No quiero hablar hoy de Carlita porque ya lo hice, ya la abracé y ya me la comí a besos. Hoy quiero compartir lo que vi en la cara de sus amigos, de sus profesores, de los familiares. Lo que respiramos por espacio de 60 minutos, que de seguro serán de los más recordados por ellos en lo adelante. Continuar leyendo
