Yohan Romero: los sueños tienen que construirse

La mente del espirituano Yohan Romero Pérez es tan inquieta como su personalidad. Desde niño prefería lo práctico a lo teórico. Lo suyo no era estar sentado en un aula y sólo alcanzó el noveno grado. No estudiaba las materias escolares, pero detallaba al dedillo y cacharreaba cuanto objeto cayera en sus manos. Así cultivó un saber empírico, que le ha permitido crear instrumentos y maquinarias de trabajo a partir de componentes en desuso.

Nadie duda de la inteligencia y fértil creatividad de este hombre de 44 años, quien ha convertido la industria local de materiales de la construcción adscrita a la Unidad Administrativa de la Producciones Varias(EMPROVA) de Yaguajay, en una eficiente fábrica de elementos para la edificación de viviendas y,también, en un taller de innovación.

Las inventivas de Yohan, además de lograr un objeto funcional, buscan la eficiencia productiva, económica y hacer más fácil las labores humanas “porque la construcción es dura”, dijo. “He confeccionado máquinas completas desde cero y he modificado otras donadas a la mini industria, buscando mayor efecto económico en la línea de producción y a la vez facilitar la fuerza de trabajo”, aseguró.

“Cuando nos insertamos en el programa de materiales de la construcción no teníamos nada. Lo primero que concebí fue una eficiente máquina de hacer bloques. Luego hice una mezcladora de áridos. Perfeccioné una máquina estacionaria de bloques y la convertí en una ponedora, a partir de ella surgió una carretilla para trasladarlos hasta la tonga. Modificamos el molino de piedra para moler el hormigón, luego transformé un tractor en un cargador frontal para echar el material al molino…”

Describió cada una de sus innovaciones -que son muchas más- por las que mereció este 2021, el Premio Nacional al Mayor Impacto Económico y Social que concede la Asociación nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en el país. El importante reconocimiento incluye los Paneles Romero, sistema constructivo que se ha convertido en la gran inventiva de Yohan, actualmente en proceso de patente internacional.

Hace algún tiempo fabricó un tipo de ladrillos prensados que ahorran recursos y tiempo para edificar una vivienda. Ahora extendió esa alternativa constructiva al sistema de paneles que multiplican la agilidad y disminuyen el empleo de materiales.

La intención de los paneles es buscar economía en los sistemas constructivos, aumentar las líneas de producción y mejorar el tiempo de fabricación de las viviendas. Tienen acabado tanto en la cara interior como exterior. Son aligerados y hacen muy rápido el sistema constructivo de una edificación, porque en un día se puede llegar hasta la altura de arquitrabe”.

Es posible economizar alrededor de un 40 por ciento en lo que corresponde a los sistemas de muro, tanto por el acabado como porque no se emplean materiales para montarlo. Se llevaron a laboratorio y se comprobó su resistencia: resultaron funcionales hasta para construir biplantas”, afirmó el innovador.

Aunque los paneles fueron probados en la construcción de una casa de 25 metros cuadrados y antes que termine el año se emplearán en la edificación de otras cuatro viviendas en el norteño municipio, la COVID-19 ha frenado la expansión del producto con perspectivas de exportación a través de la EMPROVA espirituana.

“Nunca pensé realizar algo de tanto impacto, que despertara el interés de especialistas en temas de construcción y quienes han valorado la idea como práctica y valedera. Los sueños tienen que construirse, no se pueden abandonar las ideas. Hay que demostrar que las cosas sí se pueden hacer”, sentenció Romero Pérez.