Cargando...Como en años anteriores, la Jornada Cucalambeana contó con un espacio para la reflexión teórica, y disfruté mucho ese espacio. El Coloquio Iberoamericano de la Décima, en su edición 44, abordó la Controversia del Siglo en su aniversario 70 —recordar que fue protagonizada en 1955 por dos enormes poetas, Jesús Orta Ruiz (el Indio Naborí) y Angelito Valiente—; exploró facetas interesantes del quehacer de ellos por separado; se acercó a experiencias de intercambio con poetas canarios; divulgó la vida literaria decimística en territorios como Velasco (de Gibara, Holguín), Camagüey, San José (del municipio de Colombia, Las Tunas); y ofreció útiles experiencias del trabajo pedagógico con la estrofa nacional, entre otros temas de indudable provecho para los estudiosos de esta modalidad compositiva en sus vertientes oral improvisada y escrita.
Para alegría mayor, el Coloquio se regocijó con la presencia del poeta Alpidio Alonso, Ministro de Cultura, quien manifestó satisfacción por esta cita teórica y por la Jornada en general, así como reiteró la importancia de la llamada Fiesta mayor de la décima en Cuba para todo el entramado de la política cultural de la nación.
Por mi parte, puse mi granito de arena en nombre del Grupo Ala Décima con una ponencia breve que ofrezco aquí en su totalidad, de modo que sus apreciaciones —que nos parecen de importancia para todo el universo decimístico— puedan llegar a una mayor cantidad de creadores interesados:
LA VIDA LITERARIA DE LA DÉCIMA Y SUS APORTES A LA FAMILIARIDAD
Una de mis hijas en poesía, la escritora Elizabeth Reinosa Aliaga, dijo hace años, en una de nuestras tertulias: “El Grupo Ala Décima nos ha dado una nueva familia”. Y yo enseguida le respondí: “No, no es el Grupo, es la décima la que nos ha dado una nueva familia”.
El corpus de la poesía cubana en estrofas de diez versos, en su vida literaria, ha manifestado una tendencia a la contribución de los sentimientos de familiaridad y fraternidad, tendencia de la que han dado testimonio las agrupaciones espontáneas de decimistas, su estrecho vínculo con la población de las comunidades, con sus familias y vecinos, así como la atención específica a casos de personas que por razones extremas de salud han requerido de la ayuda de las colectividades.
Desde luego que tal aserto es válido sin olvidar que ya en la identidad nacional de los cubanos reside en buena medida una propensión a la solidaridad humana. Esa cualidad identitaria es tangible, por mucho que la invisibilice por momentos, en los últimos tiempos, la considerable pérdida de valores que viene padeciendo la sociedad cubana contemporánea. Asunto este que, por supuesto, está fuera del alcance que pretende el texto que nos ocupa.
Para el objetivo de este, es conveniente recordar que en Cuba la décima constituye un complejo artístico-literario con dos columnas vertebrales, la oralidad y la escritura, con vasos comunicantes mutuamente gananciosos e imprescindibles entre sí y cada una de ellas con vasos comunicantes específicos hacia otras disciplinas del arte y la literatura.
En el caso de los poetas de la vertiente oral, léase improvisación o repentismo, la naturaleza de su quehacer es ya colectiva, y por tanto el ejercicio creativo aparece simultáneamente con su vida literaria (canturías, controversias, espectáculos y otras formas de realización de la poesía oral improvisada). En el caso de los poetas de la vertiente escrita, la naturaleza de su quehacer es solitaria, y el ejercicio creativo tiene que acudir a la vida literaria (talleres, lecturas colectivas, sitios de agrupamiento como las peñas y tertulias) para su cristalización colectiva, anterior incluso, por lo general, a la publicación en libros de autor, antologías o publicaciones periódicas.
No es de extrañar, por tanto, que hayan estado muy activos los escritores en el empeño de crear (además de las ya citadas peñas, tertulias y otros proyectos similares) formaciones con estructura de grupos, surgidos espontáneamente para interrelacionarse favorablemente con las instituciones culturales creadas por el sistema de cultura del país.
En este sentido, en las décadas recientes parece ser la decana (al menos hasta donde tiene información este escribidor) el Grupo Iberoamericano de Amigos de la Décima Espinel-Cucalambé, fundado en febrero de 1993 por el entrañable hermano Renael González Batista, colectividad seguida en los años siguientes por otras como Ala Décima; Décima al Filo, de Odalys Leyva; Escuela Holguinera de la Décima, de Ronel González; la espirituana Toda luz y toda mía, de Merari Mangly; y Escritores Rurales, de Miguel Mariano Piñero; por solo mencionar las más significativas.
Vale en este punto hacer un paréntesis para apreciar la significación que ha alcanzado en los años recientes la vida literaria decimística en Camagüey, a partir de su principal gestor, el hermano poeta Alejandro González, hoy director de la al fin lograda Casa de la Décima en ese territorio. Esa significación se hace palpable en los resultados alcanzados en certámenes por jóvenes poetas camagüeyanos, y en la aparición y labor de grupos como Última hoja y La rueda dentada.
Cierro el paréntesis y vuelvo al análisis del quehacer de las agrupaciones surgidas a finales de los 90 de la pasada centuria y principios del presente siglo. Una de las características de estas agrupaciones ha sido y es su sistemático intercambio, que alcanzó mucha fuerza en el decenio anterior a la pandemia de la covid 19. Una aproximación valorativa del asunto aparece en la entrevista que en 2016 me realizó el hermano poeta y profesor Roberto Manzano, a solicitud de la revista Amnios, y que puede verse íntegramente en la primera sección del libro La décima apuesta, recién publicado por la Editorial Montecallado y presentado en la Feria del Libro de este año. Al comentar las características de los referidos grupos, allí se expresa:
“Prácticamente todas estas entidades, por su propia voluntad, se han articulado para su trabajo. Hoy por hoy constituyen todo un sistema de labor entre entidades hermanas que coordinan entre sí la promoción de sus empeños, sus concursos (casi todas han creado certámenes y cada grupo entrega premios en los concursos de las otras) y sus encuentros nacionales (por ejemplo, los grupos Décima al filo y Escritores Rurales coordinan desde hace años, para diciembre, la realización de sus citas consecutivamente una tras la otra, y coordinan con la Casa Iberoamericana de la Décima El Cucalambé, de Las Tunas, para que la secuencia concluya con la celebración del aniversario de esa institución; el resultado es una verdadera gira de la actividad decimística por el territorio oriental)”.
Más adelante, en aquella entrevista se habla también de “las conmovedoras muestras de fraternidad que reinan en este sistema agrupacional y que han alcanzado su máxima expresión en los casos en que ha habido que enfrentar problemas serios de salud de alguno de los creadores. Varios han sido los casos en los últimos tres años, algunos con verdaderos dispositivos de apoyo conformados por decimistas para cuidar en su ingreso hasta su recuperación a la hermana poetisa o el hermano poeta”.
En aquel período dorado de las agrupaciones decimísticas cubanas, limitado después por la covid 19 y más adelante por la difícil situación económica que atraviesa el país, aletargamiento del que no se recupera todavía, aquellos encuentros se realizaban, en la mayoría de los casos, con alojamiento de los participantes en las casas de los pobladores de las localidades, y ello contribuyó considerablemente al crecimiento de los sentimientos de familiaridad y fraternidad de todo el movimiento decimístico cubano.
De todo ello hay mucho que rescatar y recuperar. Y valdrá la pena luchar por conseguirlo, porque los sentimientos que entonces se sembraron ni se han limitado ni se han aletargado, sino que se mantienen y han crecido.
OTROS MOMENTOS DE LA CUCALAMBEANA
Premiación del concurso de décima escrita Cucalambé, conquistado por segunda vez por el poeta Miguel Mariano Piñero:
Premiación del concurso nacional de glosas Canto alrededor del punto, ganado por el poeta Oreste Fuentes Martínez:
También en el Catauro de la décima, celebración del aniversario 25 del Premio Iberoamericano Cucalambé para el libro (In)vocación por el paria:
https://www.trabajadores.cu/20250706/un-libro-un-poema-un-cuarto-de-siglo/
