El 22 de octubre de 1962, a las 17:00 horas, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz ordenó la alarma de combate y movilizó en pie de guerra a toda Cuba.
El llamado del líder histórico de la Revolución fue una hora antes de que el presidente norteamericano John F. Kennedy decretara el bloqueo naval a la Isla por los misiles nucleares soviéticos, de corto y mediano alcance, instalados en el país con la aprobación soberana del Gobierno cubano para disuadir a los yanquis de realizar una agresión a la que habían destinado 250 mil militares.

En la frontera con la ilegal Base Naval en Guantánamo comenzó antes la Crisis de Octubre por el reforzamiento del enclave con un regimiento de infantería de Marina con 3 700 efectivos, aviones de combate, tanques y artillería terrestre, con el apoyo de varios buques de guerra, lo que puso en alerta a los combatientes del Batallón 89, en la actualidad Brigada de la Frontera, Orden Antonio Maceo.
Rafael Piquera Soa entonces era el jefe del destacamento que custodiaba la entrada terrestre a la Base, en el sector este del área usurpada, muy cerca del poblado de Boquerón, considerada la dirección principal de un posible ataque, y recuerda que allí se ubicaron importantes fuerzas enemigas.
“Un grupo de cañones sin retroceso, un batallón de infantería de marina y varios tanques de guerra”, describe.
Piquera agrega que el 21 de octubre fueron evacuados los civiles residentes en la base yanqui y suspendieron el acceso a ella de las decenas de trabajadores cubanos que por aquel momento todavía laboraban en ella.
Tras el agresivo discurso de Kennedy desde la Casa Blanca, el Batallón de la Frontera recibió órdenes precisas de mantener el servicio de vigilancia en el perímetro con la instalación naval y el resto de la tropa pasar a un segundo escalón y fortificarse para repeler la muy posible agresión norteamericana, según señala Jesús Lara Batista, por aquella época integrante de su Estado Mayor.
Además, por orden del comandante Raúl Castro Ruz, al frente del Ejército Oriental en aquellas horas cruciales, otros batallones de infantería y uno de tanques ocuparon posiciones defensivas en la profundidad, con la cobertura de un grupo soviético de cohetes antiaéreos SA-75 Dvina y una unidad de radiolocalización en la loma de La Mesa, a unos 15 km al noreste de la Base.
Mientras los jóvenes combatientes del Batallón de la Frontera se preparaban para defender a la patria socialista del invasor yanqui, desconocían que el 24 de octubre un convoy soviético se había movido desde Mícara, Mayarí Arriba, en el actual municipio santiaguero de Segundo Frente, hasta las cercanías de Vilorio, en el hoy Niceto Pérez, para emplazar una batería de misiles de crucero nucleares de corto alcance FKR-1 que apuntaron hacia la Base Naval.
En la noche del 26 al 27 de octubre de 1962, en los momentos más peligrosos de la Crisis, los cohetes fueron movidos hacia el poblado de Filipinas, al suroeste de la ciudad de Guantánamo.
Durante los días de la confrontación, los norteamericanos tuvieron 13 muertos, doce de ellos en el accidente que sufrió un avión de carga aterrizando en el aeropuerto de Tres Piedras, en el sector oeste de la Base.
El otro fue el mayor Rudolf Anderson Jr., piloto derl avión espìa Lockheed U-2, no. L-113-R-25565, abatido en la mañana del 27 de octubre, en Banes, Holguín, por uno de los dos SA-75 Dvina disparados por una batería soviética, después de sobrevolar las posiciones defensivas cubanas en los alrededores de la Base Naval.
Por fortuna no se desató la guerra nuclear. A pesar del peligro del grave conflicto, en el Batallón de la Frontera nadie flaqueó.
“La determinación de nosotros era darlo todo por la Revolución”, subraya Lara Batista.
La Crisis de Octubre se resolvió sin contar con Cuba. Fueron los días luminosos y tristes en los que Fidel brilló muy alto como estadista y el pueblo de Cuba estuvo determinado a luchar por su soberanía, a pesar de la posibilidad de ser barrido por la conflagración atómica.
Fuente: José Sánchez Guerra: “Conflictos en Guantánamo, 1959-1962”. Premio Regino Boti, 2019.

