Una fecha que jamás podrá borrarse

Una fecha que jamás podrá borrarse

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Existe una tendencia, sobre todo a partir de la desintegración de la Unión Soviética a minimizar o desconocer a la Revolución de Octubre por considerar que el socialismo es una sociedad fracasada, sin tomar en cuenta la proeza  que significó para el pueblo ruso y después el soviético resistir la  agresión de las potencias capitalistas que se lanzaron a destruir el naciente estado de los soviets, el colosal esfuerzo por el desarrollo que llevó a la URSS a convertirse en una potencia mundial y el heroísmo de sus hombres y mujeres en la lucha contra el nazismo que rebasó las fronteras del país y se convirtió en una campaña liberadora de los pueblos de Europa sojuzgados por la bota hitleriana.

 

 

La historia no puede ser borrada ni la fecha desconocida, por mucho que pretendan hacerlo los defensores a ultranza del capitalismo, porque a partir de aquel hecho se inició el derrumbe del colonialismo, se intensificaron las luchas de los trabajadores contra sus opresores y cambió la correlación de fuerzas en el mundo.

Repercusión en Cuba

El triunfo de la Revolución encabezada por su líder Vladimir Ilich Lenin se convirtió en inspiración para los trabajadores en las más diversas partes del planeta.  En Cuba las clases dominantes reaccionaron en contra del nuevo sistema instaurado en la otrora Rusia Zarista y a través de la prensa calumniaban y falseaban la realidad de lo que allí estaba aconteciendo.  A estas mentiras se enfrentó el destacado obrero gráfico Antonio Penichet quien escribió en mayo de 1919:

“En Europa, día por día gana más terreno el bolcheviquismo, y esta tendencia salvadora se manifiesta de manera bien pronunciada en Asia, donde los habitantes despiertan al influjo dela gran propaganda que se realiza. En África se confía en un formidable estallido y en América es ciego el que no ve la gran efervescencia que en no lejana fecha dará al traste con el régimen actual.”

Otro defensor de la Rusia soviética fue el reconocido intelectual y mentor de la juventud cubana Enrique José Varona quien en 1920 señaló que Rusia constituía una enseñanza y un estímulo.

Un evento que se solidarizó con la Revolución de Octubre fue el Primer Congreso Nacional de Estudiantes, efectuado en 1923, donde el veterano de la independencia Eusebio Hernández declaró abiertamente: “me siento profundamente orgulloso de poderos decir desde esta tribuna que soy bolshevique.”

Los trabajadores cubanos se sintieron identificados con la causa de los soviets, y una muestra de ello fue el acto por el Primero de Mayo celebrado en el teatro Payret en 1919, en La Habana, en el cual se acordó exigir a las potencias europeas el cese de la agresión a la Rusia soviética.

El Congreso Obrero de 1920 abordó enviar un saludo fraternal “a los hermanos que en Rusia han establecido la República Socialista de los Soviets, fundando así con infinitos sacrificios y sobrehumanas energías en ese país que ocupa la sexta parte del planeta, el primer Gobierno por los trabajadores y para los trabajadores.”

Carlos Baliño, publicó en 1922 en la revista Espartaco diversos aspectos de la vida de la Unión Soviética lo que contribuyó a que los trabajadores empezaran a conocer los logros de la nueva sociedad.

Ante el hambre que a comienzos de los años 20 azotó a esa nación, se crearon en nuestro país los Comités Pro Rusia encargados de recaudar fondos para los necesitados del Volga, donde la escasez de alimentos por el bloqueo había provocado numerosas muertes.

Al producirse el fallecimiento de Lenin en 1924, el acalde de Regla Antonio Bosh convocó a los pobladores del municipio a concurrir a la loma conocida por el Fortín, a la misma hora en que en Rusia se le daba sepultura al líder soviético, para plantar un olivo en su homenaje.

Un año después se producía un emotivo encuentro entre Mella y los tripulantes  del Vatslav Vorovski, primer buque soviético que venía a Cuba a cargar azúcar, que el gobierno no había dejado arribar a La Habana y lo obligó a anclar en Cárdenas. Al joven Julio Antonio llegó en una lancha hasta el barco fondeado en la bahía y confraternizó durante cuatro horas con los marinos, a quienes les entregó una bandera cubana.

Durante la Gran Guerra Patria que llevó a cabo la URSS contra el fascismo, los trabajadores cubanos organizador envíos de recursos y realizaron numerosas acciones de solidaridad.

Fidel Castro y la Unión Soviética

En varias ocasiones el Comandante en Jefe Fidel Castro se ha referido a la trascendencia de lo ocurrido en Rusia el 7 de noviembre de 1917. En el XXV Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, efectuado en 1976, afirmó:

“Ningún revolucionario dejó de sentir el aliento y el estímulo que emanó siempre de los comunistas soviéticos. Puede decirse que desde entonces todas las nuevas generaciones revolucionarias se educaron en las ideas, el espíritu y los principios de la Revolución de Octubre. Ningún acontecimiento influyó jamás tanto en la mente de los hombres, el destino de los pueblos y el progreso del mundo. La humanidad ha vivido a partir de entonces el más fecundo período de transformación revolucionaria en toda su existencia”.

Admirador de la URSS, de su heroísmo en la lucha contra el fascismo y sus grandes logros en la construcción del socialismo, Fidel fue capaz, sin embargo, de prever su desmoronamiento y en este sentido le expresó al pueblo cubanos el 26 de julio de 1989:

“Tenemos que ser más realistas que nunca. Pero tenemos que hablar, tenemos que advertir al imperialismo que no se haga tantas ilusiones con relación a nuestra Revolución y con relación a la idea de que nuestra Revolución no pudiera resistir si hay una debacle en la comunidad socialista; porque si mañana o cualquier día nos despertáramos con la noticia de que se ha creado una gran contienda civil en la URSS, o, incluso, que nos despertáramos con la noticia de que la URSS se desintegró, cosa que esperamos que no ocurra jamás, ¡aun en esas circunstancias Cuba y la Revolución Cubana seguirían luchando y seguirían resistiendo!” .

En el XVI Congreso de la CTC efectuado en enero de 1990 volvió a referirse al tema y afirmó: “El imperialismo y la reacción mundial deben saber que la Revolución no puede ser derrotada. Nuestros amigos en todo el mundo deben saber que nuestro pueblo será capaz de resistir en cualquier circunstancia, deben saber que en Cuba no se derrumbará la Revolución, que en Cuba no se derrumbará el socialismo.”

Es reveladora la respuesta dada por el líder Histórico de la Revolución a Federico Mayor cuando este preguntó: “¿La palabra socialismo acaso tiene sentido todavía?”

Fidel le contestó: “Hoy estoy más convencido que nunca de que tiene gran sentido”. “No ha llegado el fin de la historia como algunos eufóricos ilusos imaginaron. Ahora es realmente cuando quizás comience”

Una sociedad justa que tiene como centro de atención al ser humano, que promueve la igualdad, la solidaridad, el internacionalismo, el derecho de los pueblos a su autodeterminación, independencia y soberanía, no puede ser vencida por el capitalismo.

Rendir honor a los protagonistas de aquel asalto al cielo que se produjo en Rusia y a su líder Vladimir Ilich Lenin es un deber de todo revolucionario. La fecha no podrá nunca ser borrada.

Acerca del autor

Graduada de Periodismo en 1974 y Master en Ciencias Políticas de
enfoque Sur, Al graduarse pasó a atender temas históricos e
ideológicos y viajó a varios de los antiguos países socialistas. Al
pasar al periódico Trabajadores, escribió para el Suplemento de
salud durante varios años y realizó la cobertura del segundo
contingente de la brigada médica en Guatemala. Posteriormente fue
jefa de la edición digital y subdirectora editorial hasta mayo de 2025
que se jubiló y se recontrató en la publicación. En el transcurso de
su ejercicio profesional Ha ganado premios en concursos
periodísticos y de humorismo.

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