Cargando...El miembro de la Comisión Organizadora del 22 Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Leobanys Ávila Góngora, informó que se han realizado 37 718 propuestas en el proceso de reuniones de consulta del Anteproyecto de Ley del Código de Trabajo previsto a concluir el próximo 30 de noviembre.
«Entre ellas prevalecen las modificaciones, aunque también hay referidas a adiciones y eliminaciones, así como dudas», señaló.
Los planteamientos de los trabajadores fueron expresados fundamentalmente en las 27 951 reuniones efectuadas hasta el momento en el país, en las que participaron cerca de 1,4 millones de trabajadores con independencia del sector en el que laboran, estén sindicalizados o no, e incluidos varios miles que cumplen misiones oficiales o son colaboradores en 99 países.
Ávila Góngora explicó que los asuntos más abordados por los trabajadores en las reuniones de consulta están no establecer límites de horas de faena en el pluriempleo, que el anteproyecto fija en hasta 13 diarias, y el desacuerdo con los términos «persona trabajadora» y «persona trabajadora de confianza» contenidos en el documento.
«Igualmente proponen que las licencias sin sueldo sea un derecho del trabajador y no una facultad del empleador, y que el pago por años de servicio sea en todos los sectores, en tanto suscita dudas el novedoso aspecto de la adopción por los empleadores de una póliza de seguros para proteger los ingresos de los trabajadores en situaciones excepcionales, su financiamiento y aplicación», apuntó.
El proceso de reuniones de consulta convocado por la central sindical, con la cooperación del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) comenzó en Cuba el pasado 8 de septiembre y previó efectuar 40 636 mil reuniones con la asistencia de más de 2,3 millones de trabajadores y empleadores de los sectores estatal y no estatal.
El miembro de la Comisión Organizadora del 22do Congreso de la CTC aclaró que no será posible cumplir esas estimaciones porque el proceso se paralizó en las provincias orientales por las diferentes fases decretadas previamente por el país por el paso del huracán Melissa, que tocó tierra cubana por el sureño municipio de Guamá, en Santiago de Cuba, con categoría 3 y vientos sostenidos de 195 kilómetros por hora, el pasado 29 de octubre.
Durante la actual etapa de recuperación solo mantienen detenidas las reuniones de consulta en la provincia indómita y Granma, en tanto para Guantánamo, Holguín y Las Tunas se indicó efectuarlas en donde existan las condiciones para ello a consideración de las autoridades locales y las direcciones provinciales de la CTC y el MTSS.
A propósito Roberto Betharte Mazorra, jefe Dpto de Asuntos Laborales y Sociales en la CTC nacional, confirmó que Las Tunas y Holguín retomaron el proceso y han efectuado varias.
Según el cronograma establecido previamente, concluidas las reuniones de consulta las propuestas hechas por los trabajadores serán procesadas y servirán de base para hacer las modificaciones pertinentes al anteproyecto de Ley de Código de Trabajo, antes de someterlo a la consideración de los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular quienes determinarán su adopción en las sesiones ordinarias de julio de 2026.
Con esta nueva legislación, Cuba actualiza su marco jurídico laboral, delineando con mayor claridad los derechos, obligaciones y garantías que regirán las relaciones de trabajo en la Isla.
El código tiene muchas cosas muy buenas, que aplaudo. Lo único que me preocupa es el seguro laboral. Muchos dirán «si tengo un problema me van a dar dinero» lo que no razonan es que ese dinero saldrá de ellos mismos siempre, aún cuando no tengan el problema.
Obviamente, si se obliga a los empleadores estatales o privados a contratar una póliza de seguro por cada trabajador, esos gastos irán a las fichas de costo y por tanto irá a un aumento general de los precios, tanto para quienes tengan el seguro o estén disfrutando del mismo, como para quienes no lo tengan. Habrá una mayor inflación, además de los interminables trámites entre la ESEN y los centros laborales, sean públicos o privados.
Quien único gana con esto, con todo respeto, es la ESEN, que se refinancia con fondos de todos.
entonces la pensión que daría el seguro de anula con la inflación provocada por el mismo seguro.
El seguro laboral debería ser, como los demás seguros, una opción del trabajador a partir de su salario digno, no una imposición al empleador. Pero además, porqué se plantea sólo para la esfera productiva o privada? Las entidades presupuestadas también atravesarían por idénticas situaciones. Esa parte está pensada desde el punto de vista de la ESEN, no desde el punto de vista de empleadores, económicos o trabajadores. Debe eliminarse o modificarse radicalmente.