Cargando...Este sábado 14 de junio los estadounidenses celebran el Día de la Bandera, por la adopción en esa fecha de 1777 del actual blasón de Estados Unidos. La efeméride coincide con el desfile militar organizado en Washington para conmemorar el aniversario 250 del Ejército y el cumpleaños número 79 de Donald Trump. En ese contexto, se esperan más de mil 800 protestas en los 50 estados bajo el lema No Kings (Sin Reyes).
La jornada da continuidad a una semana de protestas por las medidas antiinmigrantes el presidente Donald Trump. Las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) y el despliegue de tropas federales han devenido pasto para las llamas.
Las manifestaciones comenzaron en Los Ángeles y se han extendido a unas mil 200 ciudades, entre ellas Nueva York, Chicago, Filadelfia, Seattle y San Antonio. Mientras tanto, el gobierno federal y los estados libran una batalla política y judicial por el control de la seguridad pública.
Las protestas estallaron el viernes 6 de junio después de que agentes de ICE realizaran operativos en los que detuvieron a cientos de indocumentados en sus centros de trabajo, mercados y hasta en la salida de los tribunales.
El gobierno de Trump ha prometido deportar tres mil migrantes diarios, medida que ha generado indignación en varias comunidades. En respuesta, miles de personas salieron a las calles para denunciar el proceder de ICE. Las consignas más escuchadas fueron “los inmigrantes son esenciales”, “fuera ICE” y “ningún ser humano es ilegal”.
La situación escaló rápidamente. En Los Ángeles las protestas derivaron en enfrentamientos con la policía, incendios de vehículos, saqueos de mercados y arrestos; lo que llevó a la alcaldesa Karen Bass a declarar toque de queda (8 p.m. – 6 a.m.) en el centro de la ciudad. La medida está vigente desde el pasado 10 de junio.
El presidente Trump, en una movida polémica, amenazó con invocar un código de 1807: La Ley de Insurrección, que otorga al presidente la facultad de desplegar al Ejército para reprimir episodios de desorden civil. Se le considera uno de los poderes de emergencia más contundentes: “Si hay una insurrección, sin duda la invocaría. Ya veremos», declaró Trump ante la prensa en el Despacho Oval.
No obstante, ordenó el despliegue de 2 mil efectivos de la Guardia Nacional en California sin el consentimiento del gobernador del Estado, el demócrata Gavin Newsom. Además, envió 700 infantes de Marina a la sureña ciudad de Los Ángeles con el argumento de que había que “proteger propiedades federales”.
Newsom calificó la decisión como “deliberadamente incendiaria”. “Solo escalará las tensiones”, dijo y presentó una demanda contra el gobierno federal, alegando que la Constitución otorga a los estados autoridad sobre sus fuerzas de seguridad.
En la red social X Trump alegó que si Newsom y Bass no hacen su trabajo, “el gobierno federal intervendrá y resolverá el problema, ¡de la manera en que debe resolverse!”.
Mientras tanto, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, anunció el despliegue de la Guardia Nacional en su estado para prevenir disturbios: “No permitiremos que lo que sucedió en Los Ángeles ocurra aquí”, declaró.
La violencia desmedida fue respaldada también desde la Florida por el gobernador Ron DeSantis, quien afirmó que los ciudadanos de su estado tienen derecho a atropellar a manifestantes si en una protesta necesitan “huir por su seguridad”.
Algunas fuentes ubican entre los organizadores de las actuales manifestaciones al grupo 50501, movimiento ciudadano creado para protestar contra las políticas y acciones de la segunda administración de Donald Trump. El nombre significa 50 protestas, 50 estados y 1 día. El lema de la jornada será Un día de desafío (A day of defiance).
La página oficial de 50501 aclara que “Han desafiado nuestros tribunales, deportado estadounidenses, desaparecido a personas de las calles, atacado nuestros derechos civiles y recortado nuestros servicios. La corrupción ha ido demasiado lejos. No hay tronos. No hay coronas. No hay reyes”.
Aunque la convocatoria para este sábado es a una protesta pacífica, las autoridades han declarado estar preparados para posibles disturbios. Trump, por su parte, advirtió que “Los manifestantes serán recibidos con una fuerza muy grande”.
El conflicto en torno a la política migratoria ha profundizado la división política que vive hoy la nación. Los republicanos apoyan a Trump, mientras que los demócratas censuran el proceder del actual Gobierno.
El senador demócrata Alejandro Padilla, por ejemplo, fue detenido y esposado violentamente tras interrumpir una rueda de prensa de la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem. El trato dado por el Servicio Secreto al político de origen mexicano ha desatado una ola de cuestionamientos sobre el uso excesivo de fuerza contra ciudadanos y migrantes que participan en las protestas.
