Los meses de agosto y septiembre de 1939 transcurrieron con sabor ajedrecístico en Argentina. Buenos Aires se vestía de gala al recibir a los mejores trebejistas del mundo durante la Olimpiada del juego ciencia. Hasta allí llegaba por primera vez un equipo cubano. Su principal figura, José Raúl Capablanca, se robaba titulares de periódicos. Tanto… Continuar leyendo

