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Cargando...“La salud es un derecho, la vida es deber y el corazón es el símbolo que representa todo lo que defendemos», reafirmó la doctora Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública (Minsap) durante el I Congreso Nacional de Insuficiencia cardíaca.
Los debates arrojaron que a pesar de las complejas circunstancias que sufre el país, el conocimiento, la ciencia, la voluntad y la sensibilidad convergen como herramientas poderosas que permiten revertir este escenario. Los números no mienten, y en la actualidad las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo desarrollado.
Dentro de ellas, la insuficiencia cardíaca (IC) constituye el síndrome clínico más frecuente en la evolución natural de estas enfermedades, debido a que es la causa directa de decesos en un elevado número de estos pacientes. Al respecto, Morales Suárez reafirmó que “este congreso no es una reunión más, es una hoja de ruta hacia el futuro.” pues convoca al sistema de salud a construir, colectivamente, un “producto final”, que ayude a perfeccionar políticas y asignar recursos.
Al centro del debate
Los síntomas de la enfermedad cardiovascular pueden ser diferentes entre los hombres y las mujeres. Estos pueden incluir dolor de pecho (angina de pecho), falta de aire, dolor, entumecimiento, debilidad o frío en las piernas o los brazos si se estrechan los vasos sanguíneos de las partes en el cuerpo; dolor en el cuello, la mandíbula, la garganta, abdomen superior o en la espalda.
Algunos de los factores de riesgo para desarrollar enfermedades del corazón pueden incluir, edad, sexo, antecedentes familiares, el tabaquismo, la mala alimentación, la falta de actividad física, el consumo de alcohol, la hipertensión, la diabetes mellitus y la obesidad.
Pero, ¿qué podemos hacer para evitarlo? Muchas de estas enfermedades pueden ser prevenidas o tratadas manteniendo un estilo de vida saludable. Hoy las organismos globales unen fuerzas en esta batalla que cada vez más se crece. Un ejemplo de esta tarea es el proyecto HEART.
Miguel explicó que en nuestra región el departamento de enfermedades no trasmisibles y salud mental de la Organización Panamericana de Salud (OPS) coordina HEARTS en las Américas -una iniciativa de los países, liderado por los Ministerios de Salud con participación de los actores locales y acompañado técnicamente por la OPS-, la cual disemina las mejores prácticas para la prevención y el manejo de las enfermedades cardiovasculares para impactar positivamente sobre la carga atribuible a estas dolencias y avanzar hacia la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030.
De esta manera, HEARTS en la Américas busca integrarse armónica y progresivamente a los servicios de salud ya existentes para promover la adopción de las mejores prácticas mundiales en la prevención y el control de las enfermedades cardiovasculares y, modificar el desempeño de los servicios a través del mejor control de la hipertensión y la promoción de la prevención secundaria con énfasis en la atención primaria de salud.
Según el portal web de la OPS, ya suman 33 países de la región comprometidos con HEARTS y más de 7158 centros de salud implementando la iniciativa. En conjunto, estos centros atienden cerca de 45 millones de adultos. Para 2025, el modelo HEARTS será el estándar para la gestión del riesgo cardiovascular, incluyendo la hipertensión, la diabetes y la dislipidemia, en la atención primaria de salud en toda la región de las Américas.
Una mirada hacia lo interno
En Cuba, contamos con una red de atención que incluye a médicos de una profunda vocación y una comunidad científica que no se detiene ante el reto. En la jornada, se dialogaron otras aristas vinculadas al tema, y puso en alto la solidaridad médica. Sin dudas un espacio de constante retroalimentación que impulsa la innovación de nuestras raíces y la oportunidad de soñar con un país que con cada latido late con esperanza.
El joven doctor hondureño Osmán Enrique Pascua reconoce que este encuentro abre el camino hacia nuevas maneras de salvar vidas ante una realidad que golpea severamente a la humanidad. Para él, graduado en la especialidad de medicina interna, el conocimiento no ocupa espacio, pues considera que este evento es “una cantera para actualizar los saberes».
“Es importante conocer los nuevos avances en el diagnóstico, y aunque sabemos que la base es la parte clínica, existen nuevos biomarcadores cardíacos que nos pueden dar una idea de cómo está tanto el diagnóstico como el pronóstico de la enfermedad.
Además de los nuevos pilares en el tratamiento de falla cardíaca que hacen que el paciente no ascienda a estadios más avanzados y tenga una mejor calidad de vida», acotó.
Por su parte, la doctora Dorian Castellanos Almaguer, especialista de servicio de medicina interna del Hospital Hermanos Ameijeiras y miembro del Comité Organizador resaltó que este encuentro constituye una gran oportunidad para desde varias especialidades demostrar las severas consecuencias de la insuficiencia cardíaca y aportar desde todas sus ramas “un granito de arena en pos del beneficio de nuestra sociedad porque es una enfermedad, un síndrome que nos está dañando.
Según abundó en los últimos años se ha visto un incremento de las enfermedades cardiovasculares en el país, siendo la insuficiencia cardíaca el factor más recurrente y los anuarios estadísticos de años precedentes lo confirman. Sus proporciones se mueven desde un daño estructural (asintomático) hasta una fase funcional (que atraviesa varios estadios).
Al referirse a los avances en materia de prevención, la doctora señaló que en el Hospital Hermanos Ameijeiras han implementado varios protocolos de investigación específicos, orientado, no solo hacia está problemática, sino en otros aspecto que la producen como la obesidad, la diabetes complicada y la hipertensión, pues la insuficiencia cardíaca no es más que el estadio final a consecuencia de todos estos factores.
Ante las medidas preventivas para evitar la enfermedad, la especialista enfatizó en el óptimo control de la hipertensión arterial, una salud renal adecuada, el control de la diabetes, evitar los hábitos tóxicos como el tabaco, el consumo de otras sustancias que podrían ser cardiolesivas, así como evitar el sedentarismo y realizar ejercicio físico con regularidad.
En este I Congreso Nacional de Insuficiencia cardíaca convocado por la Sociedad Cubana de Cardiología y el Ministerio de Salud Pública, que reunió a médicos, investigadores y autoridades sanitarias, propicia desde un enfoque transdisciplinario, el análisis de una de las principales causas de mortalidad en el país y en el planeta.
Un espacio que ofrece propuestas concretas e innovadoras para perfeccionar políticas y asignar recursos estratégicos. “Desde la investigación, pero sobre todo desde la acción”, acotó Morales Suárez.
