“Lo que hay es que combatir todos los días y proponerse qué bien hacer por su ciudad, por su comunidad, por su familia, por todos nosotros”, afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al terminar este domingo un trabajo voluntario en el que participó, junto a unos 400 trabajadores, en la limpieza y recogida de desechos forestales y escombros en las áreas verdes del Palacio de la Revolución.
Días atrás el propio Presidente había convocado a los colectivos laborales y comunidades de la capital a limpiar, ordenar y embellecer sus centros de trabajo y barrios, como parte de un ejercicio que se ha propuesto la atención rápida, intensa y con el mayor orden posible en tres asuntos que exigen la coordinación de múltiples fuerzas: la distribución de la energía eléctrica, el abasto de agua y la recogida de los desechos sólidos.
Díaz-Canel ponderó cómo la población se sumó a la convocatoria. “La gente ha actuado con sentido de responsabilidad, sobre todo por la insatisfacción que tenían con lo que estábamos viviendo; nos estábamos acostumbrándonos a vivir de una manera, a contemplar cosas, que la vida demuestra que cuando se hacen operaciones como estas se resuelven en medio de la situación más compleja que tenemos”.
Por su parte, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) respondió a este llamado con la presencia de todos sus cuadros, a todos los niveles, en los trabajos voluntarios que tuvieron lugar sábado y domingo en La Habana; en tanto los sindicatos nacionales también se volcaron con sus respectivas estructuras a apoyar todas las labores de higienización.
Yaisel Osvaldo Pieter Terry, integrante de la Comisión Organizadora del 22 Congreso, declaró que la CTC extendió la invitación a que los trabajadores no solo vivieran estas jornadas voluntarias en los centros laborales, sino en sus alrededores. Asimismo, resaltó el apoyo de fuerzas especializadas en muchos territorios y señaló que la idea esbozada por el Presidente de desterrar la pasividad fue asumida como corresponde al movimiento sindical: con entusiasmo y responsabilidad.
Esta movilización de pueblo no significa que todo está resuelto ni mucho menos. Se impone ahora sistematicidad y no maratones; extender esas acciones a otras ciudades; mejorar en organización todo lo que concierne a servicios comunales y volver a recuperar la disciplina ciudadana, que en varios lugares se ha perdido.
“La higienización de la ciudad —reiteró Díaz-Canel—, no va a resolverse con el esfuerzo que se ha hecho este fin de semana, y habrá que seguir. La población ha visto una reacción; sin embargo, lo que más le preocupa a la gente —afirmó— es cómo se va a sostener este esfuerzo. Bueno, lo vamos a sostener si todos trabajamos así”.