Con las manos en la masa

Con las manos en la masa

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Sin rodeos y con valentía escribió a Buzón abierto Roberto Figueredo Imbert, hornero de la panadería Segunda Batalla, en el Distrito No. 1 José Martí, dispuesto a poner las manos en la masa para denunciar las irregularidades que considera se están cometiendo con el pago del salario en la unidad básica alimentaria de la provincia de Santiago de Cuba, a la que pertenece.

El remitente centra su misiva en la retribución del mes de septiembre, porque en lugar de realizarse el día 5 como está pactado en el Convenio Colectivo de Trabajo; sin previa comunicación, cambiaron la fecha para los días 20.

En aquel momento, dice, les explicaron que el movimiento se haría para efectuar un cobro mensual que incluiría salario y pago por resultados, pero en la práctica estuvieron 45 días sin recibir el dinero.

Finalmente, les remuneraron el 21 de octubre, “pero solo el salario escala, no me pagaron nocturnidad y condiciones anormales, ya que esto no tiene nada que ver con el sobrecumplimiento de las producciones”, argumenta Roberto.

Si cambiaron la Resolución No. 17 por la No. 6, porque en la primera se beneficiaban más los dirigentes que los obreros directos, “¿cómo es posible que los compañeros de la empresa provincial cobren pago por resultados y los que producimos, que trabajamos más de 8 horas, sin almuerzo y en malas condiciones laborales, no obtengamos estos beneficios?”, reflexiona.

Según expone en su carta, hasta ahora nadie le ha dado respuesta a su inquietud. Esperamos que la situación cambie.

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4 comentarios en Con las manos en la masa

  1. Pienso que más allá de un sistema de pago u otro los trabajadores cubanos están necesitando que acabe de implementarse la Reforme General de Salarios. La situación creada luego de la llegada al país de la COVID a hecho muy difícil la vida para los que dependemos del salario para satisfacer nuestras necesidades. Digo esto porque en Cuba existe el concepto de salario escala, salarios que quedaron establecidos luego de la anterior reforma de salarios aplicada a finales de los años 80. En aquel entonces, por solo citar dos ejemplos el precio del pasaje en ómnibus costaba 5 centavos y hoy es de 40 centavos y el costo de un periódico era también de cinco centavos y hoy es de 20. Y me he referido solo a dos cuestiones básicas para un ser humano: transportarse e informarse. Semejantes incrementos en los costos no han tenido repercusión en los salarios a pesar del tiempo transcurrido y son cuestiones que no pueden dejar de realizarse como parte de la vida. Considero que si no se resuelve el problema del salario escala no será posible lograr con la inmediatez que se necesita un incremento de la producción y de la productividad del trabajo en momentos en que solo vamos a depender de nuestras producciones para satisfacer las necesidades del pueblo dada la crisis internacional surgida luego de esta pandemia que aún no concluye. Para cualquier economista creo que estará claro que los salarios escalas hoy vigentes para el sector empresarial en vez de estimular la producción CONSTITUYEN UN FRENO al crecimiento económico porque desestimulan al trabajador. Frente al rápido incremento de los precios de productos alimenticios, ejemplo un mazo de habichuelas que hasta hace poco costaba 7 o 10 pesos y hoy está en 15 en muchos lugares, la inamovilidad de los salarios y de las pensiones por jubilación dejan muy mal parado el concepto de protección al trabajador, sobre todo en momentos como este en el que por necesidad hubo que disponer por razones de salud, la disminución o cierre de muchas entidades laborales. ¿Puede entenderse que un trabajador está protegido si por las razones expuestas su salario disminuye al 60 % del salario escala? En el supuesto que el salario escala fuese igual a 1000 pesos, que no es lo que predomina, ese trabajador cobraría 600 pesos, cifra con la que tendría que pagar los gastos de luz, teléfono, agua, gas, alimentación, aseo y medicinas, considerando solo las necesidades más elementales. Antes de la llegada de la COVID se decía que era inminente la aplicación de la Reforme General de salarios y hoy la realidad demuestra la URGENTE NECESIDAD DE HACERLO, si queremos recuperar y sobre todo hacer que crezca la producción nacional. El trabajador en cualquier sistema económico vende su fuerza de trabajo a cambio de obtener los ingresos requeridos para satisfacer sus necesidades y las de las personas que dependen de él. Los que tenemos como única fuente de ingresos el salario no podemos hacer frente a los costos mínimos de la vida cuando un módulo de aseo, imprescindible para poder asistir al trabajo, al estudio o a cualquier lugar, tiene un precio como el que se está ofertando en nuestras bodegas hoy, libreta de abastecimiento por medio, que para dos personas asciende a 52.58 pesos moneda nacional, ¿Cuantas horas de trabajo hay que acumular para llegar a esa cifra?. Y estoy hablando del salario que recibe por su trabajo un profesional en una empresa o grupo empresarial, no de lo que gana mi hermano, que luego de una vida entera trabajando en una actividad tan importante como la de un astillero de reparación naval cobra una pensión mensual de 355.00 pesos en su carácter de jubilado. Si queremos mantener el salario como la principal vía de ingresos de las personas en nuestra sociedad socialista, si aspiramos realmente a que la empresa estatal socialista constituya la fundamental forma de producción en Cuba, tenemos que lograr que ella resulte vencedora en la competencia con las restantes formas de producción existentes, entre ellas la relativamente recién creada variante del trabajo por cuenta propia que en la práctica esta resultando más competitiva que la empresa estatal, CON EL RIESGO QUE ESTO REPRESENTA EN UNA SOCIEDAD BLOQUEADA Y QUE ENFRENTA EL ACOSO ECONÓMICO, COMERCIAL Y FINANCIERO creciente y constante de la mayor potencia imperialista que no renuncia a la cruel, injusta y bárbara aspiración de anexarse esta bella isla, porque no se dan cuenta que por más difícil que nos hagan la existencia hemos decidido morir antes que rendirnos. Pero ello sería un poquito menos azaroso si hacemos lo que tenemos que hacer y CAMBIAMOS TODO LO QUE DEBE SER CAMBIADO, como nos enseñó Fidel durante tantos años de victorias. Creo por último que esa debía ser la primera tarea de la actual dirección de la Central de Trabajadores de Cuba, para estar a la altura de la hermosa tradición de lucha y de justicia que nos legaron Jesús Menéndez, Aracelio Iglesias Díez y tantos otros que dieron lo mejor de si por dignificar la situación del proletariado cubano en una época en la que todavía los trabajadores no eramos dueños de los medios de producción. Hoy que si lo somos se impone AJUSTAR LOS SALARIOS A LAS ACTUALES CONDICIONES SOCIOECONOMICAS QUE ENFRENTA NUESTRA NACIÓN LIBRE, INDEPENDIENTE Y SOBERANA.

  2. Con tantos inspectores que tienen todos los ministerios,
    ¿cuales son los que de verdad ejecutan las medidas en contra de estas «ilegalidades laborales» e incumplimientos de la legislacion laboral socialista?
    Mientras estos no existan, este es el mejor lugar como dice Buena Fe de «botar presion».

  3. Realmente no se sabe qué está pasando con la Res.6, se supone que la Empresa a que se refiere deba cobrar hasta el 2 como CDS, pero en qué está fundamentado el pago que reciben,creo se dberá revisar el Sistema de Pago, revisar el cumplimiento del Plan de Ventas, el GS/VAB, las Utilidades, hay bastante tela por donde cortar. Considero que cosas como estas no deben estar sucediendo, de qué forma vamos a incentivar a los que producen

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