La segunda semana de la Liga de las Naciones de Voleibol se presenta como otro campo minado para la selección masculina cubana.

Luego de una etapa inicial en la cual se archivó solo un triunfo frente a tres fracasos, a los criollos les urge hilvanar un buen número de triunfos si aspiran a incluirse entre los ocho elegidos de la segunda fase.
A eso deben sumarle la imperiosa necesidad de acumular experiencias que les permitan en el actual ciclo acuñar el mayor y más delicioso sueño: clasificar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Pues bien, los discípulos del técnico Juan Cruz parecen haber tomado nota y comenzaron despachando al poderoso equipo de Alemania en cuatro parciales. Es cierto que otra vez los nuestros incurrieron en un grupo de deficiencias habituales, que a veces resultan insalvables al más alto nivel, sin embargo lograron reponerse y aprovecharon muy a su favor la de los europeos, que cosa extraña, estuvieron erráticos en la recepción.
Hoy Cuba retará a Serbia, conjunto de sobrada jerarquía y que cayó ante Irán en su primer compromiso. Es importante recordar que antes del inicio de la Liga de las Naciones los criollos ocupaban el lugar 12 del ranking mundial.
El voleibol masculino tendrá un intenso calendario en estos cuatro años. Destacan los Juegos Centroamericanos y del Caribe en el 2026, los Juegos Panamericanos del 2027 y los Campeonatos Mundiales del 2025 y del 2027. Todos deben servir de termómetro competitivo.


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