El orgullo de llamarnos comunistas (+ Video)

El orgullo de llamarnos comunistas (+ Video)

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Grandes emociones se vivieron en el acto solemne efectuado en el teatro Chaplin ( hoy Karl Marx) aquel 3 de octubre de 1965. Se daba a conocer al pueblo el primer Comité Central del Partido, para el cual fueron electos a quienes representaban de manera más justa la historia de la Revolución y aquellos que habían luchado incansablemente por su consolidación, defensa y desarrollo.

 

Presentación del primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

 

En sus filas estaba representada desde la hermosa herencia de los fundadores en 1925 del primer Partido marxista leninista en la persona de Fabio Grobart,  hasta los protagonistas de episodios heroicos de sacrificio, lucha, proeza civil o militar.

En la presentación del organismo partidista. Fidel Castro Ruz hizo importantes anuncios: en vez de dos periódicos de carácter político, (Hoy y Revolución) concentrar los recursos humanos y materiales en uno solo que se  llamaría Granma, “símbolo de nuestra concepción revolucionaria y de nuestro camino”.

Otro acuerdo se refirió al nombre del Partido. Hizo un recuento del proceso unificador de las organizaciones que habían contribuido a la victoria de 1959 hasta la fecha: primero con las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) después con el Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS), que significó un progreso extraordinario porque se nutrió de la cantera inagotable del pueblo, de los valores surgidos en el seno de los trabajadores, pero todavía daba la idea de algo que fue necesario unir, que recordaba los orígenes de cada cual.

Y reflexionó dirigiéndose a los presentes en el acto: “Puesto que el nombre de nuestro Partido diga no lo que fuimos ayer sino lo que somos hoy y lo que seremos mañana ¿cuál es a juicio de ustedes el nombre que debe tener nuestro Partido?”

De varios puntos del teatro se alzaron voces de respuesta al Comandante en Jefe con una misma palabra: ¡comunista!, seguida de una ovación aprobatoria.

Fidel calificó esta decisión como uno de los pasos más trascendentes de la historia del país, el momento “en que todo el pueblo se unió estrechamente, en que el sentido del deber prevaleció sobre todo, en que el espíritu colectivo triunfó sobre todos los individualismos, en que el interés de la patria prevaleció amplia y definitivamente sobre todo interés individual o de grupos”, y recalcó: “significa haber alcanzado el grado más alto de unión y organización con la más moderna, la más científica a la vez que la más revolucionaria y humana de las concepciones políticas.”

Recordó cómo las ideas nuevas siempre habían sino calumniadas y anatemizadas y la palabra comunista era usada como una ofensa contra el gobierno revolucionario cubano. Cuando las agencias internacionales de prensa al servicio de los explotadores nos llaman comunistas, expresó el Comandante en Jefe “sepan que nos llaman de la manera más hermosa que puedan llamarnos”.

Un momento especialmente emotivo fue cuando Fidel habló de alguien que no aparecía en el Comité Central aunque reunía todos los méritos y virtudes para pertenecer a él, y se trataba de Ernesto  Guevara, sobre cuya ausencia en la vida pública de la nación había motivado las más retorcidas conjeturas del enemigo.

Como respuesta a tales patrañas, el Comandante en Jefe presentó la carta de despedida del Che, escrita de su puño y letra,  donde este anunciaba su intención internacionalista: “otras tierras del mundo reclamaban el concurso de sus modestos esfuerzos”; declaraba sentirse orgulloso de pertenecer al pueblo cubano, de la guía de Fidel y de todos los sueños de constructor que había podido materializar en la patria que lo había acogido como a un hijo.

Sobre la conmovedora misiva, señaló Fidel: “los que consideran a los revolucionarios hombres insensibles, fríos, sin entrañas, tendrán en esta carta el ejemplo de todo el sentimiento, toda la sensibilidad, toda la pureza que puede encerrar el alma de un revolucionario.”

¡Hasta la victoria siempre! Se convirtió desde ese instante en el optimista mensaje de un hombre comprometido con la causa de la liberación de las naciones oprimidas y de la independencia americana por la que entregaría la vida años más tarde.

A seis décadas de estos hechos, mantienen vigencia las palabras del Comandante en Jefe en el histórico acto, cuando señaló:

“Esta Revolución no se importó de ninguna parte, es un producto genuino de este país, ¡nadie nos dijo cómo teníamos que hacerla y la hemos hecho! ¡Nadie nos tendrá que decir cómo la seguiremos haciendo, y la seguiremos haciendo! ¡Hemos aprendido a escribir la Historia y la seguiremos escribiendo!”

 

 

Acerca del autor

Graduada de Periodismo en 1974 y Master en Ciencias Políticas de
enfoque Sur, Al graduarse pasó a atender temas históricos e
ideológicos y viajó a varios de los antiguos países socialistas. Al
pasar al periódico Trabajadores, escribió para el Suplemento de
salud durante varios años y realizó la cobertura del segundo
contingente de la brigada médica en Guatemala. Posteriormente fue
jefa de la edición digital y subdirectora editorial hasta mayo de 2025
que se jubiló y se recontrató en la publicación. En el transcurso de
su ejercicio profesional Ha ganado premios en concursos
periodísticos y de humorismo.

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