Unas son más tiernas, otras más fuertes, profesionales o no, de 25 años de edad o tal vez de 80. Blancas de piel o más bronceadas. Muchas peinan canas, mientras, hay quienes nos teñimos de rojo, negro o rubio cenizo.
Asimismo, algunas miden solo 1.48 de estatura, otras sobrepasan los dos metros, pero nada de eso es importante sino el lazo de feminidad que nos une, lo invencible de ser mujeres, de pertenecer a una organización que celebra con la magia de seguir siendo útiles.
El aniversario 65 de la Federación de Mujeres Cubanas en Artemisa convidó al homenaje y al recuento, a tocar -más que los momentos vividos, lo mismo en el surco, en el aula, en una industria, la fiscalía o desde el hogar-, la semblanza de los pasos firmes con el alma fuerte y tierna de mujer.
Fue el Mausoleo a los Mártires, en una mañana de las más calurosas de agosto, con 34 grados Celsius y la sensación de 38 según el instituto de Meteorología, el lugar para llevar al pecho de 17 artemiseñas la Distinción 23 de Agosto, y entregar el sello del mencionado aniversario, a otras cinco líderes de centros laborales de la localidad.
Congratulados también otros hombres que apoyan a las federadas desde el Partido, el Ministerio del Interior y las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia, sin comparar esfuerzos y sí ponderando la valía de las que sonríen con la misma pasión capaz de sostener parte de un país encima de sus hombros.