En Las Tunas, cada año la aproximación del verano y de las vacaciones masivas de estudiantes y trabajadores tensa las fuerzas encargadas de garantizar ofertas que satisfagan las exigencias de numerosas personas.

Y siempre es igual: generalmente mayo, ya a las puertas del verano, es el mes elegido para acondicionar las instalaciones turísticas y recreativas, y el tiempo no alcanza, principalmente en una etapa como la actual, en la cual escasean recursos de todo tipo.
El deterioro acumulado en centros como los parques Temático, Infantil de El Cornito y zoológicos de las ciudades de Las Tunas y Puerto Padre, por solo citar algunos, denotan la perniciosa tendencia de concentrar todos los esfuerzos en la recta final, lo que compromete la calidad de los trabajos y aumenta las insatisfacciones de los vacacionistas.

Tras su paso a la Empresa de Alojamiento ha perdido belleza la Villa Cabaña, en playa La Boca, del norteño municipio de Puerto Padre, que hace ya más de un decenio fue patrimonio de los trabajadores y en la que las direcciones administrativas y sindicales garantizaban la sostenibilidad de sus prestaciones en este período del año.
Ahora, según explica Danuris Ortiz Velázquez, miembro del Secretariado de la CTC en la provincia, la organización alquila la Villa a la entidad dueña, y las administraciones y el sindicato vuelven a “pasarles” las manos a las cabañas y en correspondencia con sus posibilidades las dotan de ciertos medios que ayudan a mejorar la comodidad.
Pero hoy el restaurante tiene ofertas que los veraneantes deben adquirir a precios duros y para llevar, pues la instalación no dispone de las condiciones necesarias para que los clientes consuman en el salón.
No se puede culpar solamente la difícil situación económica del país y de los problemas que los aquejan, pues ha sido una malsana tradición dejarlos a merced del tiempo y de las “buenas” intenciones.
En los casos citados y en otros, hay desidia casi todo el año, porque no acometen como su encargo les exige cotidianamente mantenimientos sistemá- ticos que vayan, paso a paso, restaurando daños y manteniendo sus servicios durante el calendariocompleto porque Cuba es un eterno verano.
Si esas unidades se gestionaran con buenas prácticas y prestaran servicios todo el tiempo la situación cambiaría para bien de todos y, entonces, los esfuerzos serían menores para ponerlas en condiciones de acoger la avalancha de vacacionistas que necesitan sitios para descansar y divertirse.

Hay maltrato y hay pereza, porque faltan disciplina y sistematicidad en el acondicionamiento de los escenarios, y no es suficiente el esfuerzo descomunal de mucha gente en tan corto tiempo.
Los trabajadores y sus familiares, incluidos los niños, merecen que se piense más en ellos y sistemáticamente se vayan corrigiendo los problemas, una acción posible si se integra a una estrategia objetiva y los encargados de garantizar su cuidado y óptimo aprovechamiento asumen la tarea con seriedad.
Intenso ha sido —y es— el seguimiento de las máximas autoridades del Partido y del gobierno a las labores que se acometen en esos lugares con cambios reales que vale la pena socializar, generalizar.
Es preciso sostener esa idea y que las acciones transciendan estos meses en los establecimientos de las ciudades y en las playas, de manera que todo el año presten servicios dignos y sigan sus ofertas, con facilidades para acceder a esos espacios.
El objetivo es conservarlos en mejor estado y sería, además de una opción para el disfrute, una oportunidad para las entidades que los gestionan, con ventajas desde el punto de vista económico.
Hay que arrancar de las consignas su parte teórica y llevar sus esencias a la práctica y los escenarios productivos y de prestación de servicios. La patria, la gente y la economía lo necesitan.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo (Universidad de Oriente, 1986), máster en Ciencias de la Comunicación (Facultad de Comunicación Universidad de La Habana, 2010). Inició como colaborador (1999) y desde el 2008 es corresponsal de Las Tunas. Profesor adjunto de la Universidad de Las Tunas con categoría de asistente. Cumplió misión en la República de Haití (2000) y en la República Bolivariana de Venezuela (2018-2021). Es colaborar del Periódico 26 y de la emisora provincial Radio Victoria.

