Cargando...Tras el paso del huracán Melissa, los daños no fueron pocos: inundaciones, pérdidas materiales, desafíos logísticos, rutas interrumpidas, comunidades aisladas y una urgencia nacional por reconectar. La recuperación de los territorios afectados es hoy la línea de trabajo diaria, y desde el Ministerio de Transporte, las acciones no se hicieron esperar.
Lo que comenzó como emergencia, se convirtió en respuesta articulada con brigadas en el terreno, trenes de rescate y rutas rediseñadas. Acciones que demuestran preparación técnica y solidaridad profundamente cubana. Así lo reflejan las maniobras desplegadas y documentadas en la página de facebook de Eduardo Rodríguez Dávila, ministro del sector.
Respuesta inmediata
La carretera que conecta Mayarí Arriba con Santiago de Cuba -acceso vital al municipio Segundo Frente- fue uno de los espacios afectados. Según precisó Rodríguez Dávila las intensas lluvias provocaron la obstrucción de alcantarillas y la socavación de un tramo clave. Frente a esto, la respuesta fue inmediata: la Brigada No. 2 de Movimiento de Tierra de la ECM Mariel llegó equipada y decidida a -en tiempo récord- devolver la funcionalidad de esta vía estratégica.
La solución técnica fue concebida directamente en el terreno por especialistas de la Empresa de Proyecto No. 15. No hubo burocracia, hubo acción. Este episodio no solo habla de eficiencia, sino de confianza en el sistema constructivo, de capacidad de respuesta y de una voluntad que no se rinde. No obstante, estás condiciones revelan una fragilidad estructural que debe ser atendida más allá del evento.
Como expresó Sandra Loureiro Rodríguez, directora del Centro Nacional de Vialidad: “Seguimos atentos a la evolución de las condiciones climáticas y mantenemos activos los protocolos de vigilancia y respuesta”, destacó el ministro en su página de facebook.
Al mismo tiempo y en medio de las inundaciones provocadas por Melissa, el ferrocarril se convirtió en una herramienta de rescate. Desde bien temprano, un carahata, un cochemotor y un tren se desplazaron hasta Guamo para evacuar a la población acompañados de las fuerzas del Ministerio de Interior, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, la Cruz Roja y zonas de defensa.
Este lunes 436 personas fueron evacuadas hasta Jobabo, y allí 12 ómnibus los trasladaron hacia Las Tunas. El recibimiento fue cálido, con autoridades, personal de salud y la solidaridad espontánea de los pobladores. El ministro afirmó que ya son más de 2 mil los ciudadanos evacuadas desde Guamo por la línea del tren. Aunque en algunos tramos cubiertos por el agua el esfuerzo fue titánico, la labor no fue en vano porque cada jornada de rescate es también una jornada de dignidad.
Red vial oriental: entre el lodo y la resiliencia
Asimismo enfatizó que las afectaciones en la red vial del oriente cubano son extensas. En Las Tunas, el tramo hacia Puerto Padre está transitable, pero el puente Plan Lechero aún acumula agua. En Granma, varios tramos solo permiten el paso de transporte especializado, y comunidades como Uvero, Ocujal y La Plata permanecen incomunicadas.
La carretera Moa–Baracoa está habilitada únicamente para transporte especializado. Las vías Holguín–Moa y Palma–Barajagua permiten el paso con precaución. En Santiago de Cuba, aunque algunos tramos mantienen circulación habitual, otros como la vía hacia El Cobre y Palma Soriano están en recuperación.
Una verdad latente en medio de todo esto: la vulnerabilidad de ciertas rutas es estructural. No basta con reparar, hay que repensar. La resiliencia vial debe ser parte del diseño, no solo de la respuesta.
Servicios reorganizados
Ante los avances alcanzados y el inicio del restablecimiento progresivo de los servicios de transporte, se decidió comenzar las operaciones desde este lunes. Rodríguez Dávila declaró que aunque persisten afectaciones en algunas rutas, ya se han definido nuevos itinerarios para garantizar la movilidad segura y el abastecimiento de la población.
Al respecto, señaló que las rutas de Ómnibus Nacionales fueron adaptadas con inteligencia logística. Guantánamo, Granma, Santiago de Cuba y Baracoa reorganizaron sus salidas, evitando zonas comprometidas. Las rutas de Santiago–Moa, Santiago–Pilón y Santiago–Manzanillo permanecen suspendidas hasta que se garantice la seguridad vial.
Los trenes, por su parte, continúan cancelados en varias provincias. La recuperación de las vías férreas avanza, pero requiere certificación técnica y decisión de los consejos de defensa provinciales. Urge una mirada estratégica que no solo reactive, sino que fortalezca.
En el transporte aéreo, los aeropuertos Frank País (Holguín) y Antonio Maceo (Santiago de Cuba) mantienen operaciones. Se han establecido facilidades para reprogramar viajes y reintegrar el valor de los boletos. El transporte marítimo también se adapta, Rodríguez Dávila añadió que en Santiago de Cuba se han reforzado medidas para garantizar la descarga priorizada de la canasta básica familiar.
Cuando reconstruir no es solo reparar, es reafirmar
Es innegable el paso de la recuperación en todo el Oriente cubano, pero más allá de cifras y rutas, lo que se reconstruye es la confianza. El Ministerio de Transporte ha demostrado su capacidad de respuesta, articulación interinstitucional y compromiso con el pueblo. Cada una de las publicaciones del ministro Eduardo Rodríguez Dávila no son solo partes informativos: son crónicas de resistencia.
Desde el lodo, el asfalto y los rieles, Cuba se levanta. Y lo hace con sus trabajadores, sus brigadas, sus transportistas y su gente. Porque en cada kilómetro rehabilitado, en cada evacuado que llega a salvo, hay una historia de esfuerzo colectivo que merece ser contada.
