:
-Yo sé que no tienen confianza en mí, pero yo soy revolucionaria como ustedes—Entró a la pequeña habitación del bohío y regresó con una caja de zapatos muy vieja amarrada con tiras de tela. La caja contenía unos cuantos papeles, ya amarillos por el tiempo. Entre los documentos había uno en que se acreditaba a Chicha como práctico del Ejercito Mambí y estaba firmada por Antonio Maceo.
Fuente: El Moncada: la acción Colección Revolucionaria tomo 2. 1953