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LA GUAGUA: El ordenamiento en la casa

En LA GUAGUA: El ordenamiento familiar e individual se afirma que en cuanto a la preparación para emprender la Tarea Ordenamiento hay hogares que no se alistaron o no lo hicieron correctamente.

 

A nivel de nación, en estas semanas iniciales de implementación de un conjunto de medidas asociadas a retirar de la circulación el CUC ha habido problemas valorados por el movimiento sindical:

Existen cuestionamientos a la actuación de empleadores y por supuesto a las correspondientes organizaciones sindicales.

Hay desacuerdos con las escalas salariales y los salarios de los médicos.

Se manifiestan inconformidades con las categorías de los operarios y trabajadores de servicio.

No marcha con la celeridad requerida la aplicación de los sistemas de pago a destajo.

 

Es generalizada la preocupación por la capacidad del salario ante los precios desmedidos, y en casi todos los casos hay alguien que compara la subida de los sueldos y lo que cuesta cada producto o servicio, pero no siempre se tiene en cuenta que no basta con solo comparar, sino que se requiere tener en cuenta la interacción entre ambos.

Y hay un tercer elemento integrado al salario y los precios, que es el costo, pero es un asunto pendiente para otra emisión de La Guagua cuando se aborde el tema de la eficiencia de quienes producen o prestan un servicio.

Una cantidad de problemas o desajustes deben ser resueltos institucionalmente con la participación de todos, y cuanta opinión se aporte, puede beneficiar que se corrija el rumbo, pero durante este viaje, proponemos abordar la implementación individual y familiar, acerca de lo cual hay un comentario digital de Alejandra Hernández Leonard:

En este tema deben involucrarse otros actores que pudieran parecer que están lejos del problema, pero no es así.

Efectivamente, no están lejos del problema ninguno de los miembros del hogar, pues todos son protagonistas en este ordenamiento monetario, y sobrada razón tiene Alejandra:

Habría que incrementar, por ejemplo, los programas de televisión o de radio, y las publicaciones, con temas de economía familiar, reutilización y reparación de lo que tenemos en casa, cálculo de los costos en un emprendimiento familiar o personal, etc.

En eso debieran participar la ANEC, la Federación, los CDR, la FEU las facultades de economía de las universidades, las escuelas, y hasta los gobiernos locales.

Muchos jubilados, que en su vida laboral se dedicaron a la contabilidad, pudieran tener incluso un ingreso adicional impartiendo cursos populares sobre estos temas.

Nadie puede negar la importancia de la capacitación, sobre todo cuando se trata de calcular lo que cuesta algo que debe sufragarse dentro del familia, pero tampoco deben echarse a un lado las más simples de las operaciones aritméticas de suma y resta: sumar los ingresos y restarle los gastos.

Y por supuesto que dividir también es imprescindible para saber cuánto debe aportar cada miembro o lo que le corresponde recibir según los ingresos.

Sin desestimar la importancia y necesidad de acciones de capacitación, si sumamos, restamos y dividimos habrá una cantidad de casos en que podrán llegar a la conclusión de que los ingresos de una persona no pueden cubrir los gastos de otros entre los que hay quienes no se vinculan a un centro de trabajo a pesar estar aptos.

Por supuesto que no es así en todos los casos, y tendrán que aplicar otras soluciones internas de la familia o con auxilio de instituciones y mecanismos de la sociedad.

Si la canasta de referencia es de 1528 pesos, el abuelo tiene una jubilación de 1,773 pesos, no puede mantener a otras tres personas de las cuales dos han estado hasta estos días con altísimos ingresos conseguidos a través de la reventa de productos.

Con toda razón, el septuagenario apeló a las operaciones de multiplicación, y valoró que cuatro por 1528 es igual a 6112 pesos, que sería el mínimo necesario en las actuales circunstancias y por tanto, hay que incorporarse al trabajo.

En resumen: No se requieren complicadas operaciones matemáticas ni altos estudios para llegar a la conclusión de que podemos y debemos estar atentos a que los precios constituyen una variable que se está ajustando estatalmente, pero en cuanto a los ingresos, la dependencia mayor está dentro de la familia donde exista alguien apto para trabajar y no aporta.

No se puede negar que no en todos los hogares esa solución es posible, pero donde lo sea, es una buena decisión mejorar los ingresos en un clima familiar de justicia, sin igualitarismos, y que permita los necesarios gastos en consumos de bienes y servicios para satisfacer necesidades crecientes.

Desde aquí puede abordar guaguas anteriores

 

En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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