Cargando...Verlos reunidos en el estudio del tele centro Islavisión del Municipio Especial Isla de la Juventud fue realmente un lujazo, me refiero a jóvenes que laboran en los diferentes medios de comunicación del territorio.
Los protagonistas no podían ser otras que las sucesivas generaciones de profesionales del gremio, quienes, como sabios consejeros, lo mismo hablaron de preocuparse por la Gramática, cuidar el exceso de adjetivos en las redacciones, estar alertas de entregar a tiempo y con calidad cuantos trabajos les orienten sus tutores, no dejar morir la “bomba” periodística cuando de problemáticas del pueblo se trata, entre otros asuntos.
Doris, Consuegra, Chales, Serrano, Diego, Karelia, Alberto, Gloria, Jessica, Elizabet…hicieron anécdotas de cuánto han aportado al periodismo pinero y cubano. Intercambiaron de nuevas maneras de hacer, teniendo en cuenta las circunstancias del país, siempre desde la responsabilidad y la pasión.
Hubo historias desde los múltiples roles de un medio de prensa: periodistas, reporteros, corresponsales, locutores, correctores, diseñadores, camarógrafos…todos con una alta responsabilidad de fortalecer el sistema de medios públicos del aquí, con objetividad y apego a la verdad.
Convocado por la Unión de Periodistas de Cuba en el territorio, el encuentro hizo brotar anécdotas, recomendaciones, complicidades, todo en función de estar más preparados para enfrentar una profesión que comparte teorías y prácticas históricamente asentadas, con un grupo de saberes continuamente emergentes dentro de los cambios y desafíos planteados por la actual sociedad de la información.
Es que esta nueva hornada de jóvenes saben la responsabilidad que enmarca ser periodista, profesional que, además de comunicar la realidad a través de la prensa escrita, radial, televisiva y digital, tiene el compromiso de pensarla, valiéndose de perspectivas transdisciplinares provenientes de la Teoría de la Comunicación, la Filosofía, la Política, la Economía, la Sociología, la Psicología, el Arte, la Publicidad y otras ramas del conocimiento.
Sin duda este intercambio generacional fue solo una antesala de otros que vendrán para abrir nuevas venas si de comunicación se trata, con un estilo propio a la altura de los tiempos y de las demandas de la agenda pública.
