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Hace algunos días se supo por el Informe de Seguimiento de Educación para Todos en el Mundo 2015, que evalúa el cumplimiento de los objetivos en educación establecidos al inicio del milenio (año 2000) por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que solamente un tercio de los países logró alcanzarlos; en América Latina y el Caribe, Cuba, fue el único en lograrlos.
En esta área geográfica, señala el documento, 33 millones de adultos son analfabetos. Más de la quinta parte de los alumnos de la región abandonan los estudios antes de terminar la enseñanza primaria, la misma situación que existía en el año 1999. En lo que respecta a la secundaria, persiste la desigualdad de oportunidades.
En la región, 12 millones de niños de cinco a 17 años se ven en la necesidad de trabajar, y tres de cada cuatro realizan trabajo infantil peligroso, lo que no sabemos con claridad cuántos de ellos pertenecen a los casi 2 millones de personas víctimas de trabajos forzosos.
Según la Unesco, para garantizar el logro de los nuevos objetivos educacionales en el período 2015-2030 serán necesarios 22 mil millones de dólares anuales para complementar las previstas contribuciones gubernamentales.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, advirtió que con el actual entorno económico, las posibilidades de reducción de la pobreza exigirán esfuerzos. El Organismo mantiene su proyección de crecimiento global para el 2015 en 3,5 por ciento.
China ha incrementado su presencia en América Latina y actualmente se encuentra entre los más importantes inversores en la región; pero, según especialistas, su economía avanza más lentamente, con un pronóstico de crecimiento del 6,8 % para el año actual.
Acentúa la institución financiera que la caída en los precios mundiales de las materias primas provocará este año una desaceleración de las economías latinoamericana y caribeña, conduciéndolas a crecer un 0,9. Pero, se subraya que el desplome de los precios del petróleo tiene un impacto positivo para los importadores del recurso natural, así que, el Caribe debe crecer un 3,7 % y América Central, 4,2 por ciento.
Esto último no brinda seguridad de que mejore la situación para los menos favorecidos, mas si se tiene en cuenta que, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la pobreza afectó un 28 % de la población en el 2014. A partir del 2012 el índice de indigencia creció casi un 12 %, lo que significa 71 millones de personas más en esa situación.
En su reporte Panorama Laboral 2014 América Latina y el Caribe, la Organización Internacional del Trabajo considera que este año 2015 la cifra de desempleados aumentará en 500 mil personas más.
En la recién concluida VII Cumbre de las Américas prácticamente todos los líderes se refirieron a la necesidad de hacer mayores esfuerzos para mejorar la situación de los más pobres, aunque no se pudo llegar a una declaración final que sirviera de plataforma programática ante la falta de consenso por parte de los más poderosos del Norte.
No obstante, la Cumbre de los Pueblos, Sindical y de los Movimientos Sociales, reunidos de forma paralela también en Panamá, sí emitió su declaración con un llamado a la unidad, en la que se manifiesta la necesidad de construir una sociedad nueva, con justicia y solidaridad. Esta convoca a defender los recursos naturales, la biodiversidad, las conquistas y derechos sociales. Así como a luchar por el empleo con salarios dignos, la seguridad social y por la erradicación del trabajo infantil y esclavo.
