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Predicción a 20 juegos de los play off

Al cronista le piden pronósticos antes de empezar la Se­rie y cuando res­tan apenas 20 jue­gos del calendario para arribar a la postemporada (sin contar los suspen­didos) vuelven a la carga con pregun­tas y deseos. ¿Qué equipos clasifican? ¿Cómo ves a Arte­misa, Mayabeque y Sancti Spíritus? ¡Tremendo paso el de Holguín y Las Tunas! ¿Será Cienfuegos la reve­lación de esta con­tienda?

Henry Quintero, máximo impulsador de los tuneros en esta temporada con 46 carreras. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

A partir del desempeño en los dos primeros tercios, la motiva­ción que se aprecia en sus pelo­teros y cuerpo de dirección, así como la ruta crítica que les que­da, hay cuatro selecciones que no deben tener susto para avanzar, siempre y cuando aseguren entre ocho y diez victorias. Son estos Holguín, Las Tunas, Industriales y Matanzas, los cuatro primeros de la tabla de posiciones casi des­de el inicio de la campaña.

Los Cachorros holguineros resumen integralidad y una di­rección que ha sabido aunar ju­ventud y profesionalidad. Yasiel González (líder en jonrones con 16) y Lázaro Cedeño (máximo impulsador del torneo con 61) sobresalen dentro de una tropa en la que es imposible olvidar la ofensiva de Michel Gorguet, Jorlis Esteban Bravo y Luis Raúl Domínguez, o la labor monticu­lar de Wilson Paredes, Carlos Alberto Santiesteban y Michel Cabrera.

De tuneros e industrialistas bastaría decir que su estabilidad en todos los renglones de juego les ha permitido flotar siempre en la vanguardia y vuelven a ser candidatos a luchar un puesto del podio. En el caso de los leña­dores, campeones vigentes, que nadie subestime su capacidad de victoria cuando entran a los play off. Y de los azules, la deuda de 15 años sin títulos para su afi­ción mueve sus más serias aspi­raciones.

Con respecto a la nómina yu­murina, hay que reconocerle el mejor fildeo de la Serie y el quin­to puesto en el área de pitcheo. Esos dos aspectos han sido claves para sostenerla entre los punte­ros, pero necesitarán más ofensi­va si quieren jugar en el estadio Victoria de Girón, vencido el ca­lendario regular.

 

Cienfuegos y Mayabeque, sorpresas agradables

En medio del desastre o la mala imagen que han dejado elencos tradicionales, los Elefantes cien­fuegueros y los Huracanes de Ma­yabeque son de las caras más feli­ces y agradables de esta 64 Serie.

Antes de iniciar el primer de­safío muchos vaticinamos que los sureños, con el regreso del torpe­dero Erisbel Arruebarruena a su primer uniforme, podía cambiar la cara a la selección. Y así ha sido, junto a los retornos del jardinero Félix Rodríguez y Richel López. Tienen quizás la línea central más compacta del país con Luis Vicen­te Mateo en el segundo cojín. Su reto para clasificar es ganarles las subseries a Villa Clara y Granma, para luego sacar un resultado de­coroso frente a Las Tunas y Ma­tanzas.

En el caso de los dirigidos por Osmel Cordero, debutante en esas funciones tras haber sido jugador en la pasada temporada, lo más im­presionante es el pitcheo (único por debajo de 4 en el promedio de ca­rreras limpias) y la cohesión logra­da en el colectivo. El camino a los play off pasa por enfrentamientos con Ciego de Ávila, Guantánamo, Santiago de Cuba y Sancti Spíri­tus, por ese orden.

He dejado para el final del aná­lisis a Artemisa y los propios gallos espirituanos. Los primeros choca­rán esta semana con los actuales monarcas, pero luego el camino parece menos tenso ante camagüe­yanos, villaclareños y pineros. Si logran producir un poco más de ca­rreras para apoyar a su staff de pit­cheo volverán a entrar en la disputa por las medallas.

No pasa igual con los segundos, pues sus últimos 20 pleitos serán ante Holguín, Las Tunas, Guantá­namo y los mencionados mayabe­quenses. Su ofensiva deja mucho que desear y ya sabemos que solo con pitcheo no se garantizan los triunfos.

Por supuesto, Pinar del Río, Santiago de Cuba, Granma y Ciego de Ávila tienen todavía oportuni­dad de colarse entre los ocho, pero de este grupo solo los vueltabaje­ros se me antojan con las mayores opciones a partir del repunte en el segundo tercio. Queda tiempo, pero al periodista le pidieron arriesgar­se y se tiró en la piscina de los pro­nósticos una vez más.

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