No fue una visión pasajera. Tampoco sueños irrealizables. Era una necesidad a partir del cambio climático el desarrollo de la economía y la propia existencia humana. Y Fidel lo supo desde el principio, desde los años iniciales después del triunfo de la Revolución. La riqueza de una nación no solo está en sus recursos financieros, sino también en sus reservas de agua seguras y crecientes.

Esos fueron los pilares del concepto de la voluntad hidráulica. Y surgió el 10 de agosto de 1962 el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos. Entonces comenzó la estrategia para contrarrestar los efectos de la sequía, potenciar obras para atesorar suficiente volumen de agua, y guiar el empleo de este valioso recurso en el desarrollo social y económico del país.
Y para dar vida a esa voluntad, que es voluntad de pueblo agradecido, se sumaron los trabajadores más mojados, quienes no se resfrían con el salidero de una conductora y sienten el orgullo más grande cuando aseguran hoy que las inundaciones y tragedias humanas que dejó el ciclón Flora en 1963 no se repetirán en Cuba porque los embalses están ya construidos. Por supuesto, no toda la batalla está ganada. Actualmente existen problemas de abastecimiento, a pesar de que hay una capacidad de almacenar más de 9 mil millones de metros cúbicos en algo más de 242 presas. Funcionan sistemas de acueducto en las provincias, pero todavía llevamos agua en carros cisterna a no pocos lugares y con una frecuencia que nos exige ahorrar cada gota.
En fecha tan temprana como 1964 Fidel lo avizoró mejor que todos: “Y la riqueza que estamos creando será nuestra riqueza; y el pueblo trabajador que se está capacitando no trabajará para los monopolios extranjeros, trabajará para sí mismo…”.
Esa es la verdadera razón de celebrar el 10 de agosto. ¡Que se mojen nuestros abrazos con esos trabajadores! ¡Que viva nuestra riqueza!


Muy interesante el contenido de la información, pero quiero detenerme en esa foto que habla sin palabras, y digo más, es como si se pudiera tocar el agua. Felicitaciones a su creador.