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Desinfectar las zonas rojas en la capital, tarea vital contra la COVID-19

Con el objetivo de aplanar la curva de contagios en la capital cubana ante el actual escenario epidemiológico, los ministerios de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) y de Salud Pública (MINSAP) retoman por estos días la misión de desinfectar las zonas rojas como tarea vital contra la COVID-19.

 

Foto: Tomada de ACN

 

Rosandra Mulé Galindo, jefa del departamento de Higiene Ambiental del centro provincial de Higiene y Epidemiología de La Habana, explicó que ese esfuerzo está dirigido a minimizar la carga microbiana presente en calles, aceras, portales y cercas perimetrales de las zonas más afectadas por la enfermedad, las cuales constituyen una importante fuente de contagio del virus.

La desinfección se realiza en los exteriores de los municipios de mayor riesgo, donde han tenido lugar eventos de transmisión autóctona limitada de la COVID-19, publica el diario Granma.

Según Mulé Galindo, la estrategia se aplica a los municipios que tienen focos de transmisión. “Hablamos de La Lisa, Habana del Este, Marianao, Playa y Plaza de la Revolución, aunque luego se extenderá a toda la ciudad. Utilizamos una solución clorada al tres por ciento, muy efectiva, que inactiva la permanencia del virus en estas superficies”, añadió.

El teniente coronel Íber Vázquez Legrá, especialista de la dirección de ingeniería del Minfar, aclaró que la desinfección de las áreas con mayor incidencia de casos de la COVID-19 en la capital comenzó el 15 marzo último, y se detuvo el pasado mes de julio, cuando La Habana pasó a la primera fase.

No obstante –dijo–, tras el rebrote que vive la ciudad, se orientó proseguir con esta práctica, de comprobado impacto en la contención del virus.

Nuestra función es desinfectar los exteriores en lugares donde existen eventos confirmados de la enfermedad. El gobierno provincial nos da un plan y, sobre esa base, organizamos el trabajo. Esta medida se utilizó en un principio en todo el país, pero ahora solo la estamos aplicando en La Habana, precisó.

Agregó que, como promedio, la brigada que desinfecta la capital consume alrededor de 40 mil litros de solución clorada en un día. El cloro y el agua que se emplean –destacó–, son garantizados por la industria química de la provincia y por la empresa Aguas de La Habana, respectivamente.

Como parte de este operativo sanitario, el joven Yoandri Acón Landín, soldado del batallón ingeniero, cumple con la tarea de verter la solución clorada a presión desde la parte trasera de las pipas en los barrios habaneros más afectados, en una maniobra que tiene una duración de alrededor de tres horas.

Estoy ayudando a combatir una enfermedad que está acabando con el mundo, y formo parte de esa batalla en mi ciudad. He aprendido a velar por la vida de las personas y he tenido más percepción de riesgo sobre el coronavirus, aseguró.

Igualmente aprovechó para pedir a la población que adopte las medidas de precaución establecidas, porque esta es una enfermedad muy peligrosa y hay mucha gente combatiéndola cada día, concluyó.

(Tomado de ACN)

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