La pasada semana recibí la misiva de un compañero —Alberto I. Torres Vázquez— con la encomienda de hacerla llegar a esta sección.
“Soy marino, pertenezco a la Empresa Selecmar, del Ministerio del Transporte, y actualmente estoy enrolado en un buque de Petromarca. Tengo contrato firmado con mi entidad, en el que se establece que mi salario es pagadero en efectivo, en dólares (USD). Pero por la situación económica del país nunca se ha cumplido lo conveniado en cuanto a ese pago.
“El Estado me deposita el salario en la tarjeta MLC a razón de 1 x 1. Hubo un momento en que ese proceder más o menos funcionaba, pues a pesar de no recibir el efectivo, mediante esa tarjeta tenía acceso a tiendas, al combustible, a las mipymes, etc.
“Pero el Estado ha cerrado o reconvertido a USD la mayoría de las tiendas en MLC por lo que desapareció mi acceso al combustible y a otros productos. Pero creó otras dos tarjetas, la Clásica y la Tropical, con las que yo podría acceder a los bienes y servicios que me posibilitaba la anterior.
“Resulta que cada mes me siguen depositando el salario en mi tarjeta en MLC, no obstante la situación explicada anteriormente. ¡Imagínese usted! Es muy injusto, por lo que solicito se analice lo antes posible esta situación y se cumpla con lo pactado, incluso a través de las tarjetas Clásica o Tropical”, concluye.
El remitente se volvió a comunicar para informarme que recibió una comunicación de su entidad (Selecmar) en la que le notificaban que a partir del actual mes recibirían hasta el 70 % de su salario en efectivo. “Por ello, aseguró, la publicación perdía sentido”.
En principio creí que el asunto se reducía al famoso refrán: Del lobo un pelo. Y al pensar en el amplio número de personas en similar caso, y a trabajadores de otros sectores laborantes en el exterior o vinculados a empresas extranjeras radicadas en nuestro país, etc., comprendí que el tema ganaba en dimensión.
La respuesta ofrecida al marino es plausible, aunque no llena todas las expectativas del contrato, algo de imprescindible cumplimiento. No habla del tiempo de vigencia de la nueva disposición, ni del 30 % restante, ni del dinero hasta ahora depositado en su tarjeta en MLC.
A pesar de la difícil circustancia que enfrenta la economía nacional y su aguda falta de divisas libremente convertibles, en especial USD, la total solución del problema constituye tema de marcada importancia para la credibilidad y fortaleza del sistema empresarial cubano.

