Todos los días el doctor Francisco Durán García, director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), en la habitual conferencia de prensa da a conocer el número de pruebas PCR que se hicieron en una jornada de 24 horas para determinar la positividad a la COVID-19.

Las cifras han ido creciendo, dada la incorporación de nuevos laboratorios de biología molecular y aumentarán aún más cuando queden listos los que se construyen y montan en Matanzas y Holguín.
En el día de ayer, por ejemplo, se analizaron 7 mil 939 muestras y el total, desde que comenzó la compleja situación epidemiológica, asciende a 508 mil 224.
He estado pensando en el costo de esas pruebas. Un sitio en Internet consultado explica que ronda los 10 Euros (E), aunque hay países donde multiplican ese valor y la PC llega a costar hasta 100 E.
Una operación aritmética elemental permite apreciar que las realizadas en Cuba, sin costo alguno para las personas, equivalen a 5 millones 082 mil 240 Euros, cantidad nada despreciable si se tiene en cuenta, sobre todo, la crisis económica que vive el mundo.
Si sumamos también la atención especializada en unidades de cuidados intensivos, en otras salas especializadas y en los centros de aislamiento y la transportación de las muestras en automóviles desde las provincias que no cuentan con laboratorio y en aviones en el caso del municipio especial de Isla de Juventud, el costo se hace muy superior.
Solamente en la provincia de Cienfuegos funcionan cinco centros de aislamiento, en los que son vigilados actualmente 272 personas y 197 contactos de casos confirmados. En esos lugares garantizan cada día la alimentación y la atención médica, sin que los pacientes tengan que erogar ni siquiera un peso.
Y pudiera parecer una verdad de Perogrullo, pero a veces olvidamos lo que el país hace para preservar la salud y atender a los enfermos, porque ya estamos tan habituados a la gratuidad de la atención sanitaria que ni siquiera pensamos en que sí cuesta y no poco.
Datos que aportan a la conciencia ciudadana. Gracias
Buen reportaje. Nadie habla de costos porque estamos mal acostumbrados a que todo lo pague «otro». Hay que hacer consciencia para que cada ciudadano sepa lo que cuesta un PCR al Gobierno Cubano. Mientras que no hagamos eso los ciudadanos seguiran malgastando y subestimando todo. Es como a un niño, cuando UD le da de todo sin explicar lo que cuesta y de donde sale el dinero, entonces sale malcriado. Saludos
Gracis Roxi
Me parece un buen argumento el expuesto en el artículo,ojalá sirva para que todos hagamos conciencia de que esta pandemia no solo afecta nuestro bolsillo sino también a la economía de nuestra nación y ni hablar del agotamiento que deben sentir nuestros médic@s, enfermer@s y el resto del personal de salud o de apoyo que siguen laborando al pie del cañon. Gracias Ramón por su reflexión.