La impronta femenina ha marcado el quehacer de muchos sectores de la vida nacional y, de manera particular, en la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), cuyas estructuras de dirección y algunos de sus más importantes procesos se encuentran liderados por mujeres.

En ese camino hace justicia recordar a María Benítez, compañera de Emilio Roig de Leuchsenring. Fue albacea de sus bienes y del concepto cultural creado por el primer Historiador de La Habana. Solo descansó cuando identificó a Eusebio Leal Spengler como la persona a la que podía legar la colosal misión. Ya sabemos que no se equivocó.
A lo largo de más de cinco décadas como Historiador de la Ciudad, Leal ponderó la entrega profesional de las mujeres. Parte del resultado podría expresarse en cifras: el 47,6 % del total de trabajadores de la institución son mujeres, así como el 62,6 % de los cuadros de dirección.

Muchas de esas lideresas llegaron recién graduadas o se hicieron profesionales trabajando en la OHCH. Gracias a su esfuerzo escalaron hasta las más altas responsabilidades: desbrozaron el camino y hoy marcan la ruta a los nuevos ingresos.
Mujeres con estrategia

“En los últimos años hemos estado reflexionando sobre la representación femenina en las estrategias del desarrollo cultural comunitario, así como en la gestión patrimonial y cultural”, dijo a Trabajadores Katia Cárdenas, directora de Gestión Cultural de la OHCH.
“Identificamos brechas en materia de derechos e igualdad y establecimos una estrategia de género que ofrece una mirada transversal al tema en el quehacer de la Oficina. En ese camino estuvimos acompañados por la doctora Norma Vasallo Barrueta, quien, hasta su muerte rectoró la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana. Gracias a ella hoy contamos con la estrategia y un manual de género para la gestión patrimonial y cultural”.
“Los estudios vinieron acompañados de procesos de capacitación a nuestras lideresas. Se pudo conocer hasta dónde habíamos avanzado y cuánto nos quedaba para visibilizar el quehacer de las mujeres. A partir ahí varias instituciones comenzaron a desarrollar acciones desde diversas perspectivas. Hubo experiencias valiosas como el Laboratorio Psicosocial de Mujeres de la Casa de la Obra Pía, que prestó especial atención a vecinas de la comunidad que se encontraban en situación de vulnerabilidad.
“El proyecto del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa (Palacio del Segundo Cabo), por su parte, indagó en las mujeres vinculadas al patrimonio y colocó el tema en uno de sus espacios más importantes, el Coloquio Presencias Europeas en Cuba, que dedicó su V edición a Las mujeres en la historia compartida entre Cuba y Europa.
“En ese entorno surge la idea de construir la Red Colaborativa de Mujeres de La Habana Vieja, integrada por gestoras culturales, emprendedoras y artistas vinculadas a distintos ámbitos de las Industrias Culturales y Creativas (ICC) del territorio”, aseveró Cárdenas.
Emprendedoras y conectadas
La Red Colaborativa de Mujeres fomenta alianzas estratégicas, espacios, oportunidades y nuevos proyectos. Potencia la visibilidad del quehacer de las emprendedoras y las promueve. También estimula iniciativas para la educación en valores que permitan transformar la realidad.

El proyecto anima a la ciudadanía a tener una perspectiva crítica, resolutiva y entra en sinergia con el programa de actividades del Espacio para el Desarrollo Cultural Comunitario (EDCC), el teatro Martí, la Casa de África, y el Anfiteatro del Centro Histórico, que promueve iniciativas artísticas barriales. También actúa en los centros culturales a+ Espacios Adolescentes, con su taller de cine social; en Habana Espacios Creativos, en la Casa de Titón y Mirtha; así como en el proyecto de desarrollo local Sin Filtro.
Entre las acciones fomentadas por la Red sobresalen eventos como Mujeres en Escena, del Teatro Martí, con bailarinas y artistas que apuestan por el desarrollo coreográfico; y Evaloquios, en Nodo Habana, con sede en el antiguo Palacio Sarrá, ubicado en el Malecón.
Los Evaloquios, organizados por Sin Filtro y por la dirección de Gestión Cultural, cuentan con el liderazgo de la actriz y poeta Patricia Roddas y la también escritora Yanelis Encinosa, jefa del departamento de Programas Culturales.
Desde el primer encuentro presencial (marzo/ 2025), la Red no ha parado de crecer. Actualmente la integran unos 24 proyectos entre los que sobresalen los de moda y el diseño (40 %), seguidos por arte y cultura, así como gastronomía y servicios, con el 20 % cada uno.
Hasta el momento han tenido varios encuentros y durante el verano exhibieron su fortaleza en el Andar de la Mujer Emprendedora y Creativa, una de las propuestas de agosto del proyecto Rutas y Andares.
Si bien la iniciativa, cuya edad promedio es 36 años, parte del poder y la fuerza de las que ya son lideresas de instituciones, comunidades o negocios, también busca identificar jóvenes con potencial que residan en barrios vulnerables de la Habana Vieja:
“Esa línea de investigación es muy sensible y la desarrollamos de manera cooperada con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). La idea es mostrar a esas chicas que se puede crecer, lograr autonomía y transformar la realidad de varias formas, entre ellas las que transitan por las industrias culturales y creativas”, explicó Cárdenas.
Cultura como herramienta de transformación
Actualmente la OHCH y Kultura, Communication y Desarrollo (KCD ONGD), con financiamiento de la Agencia Vasca De Cooperación y Solidaridad, ejecuta el proyecto de cooperación internacional “Promoviendo la cultura como herramienta de transformación social en el Centro Histórico de La Habana, desde un enfoque de género, participación y sostenibilidad ambiental”.
La idea fue gestada para contribuir al desarrollo sostenible del Centro Histórico de La Habana, con las ICC como motor de transformación y empoderamiento. Lo que inicialmente parecía un sueño, está en vías de hacerse tangible cuando dos de los emprendimientos que carecían de espacio físico para desarrollar su trabajo, queden emplazados en los predios del antiguo Palacio de Jaruco, hoy sede de EDCC.
Estas mujeres, agentes de cambio y protagonistas del proceso cultural, contarán con apoyo publicitario en los diferentes medios y soportes de comunicación con que cuenta la Oficina, incluidas sus redes sociales. También serán invitadas a eventos, ferias y a la Ruta de la Mujer Emprendedora y Creativa en el Centro Histórico, por la que transitan habitualmente turistas y visitantes.
El proyecto contempla financiamiento para fomentar el interés por la superación en adolescentes, jóvenes y mujeres vinculados a sectores culturales y creativos; así como para implementar una comunicación con enfoque de género y establecer espacios de intercambio que promuevan la sostenibilidad ambiental y la equidad desde el Derecho, enfatizando el aporte femenino.

La experiencia es resultado de esa perspectiva de género con que desde hace años miran y gestionan la cultura y el patrimonio en la OHCH. La meta es ambiciosa, no se trata de fundar nuevas instituciones o restaurar añejos edificios, como habitualmente hacen, sino de cambiar prácticas, valores, conceptos, patrones culturales… Es un sueño posible, la Red ha comenzado a tejerse.



