“Es grande la satisfacción que sentimos cuando damos soluciones demandadas por la población”, lo afirma José Agustín Díaz García y Michel García Rodríguez, su compañero de batallas por el bienestar colectivo, asiente con gestos de aprobación.
La afirmación trasciende la retórica y es tangible en innovaciones con impacto en la transportación de pasajeros en los municipios de Majibacoa y Jesús Menéndez, porque les han devuelto la vida útil a vetustos medios que hoy mejoran las condiciones de vida de pobladores de remotas zonas en esas demarcaciones.

José Agustín y Michel son trabajadores de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Logística, de la Empresa Provincial de Transporte Las Tunas, donde coincidieron desde hace ya unos cuantos años y desde entonces han formado un dúo para respetar.

La resurrección de un soberano…
Desde el 25 de julio y como saludo a la efeméride moncadista, por las líneas férreas de barrios intrincados de “Jesús Menéndez” ha vuelto a circular el Rey del Sur, sobrenombre acuñado por los vecinos y que distingue al coche motor que, como un gigante, ahora vuelve mitigar, en cierta medida, la ansiedad de muchas personas necesitadas de viajar por cuestiones laborales, médicas, estudiantiles, de ocio… También dispone de un espacio reservado al traslado de productos de la canasta básica cuando arriban a la ciudad cabecera.
“Los expertos de Ferrocarriles, después de un riguroso examen, reconocieron el buen estado técnico del equipo y autorizaron su circulación”, enfatizan José Agustín y Michel, los artífices del “milagro”.
Los dos destacados innovadores, cuales súbditos del monarca de hierro y de la voluntad popular, asumieron el desafío de devolverle la vida útil al vetusto medio, que reina en esos apartados parajes de la amplia zona sur de ese territorio y que ahora extiende su imperio a otros barrios del norte.
¿Arte de magia?
Para ser justo, la sobrevida del “gigante” no es un acto de magia, ni un milagro, es fruto del interés de las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia y la localidad, y del esfuerzo y la entrega de José Agustín y Michel, balancistas y distribuidores de la UEB citada, pero con vasta experiencia en cuestiones de mecánica.
Ellos aclaran que lideraron los trabajos, pero con la sencillez y la modestia propias de los héroes, celebran que “fue decisivo el apoyo y la participación de Jorge Díaz Almaguer y Yunier Salazar Medina, maquinista y conductor, respectivamente, del coche motor; y de César Elías Arias Téllez, un soldador que puso sus manos, sabiduría, y equipos y herramientas particulares al servicio del proyecto. “César estuvo todo el tiempo al lado de nosotros”, testifican.
José Agustín y Michel defienden un principio básico: “Si los miembros del equipos se integran como un sistema, y cada uno actúa de manera coordinada con los demás y atiende sus tareas con responsabilidad y compromiso, el proceso fluye, aunque los retos parezcan imposibles”.
La innovación…
“Nos dijeron que por el trabajo solo devengaríamos el salario normal y aceptamos, aunque sabíamos su envergadura. Asumimos el encargo del Partido y el Gobierno como una tarea de choque. Fueron jornadas largas y extensas. Viajes casi diarios de ida y vuelta desde Las Tunas hasta Chaparra, porque había recursos que se fabricaban en nuestros talleres, donde están las herramientas de maquinado necesarias”, reseñan.
“El Rey del Sur estuvo parado dos años y cinco meses”, rememoran y comentan: “En solo 21 días logramos la adaptación de un motor YaMZ-238 de un KP3 con todos sus agregados. Usado, pero en un estado técnico muy bueno”.
Cuentan que el 25 de julio entregaron a las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia y la localidad y al pueblo, el coche motor en completa disposición técnica, listo para cumplir su encomienda después montar toda la instalación eléctrica del motor, la pizarra, la cabina del conductor, el salón de pasajeros… Ya restablecido el “Rey del Sur” extiende sus dominios al norte y llega hasta apartados parajes de esa geografía.
Ahora, “sentimos la gran satisfacción de aportar algo a miles de personas de zonas rurales apartadas y muchas de difícil acceso”, exclaman y sus rostros denotan la alegría que les proporciona la solución del problema.
Otros desafíos…
Así José Agustín y Michel agregan otra hazaña que denota el interés, el conocimiento, la experiencia y la voluntad que ponen ante los desafíos cotidianos.

De esos atributos sabe el carahata que presta servicios en zonas rurales intrincadas del municipio de Majibacoa, que también devolvieron a la vida útil; aunque la prueba de fuego la tuvieron en los aciagos días de la pandemia Covid-19, en los que se levantaron con la misma entereza para apoyar a las fuerzas que combatían la letal enfermedad.
Momentos en los que José Agustín retó su alergia al cloro y, junto a Michel, y a otros compañeros estuvo en zona roja para convertir ómnibus en hospitales móviles, microbuses en ambulancias…, “hacíamos el desmontaje y el montaje de todos los recursos que necesitaban esos medios de transporte para salvar vidas”.
Mirando al futuro…
José Agustín y Michel ya están proyectando devolverle la vitalidad al coche motor de Manatí, un transporte que une a las ciudades de Las Tunas con la cabecera de ese municipio del norte tunero y la zona del Puerto de Manatí.
Y no hay razones para dudar del triunfo, porque el aval está en lo todo cuánto hecho como súbditos del Rey del Sur y de otro soberano: el pueblo.
Ellos portan, también, con dignidad la corona de sacrificios, que bien merecen elogios, fundados por José Agustín en casi tres décadas de labor ininterrumpida en esta UEB, donde tuvo oportunidades y las aprovechó trabajando y estudiando hasta dominar el sistema integral de mecánica, después de dos años y cinco meses de misión militar en los campos de la República Popular de Angola.
Y Michel hace 16 años que encontró en su colega un guía que ha seguido desde que llegó a la UEB y han formado un equipo que hace “milagros” con su espíritu innovador, su voluntad y su entrega.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo (Universidad de Oriente, 1986), máster en Ciencias de la Comunicación (Facultad de Comunicación Universidad de La Habana, 2010). Inició como colaborador (1999) y desde el 2008 es corresponsal de Las Tunas. Profesor adjunto de la Universidad de Las Tunas con categoría de asistente. Cumplió misión en la República de Haití (2000) y en la República Bolivariana de Venezuela (2018-2021). Es colaborar del Periódico 26 y de la emisora provincial Radio Victoria.

