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Roselló y Enfos: Dos caras de la misma moneda

Por un lado la Empresa de Equi­pos y Aplicacio­nes Narciso López Roselló, del Grupo Em­presarial Gesime dedica­da con evidente éxito al ensamblaje, reparación y mantenimiento de triciclos eléctricos, semirremolques para portacontenedores, así como a la rehabilitación de los camiones de la Em­presa de Comunales, entre otros empeños.

Uno de los productos estrella de la Empresa Roselló. Foto: Heriberto González Brito

La otra cara es la Em­presa Nacional de Fósforos (Enfos) que tiene como en­cargo estatal la fabricación de fósforos y velas, pero sin resultados positivos. Am­bas pertenecen al Ministe­rio de Industrias.

Por las facultades otor­gadas a la empresa estatal socialista, los dos colectivos decidieron aplicar similares alternativas para encontrar eficiencia. Arriendan y al­quilan espacios, con cuyos dividendos aumentan sus utilidades. La empresa Ro­selló lleva ocho años de cumplimiento de sus pla­nes económico-productivos (prevén arribar este año a 79 millones de pesos en el indicador de ventas), mien­tras la Enfo está cada vez más lejos de satisfacer su encargo estatal.

Su quehacer o impro­ductividad la población y la economía lo perciben a diario, en tanto usted, aquel, yo, expresamos ale­gría cuando accedemos a alguno de los triciclos eléctricos, una opción de movilidad más asequible para miles de personas en muchos lugares del país, gracias al aporte de la in­dustria nacional y a la con­tribución del Fondo para el Desarrollo del Transpor­te Público, según informó Eduardo Rodríguez Dávi­la, titular del Transporte. Y también manifestamos nuestra inconformidad —y el de la economía nacio­nal— porque hace tiempo que desapareció el fósforo del alcance de la población.

 

Catorce contratos dearrendamiento

José Mederos Cabrera, di­rector general de la Em­presa Narciso López Rose­lló, comentó: “Desde hace varios años arrendamos talleres y almacenes a dos empresas mixtas: Mer­cedes Benz y Volvo, con las que tenemos un fuer­te encadenamiento, y con Etecsa, solo negociamos al­macenes.

“Hoy estamos creando una Asociación Económi­ca Internacional (AEI) con una empresa canadiense, vinculada a su vez a una homóloga china —la que fabrica los triciclos que en­samblamos— una alianza más compacta y concentra­da en menos área. Apor­taremos locales y fuerza de trabajo, y la parte ex­tranjera estará a cargo de la tecnología y el asegura­miento.

 

Enfos alumbra a medias

“Esta era una entidad gran­de en área, con muchas na­ves de casi 100 metros de largo por 24 de ancho y como disminuyó la activi­dad productiva por falta de financiamiento y otros recursos, nos quedaron lo­cales sin explotar y decidi­mos arrendarlos a formas de gestión no estatal y a empresas estatales. Incluso prevemos en los próximos meses ampliar el actual arriendo a una mipyme”, abundó el directivo.

¿De qué montos habla­mos? “En total son unos4 millones de CUP men­suales entre los 14 contra­tos, conveniados según las tarifas establecidas por el Ministerio de Finanzas y Precios. Es un dinero que, en tanto utilidades, se diri­ge a incrementar el ingre­so de los trabajadores, el pago por resultados y por antigüedad, aplicamos la Resolución 87 y otras con­tribuciones, además de que saldamos los gastos en ener­gía eléctrica. Al no formar parte del plan de ventas de la empresa, tampoco inte­gra el de ingresos previsto.

“Claro, lo mejor sería que nos pagaran directa­mente en USD, pero no te­nemos cuenta en divisas. Cerramos septiembre con 9 mil 110 pesos de sala­rio medio por trabajador (el año pasado superó los13 mil pesos) y entregamos gratuitamente módulos de aseo y de alimentación a partir de las reservas rete­nidas.

En el 2024 la empresa Roselló tenía un plan de utilidades de 39,7 millo­nes de pesos y alcanzó 53,3 millones. Un salto en que mucho tuvieron que ver los aportes del arrendamiento.

Los 247 trabajadores, que antes fabricaron los ca­miones Barreiro y Taínos, arribarán el próximo di­ciembre a su aniversario 45. Mientras, su empeño pro­ductivo se refuerza en la es­pera del arribo desde China de otros 120 triciclos para completar los 300 compro­metidos para este 2025.

 

Enfos alibia a medidas

“Es difícil explicar la si­tuación del fósforo, un pro­ducto que desde antes de la pandemia de la COVID-19 dejó de figurar en la canas­ta familiar normada”, nos expresó Brandy Araújo Re­yes, director de Enfos”.

Solo trabaja una de las cuatro fábricas existentes en el país, la enclavada en Palma Soriano, evidencia del por qué la satisfacción no protagoniza hoy el am­biente entre sus 269 traba­jadores. Cuba demandaba 11 millones de cajitas de fósforos cada mes y en el 2025 solo contamos con materia prima para pro­ducir apenas 14 millones”, subrayó.

“El fósforo necesita 22 materias primas diferentes, de ellas 17 de importación y entre estas hay tres que son sustancias peligrosas, muy difíciles de adquirir. A eso se suma que cuatro plantas acumulan más de 70 años de explotación, una de las causas de la mala calidad del fósforo”, expuso el di­rector.

En el 2024 tocaron fon­do. De 30 millones de caji­tas planificadas solo entre­garon, y a intervalos, para un total de 3,4 millones de unidades. Además, el em­peño de los 8 millones de velas previstos, quedó en 534 mil.

 

¿Qué hacer?, ¿cómo soste­ner la empresa?

Prácticamente sin produc­ción, la supervivencia de la entidad dependía de las acciones que pudieran po­ner en práctica el colecti­vo obrero y su equipo de dirección. La decisión fue la de proteger al menos el salario de los trabajado­res, mediante arriendos y alquiler de espacios. “Eva­luamos en cada territorio cómo hallar alternativas y encontramos algunos ni­chos con la fabricación de pinturas, mobiliario para círculos infantiles, cajas de acopio, cosas sencillas, pero que proporcionaban ingresos”, agregó Brandy Araújo Reyes.

Fundamental ha sido el arriendo y alquiler de espa­cios a distintos actores de la economía lo que les permitió incrementar utilidades, in­cluso hasta los 9,3 millones de pesos en el 2024 lo que parecería un dislate eco­nómico. Con ello pudieron sostener salario e ingresos, aunque están cada vez más alejados del cumplimiento de su objeto social.

Los datos aportados hablan por sí solos sobre el tema, José Antonio Pérez Pérez, miembro de la Co­misión Organizadora del 22 Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, destacó como positiva la autonomía otorgada a la empresa estatal socialis­ta para que producciones o servicios alternativos generen ingresos que ga­ranticen la estabilidad del empleo y el salario de los trabajadores.

“Pero si a su vez in­cumple su producción asig­nada de bienes materiales y servicios, entonces el fe­nómeno tiene un impacto negativo y directo en el in­cremento de la inflación”, afirmó.

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