Tras las marcas severas ocasionadas por el huracán Melissa, la provincia de Granma se ha convertido en epicentro de esfuerzos colectivos donde la entrega de donaciones y labores de recuperación materializan el espíritu de resistencia y solidaridad que caracteriza al pueblo cubano.
Según confirman funcionarios de esta demarcación las inundaciones siguen siendo una de las mayores preocupaciones con ríos todavía desbordados por los escurrimientos de las montañas y embalses que superan el 70 por ciento de su capacidad.
La primera secretaria del Partido Comunista de Cuba en este territorio, Yudelkis Ortiz Barceló, explicó que los riesgos persisten en el territorio frente a lo cual se ha mantenido una respuesta coherente y organizada.
Cientos de personas permanecen evacuadas en Bayamo y Río Cauto en tanto se espera que los afluentes de la región retomen su cauce y niveles.
De cara a esta compleja situación ha sido de significativo aporte la movilización de trabajadores que dejan temporalmente sus labores habituales para sumarse a las tareas de recuperación, las donaciones que llegan desde otras provincias y del extranjero, además de la presencia constante de quienes evalúan daños para coordinar con presteza las acciones a ejecutar.
La ayuda incluye desde productos de primera necesidad hasta equipos especializados y materiales de la construcción distribuidos mediante un sistema estructurado que antepone las zonas más afectadas.
Funcionarios del Gobierno de Bayamo informaron que ya se inició aquí la entrega de las primeras ocho tejas de zinc por donación a damnificados que tuvieron derrumbe total de techo y que residen en los repartos de Pedro Pompa, Camilo Cienfuegos, Rosa la Bayamesa y Tamayito.
El camino por recorrer sigue siendo extenso. Las autoridades han enfatizado que la prioridad inmediata es garantizar la seguridad de la población y atender las necesidades más urgentes, mientras se avanza en la evaluación completa de los daños a viviendas, infraestructura y agricultura.