A pie de obra, como decimos los cubanos, permanece Idalberto Durán Babastro en el parque de la barriada de Lawton ubicado en la calle B entre Octava y Novena, del municipio habanero de 10 de octubre.
Para él cada detalle cuenta en el empeño por embellecer y cuidar el entorno al restablecer los bancos que conforman el mobiliario del lugar, tarea que ha dedicado a la conmemoración del cumpleaños 96 del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 13 de agosto.
Según expone Rosa María Portal Contreras, secretaria general del Sindicato Municipal de Trabajadores de la Construcción: “Idalberto es el padre de esta obra. La lleva a cabo de manera voluntaria y cuenta con el apoyo de nuestra organización y de micros, medianas y pequeñas empresas (Mipymes) del territorio.”
Explicó que cuatro entidades colaboran con el suministro de materiales -bloques, cemento, arena, recebo- y destacó que también hay otras que han dado su disposición para contribuir e insertarse como parte de un proyecto denominado Oro mundo por la paz y la amistad y entre los pueblos.
Bloques contra el bloqueo es la frase que distingue esta labor con el propósito de reponer una veintena de asientos como inicio de un plan para llevar a feliz término la restauración del parque.
En opinión de Roberto Marcos Castro, delegado de la circunscripción 46 del Consejo Popular Lawton, “será de gran beneficio para la comunidad, pues aquí las personas de la tercera edad realizan sus ejercicios en horas de la mañana, hay una zona wifi y están previstas actividades culturales y recreativas”.
Muy cerca del parque reside Idalberto, escultor y pintor autodidacta y otrora deportista de alto rendimiento como capitán del equipo nacional de hockey sobre patines.
“Fidel es inspiración para mí y me motiva a realizar esta obra”, dijo emocionado mientras observaba la marcha de las acciones restauradoras. Allí también sobresale un obelisco construido por Idalberto dedicado a la paz mundial y en recordación a Fidel y al Reverendo norteamericano y amigo de Cuba Lucius Walker.
En una trilogía se dan la mano la pasión, el ímpetu y la determinación emprendedora como homenaje al máximo líder de la Revolución cubana. De ahí el sentir de Regla Rodríguez Pedroso, compañera de Idalberto, cuando al ponderar el esfuerzo colectivo afirma: “le hemos puesto alma, corazón y vida a este lugar”.
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