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Out 27: Granma, domingos de campeonatos

Sancti Spíritus.- Otra vez domingo. Otra vez Granma. Otra vez una final. Y las cábalas no traicionaron, pues Guillermo García pegó hit de oro con las bases llenas a Jonder Martínez y dejó al campo a los Cocodrilos de Matanzas, para sellar la cuarta victoria de esta final (6-5) y levantar así el tercer título de la pelota cubana para la tropa de Carlos Martí, a quien por vez primera vimos llorar tras un cetro.

Granma celebra el triunfo del campeonato. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

La inspiración de los Alazanes fue a puro bateo, pues tuvieron que remontar un 5-1 que parecía un cubo de agua fría en el sexto inning, cuando el yumurino Eduardo Blanco limpió las bases con un doble por el jardín izquierdo. Pero Roel Santos cumplió su papel de hombre guía y con un jonrón acercó primero a su equipo en el séptimo y luego en el octavo pegó cañonazo de empate.

Como si fuera poco, tras explotar el abridor Leandro Martínez y el primer relevista César García, el bullpen oriental se puso intransitable con Miguel Paradelo, Erluis Blanco y Yoel Mojena; todo lo contrario a Naykel Cruz y Joel Suárez, quienes salieron en defensa del abridor Noelvis Entenza, pero no tuvieron la efectividad deseada por el mentor Armando Ferrer.

Guillermo Garcia celebra el momento de decidir el campeonato. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Así y todo llegó el marcador abrazado a cinco al noveno, cuando Raico Santos negoció boleto, Carlos Benítez pegó hit al izquierdo, Guillermo Avilés recibió pelotazo y la escena quedó lista para el talentoso Guillermo García, quien en conteo de dos bolas y un strike soltó larga línea a territorio de nadie en el bosque derecho.

Terreno adentro, los abrazos, un cubo de agua y hasta una llamada de Alfredo Despaigne se unieron a la celebración que encumbra a Granma como el mejor conjunto del último lustro con tres oros en igual cantidad de finales disputadas (56, 57 y 60 Serie).

Carlos Martí soltó unas lágrimas nunca antes vistas en las primeras declaraciones a la prensa, las cuales eran una mezcla de alegría y quizás un punto final a su exitosa carrera como mentor, “aunque eso no lo decido yo, sino las autoridades. De momento, este es un campeonato que guardaré con especial recuerdo”, dijo.

Quizás pasaron por su mente haber peleado en la etapa regular con las ausencias de Roel, Blanco y Avilés y clasificar segundos; haber remado en contra de la pandemia y 17 días de descanso forzoso; haber jugado semifinal y final sin Alfredo Despaigne; y sobre todo ir en contra de muchos pronósticos que daban a Matanzas como los favoritos a revalidar el título.

Áviles llega quieto a home. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Terminó así una final en la que volvió a cumplirse la historia de que nadie remonta un 3-1. Errores tácticos aparte (exceso de toques de bola y malos corridos de base), se dieron siempre encuentros cerrados, con la excepción del nocao en el cuarto desafío; en tanto varias estrellas que pasaron por ligas profesionales demostraron entrega y ganas (Mujica, Drake, Arruebaruena), aunque no le bastaron para imponerse como deseaban.

Las palmas nuevamente para la cohesión, la disciplina y la unidad de los Alazanes, que regresan al trono sin la sombra de los refuerzos y se convierten en el décimo equipo tricampeón. Antes lo habían logrado Industriales, Azucareros, Villa Clara, Santiago de Cuba, Vegueros, Pinar del Río, Henequeneros, La Habana, Ciego de Ávila. La singularidad de ahora es que nunca Carlos Martí ha perdido una final, aunque es el noveno manager con tres doradas (antes lo lograron Ramón Carneado, Rey Vicente Anglada, Higinio Vélez, Antonio Pacheco, Jorge Fuentes, Alfonso Urquiola, Pedro Jova y Roger Machado)

La 60 Serie Nacional es historia tras ocho meses. Ojalá y esta estructura perdure, pues los peloteros la aprueban por mayoría, aunque hayan tenido que jugar ahora sin el respaldo del público por las lógicas medidas sanitarias.

Felicidades Granma. ¡Otro domingo de campeonato!

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