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MEMORIAS DE UNA EPOPEYA: El Himno

Selección Alina Martínez Triay

 

Por encomienda de Fidel, semanas antes del asalto Agustín Díaz Cartaya que era aficionado a la música se dio a la tarea de componer una marcha. Se ensayó en el hogar de Hugo Camejo, en Marianao, y después de los sucesos Fidel le pidió que arreglara la letra para que se mencionara el sacrificio de los mártires, la sangre derramada.

 

 

Cartaya hizo las modificaciones en pocos días y antes de que se concluyera el juicio ya los combatientes la tarareaban y cantaban en la cárcel e inicialmente se le dio el nombre de Himno de la Libertad, aunque después fue conocido como Himno del 26 de Julio. Posteriormente el nombre de Oriente fue sustituido por Cuba.

La letra del que se contaba en la cárcel de Boniato y se tarareaba en el juicio era la siguiente:

 

Marchando, vamos hacia un ideal

sabiendo que hemos de triunfar

en aras de paz y prosperidad

lucharemos todos por la Libertad

Adelante cubanos

Que Cuba premiaré nuestro heroísmo

Pues somos soldados

Que vamos a la Patria liberar

Limpiando con fuego

Que arrase con esa plaga infernal

De gobernantes indeseables

Y de tiranos insaciables

Que a Cuba

Han hundido en el Mal.

La sangre que en Oriente se derramó

Nosotros no debemos olvidar

Por eso unidos hemos de estar

Recordando a aquellos que muertos están.

La muerte es victoria y gloria que al fin

La historia por siempre recordará

La antorcha que airosa alumbrando va

Nuestros ideales por la Libertad.

El pueblo de Cuba…

sumido en su dolor se siente herido

y se ha decidido…

hallar sin tregua una solución

que sirve de ejemplo

a esos que no tienen compasión

y arriesgaremos decididos

por esta causa hasta la vida

 ¡que viva la Revolución!

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