Las paredes del Instituto Preuniversitario Sergio González, testigos habituales de clases de matemáticas, español, historia…, presenciaron este lunes una escena inusual: un grupo de adolescentes convertidos —por un día— en periodistas, fotógrafos y editores.
Sobre una mesa, apilados con cuidado, los primeros ejemplares de El Curita esperaban ser descubiertos. El murmullo era el de una redacción en miniatura, donde el entusiasmo se mezclaba con el olor a papel recién impreso.
Keyla Alexandra De Diego González, estudiante de onceno grado, miraba una y otra vez el impreso:
‘‘Nunca pensé ver un trabajo mío publicado en un periódico y menos sobre temas actuales de nuestra sociedad, como el impacto de las redes sociales. Es un sueño’’, confesó. Su artículo, ¿Redes sociales en la adolescencia = peligro?, es una de las tantas sorpresas que contiene esta primera edición.
El proyecto contó con la asesoría del periódico Trabajadores, órgano de la Central de Trabajadores de Cuba, cuyo equipo apoyó a los estudiantes en la concepción y diseño. La acogida entre los alumnos fue entusiasta y valiente, demostrando el potencial de las nuevas generaciones en el campo del periodismo.
El resultado fue un periódico que combina la historia del inmueble donde radica el instituto preuniversitario con temas actuales de la adolescencia. En sus páginas hubo entrevistas, reflexiones y análisis sobre distintas temáticas, entre ellas el consumo de drogas.
‘‘Ha sido un éxito rotundo, no solo para nosotros los estudiantes, sino también para el periódico Trabajadores. Esperamos que el proyecto se siga extendiendo, con nuestra iniciativa y la guía de ellos’’, afirmó Roberto Ace Hernández, estudiante de décimo grado del IPU Sergio González y uno de los coordinadores de El Curita.
Por su parte, Gabriela Jiménez Frontela, también de décimo grado y otra de las coordinadoras del proyecto, agradeció la oportunidad:
‘‘Nunca me había enfrentado a escribir periodismo; es totalmente diferente a como redactamos en la escuela. Estoy muy contenta porque logramos el objetivo que fuimos creando’’, refirió.
La iniciativa surgió como respuesta a uno de los acuerdos del último Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), que busca potenciar la formación vocacional hacia la carrera de Periodismo entre los estudiantes de nivel medio superior.
“El colectivo de Trabajadores consideró que no era suficiente organizar charlas motivadoras, por eso propusimos a la escuela hacer un periódico con temas que consideran vitales. Los alumnos del taller de Periodismo escribieron los textos, aportaron imágenes, escogieron el nombre de la publicación, los colores… Lo nuestro fue poner el oficio”, explicó Yimel Díaz Malmierca, presidenta de la delegación de base de la Upec y editora jefa de las páginas Internacionales de Trabajadores.
La presentación del primer número devino homenaje al mártir estudiantil Sergio González, ‘‘El Curita’’, que da nombre al plantel y ahora al periódico.
El evento contó con la presencia de destacadas figuras del gremio periodístico, entre ellos Ricardo Ronquillo Bello y Francisco Rodríguez Cruz, presidente y vicepresidente de la UPEC, respectivamente, quienes destacaron la importancia de la iniciativa encaminada a la formación vocacional. Además, asistieron Joel García León y Alina Martínez Triay, director y subdirectora de Trabajadores; así como otros miembros del medio de comunicación.
Uno de los momentos más especiales fue la intervención de José Alejandro Rodríguez, Premio Nacional de Periodismo José Martí por la Obra de la Vida 2013, quien compartió anécdotas de sus primeros años en la profesión. Advirtió que:
‘‘Las nuevas tecnologías están robando nuestra capacidad de lectura; nuestra imaginación; nos devuelven todo fácil. Hay que superarse, cultivar el intelecto, porque lo que está pasando es que los jóvenes no leen, no piensan. Este es uno de los principales retos de la escuela cubana: incentivar la lectura. Nada sustituye la lectura’’, concluyó.
Tras la entrega de los 50 ejemplares del primer número impreso de El Curita, sus realizadores han pasado a la fase de compartirlo en las redes sociales con compañeros de estudios, amigos y familiares. Con ese fin crearon un canal de WhatsApp y también están en Instagram.
El ejercicio ha despertado la creatividad del colectivo estudiantil y ha sido un pretexto para debatir, investigar y aprender de la realidad nacional y también del rigor del periodismo. El medio se perfila como un espacio de formación y expresión para futuros profesionales, reafirmando el valor de construir una sociedad mejor informada y comprometida.