Obreros como Esmeraldo Céspedes Sánchez, mecánico jubilado del avileño central Enrique Varona, exclamaban hace más de un decenio: “¡Nos quitaron el plan vacacional, lo único que teníamos para disfrutar con nuestros hijos en la playa de Punta Alegre!”.

La desazón de Esmeraldo desde la desaparición de aquella bien pensada alternativa, domina el universo simbólico de muchos cubanos, quienes añoran el retorno de aquellos días y de esos lugares.
Todo comenzó así
En los albores del proceso revolucionario, el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, definió el futuro de cientos de viviendas y otras instalaciones, fundamentalmente ubicadas en zonas de playas exclusivas del país, incluidos los hoy círculos sociales. Dijo Fidel: “Serán para el disfrute de los trabajadores”.
Entonces, a través del movimiento sindical y de organismos directivos del turismo, millones de trabajadores y sus familiares se recrearon, como dueños, del encanto de las playas cubanas. “Aquellos eran tiempos de felicidad, y solo por las casas enclavadas en Playas del Este, en la capital cubana, pasaban cada año alrededor de un millón de trabajadores y familiares”, acuña Gloria Esther Becerra, con gran experiencia sindical especialmente en temas emulativos, de estimulación a vanguardias y sobre aquellas casas en la playa, programa que atendió por casi 20 años.
“Para inicios del período especial y por el gran deterioro de esas edificaciones surgió la iniciativa de entregarlas a los sindicatos de La Habana que a través de sus empresas pudieran arreglarlas y ponerlas a disposición de sus trabajadores”, rememora Gloria Esther.
Reseña que “eran más de 600 las casas utilizadas con esos fines, desde Celimar hasta Veneciana en el litoral norte. A ellas se unían otras en Jibacoa, pertenecientes a la actual provincia de Mayabeque, y que elevaban el total a más de 700 viviendas”.
La idea pica y se extiende…

El trabajo se perfeccionó y se evidenció un gran sentido de pertenencia en las respuestas de empresas, instituciones y centros en la creación de condiciones que elevaran el confort.
El programa creció y se extendió a todo el país. “En Las Tunas fundamos un movimiento con empresas y sindicatos, y aparecieron sitios para la estimulación, en la Agricultura y en el Ministerio del Azúcar (Minaz), las dos actividades económicas básicas del territorio”, afirma José Vistorte Pupo, quien fue miembro del Secretariado Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en esta zona oriental. De 1987 a 1998, estuvo al frente de la estimulación a trabajadores y sus familias en las villas del territorio, y no olvida cómo los encantos naturales de las playas locales rendían pleitesías al mérito laboral.
A la organización sindical se le entregaron las 100 cabañas de La Boca. “Fueron distribuidas a los sindicatos, y se repararon todas para los meses del plan vacacional, garantizándoles un nivel de aseguramiento y recursos que se iban acopiando desde los primeros meses del año”, explica Vistorte Pupo.
“Tunazúcar era la meca, por sus condiciones, la calidad de sus ofertas y la cercanía a la ciudad capital. Sus instalaciones acogían a vanguardias nacionales y destacados de la zafra, macheteros y operadores de combinadas. Además, disponíamos de 19 habitaciones en Varadero y 20 en el Hotel Las Tunas”, precisa.
Julio Martínez Guerra, por entonces secretario general del Sindicato de Trabajadores Azucareros en Las Tunas, recuerda: “Todas las empresas del sector poseían centros de estimulación con hospedaje incluido, excepto Majibacoa, que construyó un ranchón con piscina, utilizados en pasadías”.
Con recursos y esfuerzos propios
Las direcciones administrativas y sindicales, junto a los trabajadores levantaron y sostuvieron estos lugares recreativos, sin gravar la economía de las entidades, ni del Estado.
Lo ilustra con su relato Elci Cecilia Martínez Couce, especialista de gestión económica en la Empresa de Construcción y Montaje de Pinar del Río (Attai): “En 1986, en lo que era Obras Industriales, los trabajadores decidimos que el premio —así llamábamos al pago de utilidades— se destinara a construir cabañas en la playa de Boca de Galafre, en el municipio de San Juan y Martínez. Adquirimos el terreno e hicimos las primeras 12 cabañas; luego continuamos ampliando la cifra”.
Al final, solo en Playa Bailén, el balneario más grande de Pinar del Río, hay 37 villas y 80 cabañas, administradas hoy por la Empresa Provincial de Alojamiento y Gastronomía.
Pedro Barrera Osorio, dirigente sindical del sector eléctrico en Las Tunas, refiere que brigadas de construcción de la propia empresa, con el apoyo de otros trabajadores, en jornadas voluntarias extendidas, ayudaron a construir o reconstruir las villas, que por algunos años fueron un oasis para los trabajadores y sus familias.
Sostenible…
Estos espacios fueron levantados “con presupuestos de cada sector a partir de las utilidades destinadas a esos fines, y en estrecha coordinación con la administración y el sindicato”, señala Carmen Tamayo, quien fuera dirigente del sector azucarero en Las Tunas.
Julio Martínez Guerra comparte esa opinión y agrega: “El equipamiento de los inmuebles se adquiría también, de mutuo acuerdo, a partir de las utilidades que recibían las unidades por concepto de estímulo. Fue tal el júbilo que en algunas jornadas en la construcción de Tunazúcar hubo casi mil trabajadores a pie de obra, provenientes de todas las empresas azucareras del territorio.
En aquellos años, enfatiza, las unidades productoras garantizaban la alimentación de sus vacacionistas sin afectar la atención al hombre que se mantenía en los campos y en las industrias. Como parte de la estrategia se promovía el ahorro de recursos para ponerlos a disposición de los estimulados en la etapa vacacional.
Los entrevistados coinciden en que el programa constituía un sistema sostenible, pues permitía el mantenimiento y la reparación de los centros. Incluso los azucareros apoyaban a otros sindicatos como el de la Salud y la Administración Pública.
Los vacacionistas de la rama eléctrica, detalla Barrera Osorio, pagaban a precios módicos un paquete que no le dejaba pérdidas a la entidad, sino márgenes aceptables de ganancias, y tenían asegurados el transporte de ida y regreso, y la alimentación. Los ingresos iban a la caja central de la empresa.
Recuerda Vistorte Pupo que los presupuestos de los sindicatos asumían la estimulación de los vanguardias nacionales, y una parte de los provinciales. Los demás vacacionistas pagaban totalmente sus gastos, a precios ajustados con las fichas de costo. El margen comercial era del 5 por ciento.
José Antonio Pérez, en esos momentos al frente del buró sindical de la Empresa Azucarera Antonio Guiteras y actualmente miembro del Secretariado Nacional de la CTC, refiere que “los aseguramientos, incluidos en los planes de la economía de la empresa, provenían de los autoconsumos, que aportaban viandas, granos, hortalizas, carnes y embutidos de los centros de elaboración…”.
Sin consenso…
Pero un buen día, por los años 2009-2010, se vinieron abajo todas estas ofertas ante la mirada atónita de sus organizadores y beneficiarios. “En la capital nos dijeron que las casas en Playas del Este no continuarían siendo atendidas por los sindicatos, que Islazul se encargaría de eso. A partir de ahí, y en una primera etapa, el movimiento sindical solo recibía capacidades para estimular a sus destacados”, explica Gloria Esther.

Y prosigue: “Al principio los alquileres eran bajos y las ofertas alimentarias bastante buenas. Posteriormente Islazul inició su comercialización para toda la población, para quien quisiera y pudiera, pero en CUC”.
Barrera Osorio remarca que “cuando llegó la decisión de finalizar aquel programa de estimulación hacía solo tres años que habíamos remodelado la villa ubicada en El Raíl, playa La Boca. Hubo que desmantelarla y entregarle todos los recursos a la Empresa de Alojamiento, mientras que la de Punta de Tomate fue demolida”.
Las empresas y los sindicatos no están para eso, la economía no aguanta esas prestaciones, edificaciones sobre la duna… fueron algunos de los argumentos esgrimidos para adoptar la decisión de finalizar aquel programa, aseveran entrevistados.
Tales explicaciones parecían razonables, pero desconocieron cómo se gestionaban los servicios y los aseguramientos, y no tuvieron en cuenta el impacto de la decisión en el universo laboral cubano.
Como muestra de inconformidad, colectivos como los de la fábrica de Cemento Siguaney y la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, en su momento se resistieron a ceder lo que edificaron con el esfuerzo de sus trabajadores, y una década después no renuncian a recuperarlas.
Ese ha sido un reclamo reiterado en las Conferencias Municipales y Provincial 22 Congreso de la CTC en Sancti Spíritus y en asambleas y conferencias sindicales, e incluso partidistas, en muchas provincias del país.
Hay que reiterar el rol de los proveedores, de los autoconsumos, de las industrias de derivados y que con las utilidades del antiguo Minaz se garantizaba parte del abastecimiento. Los trabajadores pagaban su estancia, con un pequeño margen de ganancia, lo que indica que nadie perdía, todos ganaban.
Lo que el tiempo se llevó
María del Carmen López González, especialista en la Empresa de Alojamiento y Gastronomía pinareña, destaca que en el deterioro de esos centros, influyó, principalmente, “el uso que se les dio en la etapa de aislamiento durante la COVID-19. Nosotros no controlábamos nada, a lo que se agrega que desde que asumimos la administración no se han realizado reparaciones significativas”.
En este territorio, además, afectaron eventos meteorológicos de gran intensidad como el huracán Ian, aunque este no provocó daños estructurales de envergadura. Hoy, de las 231 habitaciones que poseen como potencial, se encuentran fuera de servicio 94, y de estas, 21 corresponden a los anteriores centros de estimulación.
“Entregamos una villa de lujo, sin recibir remuneración alguna. No tenía nada que envidiarle a un hotel. Un total de 21 habitaciones acondicionadas, restaurante climatizado, televisión centralizada, bar-cafetería, un proyecto aprobado de piscina con agua de mar y una de las cocinas mejor equipadas de Trinidad”, aseguró Oscar Hernández, secretario general del buró sindical de Cemento Siguaney.
Las expectativas para los días de vacaciones motivaban a los azucareros de los centrales Ciro Redondo y Enrique Varona en la playa de Punta Alegre, del municipio avileño de Chambas, hasta que la soledad y el silencio se hicieron cómplices del abandono.

Desidia, descontrol…
Once años después, Yosquel Resquene González, vecino de la otrora villa de recreo avileña, denuncia: “El deterioro y el huracán Irma en el 2017 se hicieron cargo de la instalación, pero su mayor enemigo fue el desinterés por recuperarla. De lo que no se llevó el ciclón se adueñaron personas, que la ocuparon al quedarse sin casas…”.
La Villa El Raíl, en playa La Boca (Puerto Padre, Las Tunas), la cerraron porque estaba sobre la duna, y hoy el inmueble sigue en el mismo lugar, pero el vandalismo acabó con puertas, ventanas, pisos, y tazas sanitarias.

En Ciego de Ávila, en el que fue motel del Minaz conviven la suciedad, el aburrimiento y el clamor de las ruinas. Aunque después fue integrado a la Empresa Provincial de Alojamiento, en la actualidad es hospedero de la inercia, un panorama similar al que exhiben las otrora casas de estímulo del territorio.
En La Habana, justo en Playas del Este, no pocas de las viviendas que un día constituyeron estimulante hábitat para los más destacados trabajadores y sus familias, son hoy propiedad individual y las que conservan su estatus institucional parecen más bien salidas de una conflagración bélica, aunque continúan siendo administradas por la cadena turística Islazul.
Los reclamos
Oscar Hernández Pérez, de Cemento Siguaney, confirma que acumula un nutrido expediente de reclamaciones y denuncias a instituciones estatales, medios de prensa nacionales y entes gubernamentales sobre la decisión que eliminó importantes herramientas de estimulación.
Viviana Capote Arencibia, directora de capital humano en Attai pinareña, dice que ha sido testigo de cómo en diferentes espacios, los trabajadores siguen manteniendo vivo el reclamo por esas instalaciones.
Es evidente que hay un consenso sobre la necesidad de que esos centros puedan volver a sus dueños anteriores, “porque creemos que tenemos la razón. La merecemos. La sentimos como una extensión de la fábrica, porque siempre fueron espacios para compartir con tus compañeros, con tu familia”, acotó un cementero espirituano.
¿Fue justa o no la decisión de finalizar el programa de estimulación? No toca juzgar ahora, sino actuar con nuevas ideas. Así piensan muchos, muchísimos cubanos, pues aunque no son tiempos de gloria, y a pesar de la muy difícil situación económica, el alarmante estado de esos lugares constituye un mazazo al rostro del esfuerzo y el buen hacer. Una triste realidad.
Es mayo y no se observa en las calles de Boca Ciega, ni por la Veneciana ni en Celimar ni Guanabo, el incesante ir y venir de bañistas ni el bullicio en centros y villas de otras provincias. Aquella decisión no generó un cambio para bien. Todo lo contrario.
¿Se podrán retomar las mejores experiencias y ponerlas en práctica? Pensamos que sí, siempre partiendo del regreso de esos centros al movimiento sindical, a los trabajadores.
Acerca del autor
Licenciada en Periodismo (1995 Universidad de Oriente). Trabajó como periodista en Tele Cristal (Holguín) hasta marzo del 2003, directora y guionista de televisión.
Periodista del semanario Guerrillero (Pinar del Río) desde mayo del 2003 hasta la actualidad, corresponsal del semanario Trabajadores en esa provincia desde septiembre del 2020.
Creadora audiovisual y cinematográfica independiente.
Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.
Licenciado en Periodismo (Universidad de Oriente, 1986), máster en Ciencias de la Comunicación (Facultad de Comunicación Universidad de La Habana, 2010). Inició como colaborador (1999) y desde el 2008 es corresponsal de Las Tunas. Profesor adjunto de la Universidad de Las Tunas con categoría de asistente. Cumplió misión en la República de Haití (2000) y en la República Bolivariana de Venezuela (2018-2021). Es colaborar del Periódico 26 y de la emisora provincial Radio Victoria.



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Este articulo es una muestra fehaciente de lo poco que interesa un trabajador de cualquier sector en el país.
He visto las fotos de lo que un día fueron lugares de recreación y alojamiento para trabajadores destacados y de veras da pena la situación, a quien le interesa el asunto?
Mejor ni preguntar!
Que decir que no haya plantiado, criticado, denunciado por más de 10 años? y todo por los canales «establecidos», en tiempo, forma y lugares para ello. Respuesta? Silencio por más de 10 años ante un reclamo de cientos de miles de trabajadores en Cuba.Qué falló? Que no funcionó? Hay coincidencia entre lo que le exigimos a las organizaciones de base y lo que tiene que hacer las instancias superiores? Nó. Hay que cambiar mucho en el funcionamiento y el papel de nuestra organización obrera en materia de representación, de lo contrario como se justificaría todo el proceder del tema en cuestión y llegar a donde nos encontramos hoy y que NADIE haya hecho referencia al tema en ninguna instancia gubernamental? y lo peor. ninguna respuesta para los trabajadores. Confío plenamente en la rectificación LEGITIMA y TODO vuelva a como era antes. Gracias.
Ojalá el Congreso de la CTC y nuestra Asamblea Nacional se pronuncien al respecto y no solo con esto,sino con otras conquistas perdidas,porque también se terminó el transporte y los comedores obreros y el estipendio que se dió cuando desaparecieron, se terminaron las actividades del plan vacacional
para los niños, la semana de vacaciones en importantes hoteles para los Héroes del Trabajo y los vanguardias, los autos y motos entregados por estímulo a los mejores, los 50 cuc de por vida a los que cumplieron misión en Venezuela, en fin todo el sistema de estimulación a los trabajadores en general y en especial a los más destacados.
se terminó la Revolución de los humildes y para los humildes.
Viví de cerca ese proceso en Las Tunas y Granma. Fue una involución absoluta e irracional. Las casas de visita de los organismos construidas por ellos y financiadas por los trabajadores pasaron a las Empresas de Alojamiento del Mincin, el resultado se veía venir. Un desastre en grado superlativo. Esa obsesión del comercio de apoderarse de todo para luego no asegurar nada. Villas de AZCUBA y la Agricultura y de otros organismos desaparecieron a la vista de todas las instituciones y de quienes las construyeron y aseguraron durante años.
En Las Tunas las Villas de Azcuba en Puerto de Guayabal, La Llanita y La Herradura volaron por los aires. Los hoteles de AZCUBA y la Agricultura son una caricatura de lo que fueron. En Granma la Villa de Azcuba en Cautillo destruida, los Hoteles de la Agricultura y el Ferroviario cerrados y cayéndose en pedazos, el Hotel Venus de Manzanillo por el mismo camino, casas de visita de organismos que son una caricatura de lo que un día fueron.
Esa obsesión del Mincin de asumir tareas con las que nunca pudo y la complicidad de otros que debieron imaginar lo que todos sabíamos que pasaría. Hay provincias donde no hay espacios de alojamiento.
Realidad que duele. O lo resolvemos hoy, más con decisiones sabias, valientes y con el concurso de todos,o seguiremos llorando diez años después. Me encantó la Mesa Redonda que recién concluye sobre el ordenamiento territorial. Todo marcha bien…
LAS HABITACIONES DE METUNAS PASARON A LOS TRABAJADORES DEL PCC.
y todavía hay valiosos trabajadores que merecen su días estivales, cómo lo tienen algunos …, que no han sufrido de esta desidia y mala fe con la clase obrera.
Se de organismo en mi provincia CAMAGÜEY, Que mantienen sus alojamientos para estimular a sus trabajadores y funcionan bastante bien.
La Uneac, Ecasa, Oficina del Historiador tal vez haya otras.
interesante el tema y gracias por pensar en sectores tan deprimidos.
Estudié en Ciego de Ávila y visité Punta Alegre, era alegre de verdad con sus playas, hoy me dicen que es Punta triste… y me pregunte y la cayeria – eso ni se entera el territorio.
Hola, primero, ¿quien o quienes fueron los responsables de tan genial idea?
Segundo, demuestra la debilidad de nuestros sindicatos, desde los que dirigen arriba, hasta los órganos de base y sus trabajadores abajo
Tercero ¿por que un artículo tan explícito y veridico como este, no lo hicieron visible en un portal como Cubadebate para dar oportunidad a un debate más abarcador
Saludos
ya está en cubadebate, vengo de ahí
Hay que ver las casas de Tarara también! Todas ellas además de estimular a quien trabaja, recuperarian las inversiones y se aportaría al presupuesto. Ahora cerradas y deterioradas no producen solo reflejan decadencia y abandono. Quien está pensando aquí??
Se da una amplia explicación con ejemplos muy positivos,pero…. quién o quienes fueron los de la genial idea de cerrar ese programa? Estoy seguro que tienen su recreación y descanso garantizado y poco les preocupa el bienestar de los que realmente trabajamos, en esencia, otro de los logros que hoy es sólo un recuerdo.
Excelente trabajo, muy serio y profesional, soy testigo de cada historia aquí contada desde otro lugar y momentos diferentes, pero fue así.
Disfrute como obrero destacado y después como dirigente sindical distribuí de acuerdo al sistema de estimulacion aprobado, recibí las explicaciones que se dieron en aquel momento sin que se buscarán otras variantes que no implicara un gasto a la economía del país, como la de volver a la variante de que las los centros con la participación activa de los obreros dieran mantenimiento y otras con la alimentación como la gestión del propio trabajador, era una alta motivación este tipo de estimuulacion. Todavía se pudiera pensar y hacer algo.
Hoy cada vez más se ven reducidas las posibilidades de que un buen trabajador pueda disfrutar de sus vacaciones, a partir de los precios cada vez más altos.
Fue siempre reclamo de los trabajadores desde el primer momento, todavía se puede hacer algo .
creo que no fue una buena decision, sobran ejemplos. Todo esta destruido, en las playas deleste por ejemplo, Isla azul no puede con eso y los trabajadores perdieron la posibilidad de ser estimulados. Es imposible conel salario pagar un hotel, ni tansiquiera un restaurate, incluso estando cumpliendo mision en el exterior, los precios hoy en Cuba, son astronomicos. Creo que deberian volver a los sindicatos y empresas, aunque eso signifique al principio una gran inversion, pero creo que vale la pena.
creo que bo fue una buena decision, sobran ejemplos. Todo esta destruido, en las playas del.este por ejemplo, Isla azul no puede con eso ylos trabajadores perdieron la posibilidad de ser estimulados. Es imposible con.el salario pagar un hotel, ni tan.siquiera un restaurate.incluso estando cumpliendo mision.en.el exterior,.los precios hoy en Cuba, son astronomicos. Creo que deberian.volver a los sindicatos y empresas, aunque eso signifique al principio.una gran.inversion, pero creo que vale la pena.
Excelente artículo. Irrefutable por las evidencias que muestra. Sobre todo que ha sido un tema expuesto en los máximos cónclaves de la CTC sin resultados, sin ser oído. Y no hay quien como Fidel se ponga los pantalones y diga: esto es así y punto.
eso pasó en todo el pais , e Cienfuegos playa fría marabú y abandono yo escribí al periódico , la respuesta igual a todas resultados, trabajadores sin lugares todo muy caro hasta habían modalidades de autosustentacion que pena .
exacto, playa fría y toda esa costa sur se ha convertido en monte, no sirvió para nada.
Desde que se elimino la propiedad privada en Cuba todo se ha ido destruyendo, el estado no cuida nada, mientras no le duela no le importa, malos dirigentes, mala administración de bienes, de todo un poco. Nada va a volver a ser como antes, al cubano no le queda más que sufrir y ver como se destruye un país completo por la ineficiencia y negligencia de quienes lo dirigen.
huy si claro, el santo grial de la propiedad privada, muchacho como resuelve la propiedad privada. Ese mismo estado que dices ineficiente lo gestionó bien hasta que alguien tuvo la genial idea de destruirlo. SI, porque las empresas, los sindicatos y los trabajadores son y somos el estado cubano todo. Se destruyó pero estaba funcionando bien.
Pedrito y tú de dónde te caiste, quien habla aquí de la privatización que lo único que trae y traerá es bienestar para unos pocos y peor vida para otros. Ojalá el Estado responsable recupere su papel en el bienestar de las mayorías
Este reportaje me ha sacado lágrimas…Para alante, para atrás. Nací en el Central Antonio Guiteras, Delicias, Puerto Padre. Orgullo de Cuba. Funcionaba el sistema productivo, de exportación de azúcar, el Batey, el estímulo a cortadores de caña, a azucareros, el plan vacacional.En la mañana entraban los pescadores en sus lanchitas por el canal de la represa con su pescado fresco..Y los vecinos los esperaban 6 am y compraban variedades de pescado. Había una economía circular. Tenemos el 1er pedraplen construído en Cuba para exportar azúcar: Cayo Juan Claro, actual Carúpano. Delicias el motor productivo azucarero, Puerto Padre los comercios, la playa de arenas blancas disfrute del pueblo, teniamos la maravilla que se crea a fuerza de trabajo responsable y honesto, civilidad, inteligencia, consenso…Había tal variedad de caña que no recuerdo todas: ceniza, media luna, cristal…Había sentido del honor, la honestidad, la responsabilidad, inteligencia trabajadora, ética, civilidad…Recuerdo el discurso de Fidel en Tunas: » Tunas no se quedará atrás…». Es como un tornado destruyendo todo lo que los cubanos construímos desde años 60. Mis abuelos, padres, primos, vecinos, construyeron sus casas, su vida, a golpe de machete y molienda. Aún trabajan en el central azucarero mis primos…24 para 24 para hacer que un día vuelva a rugir el pitó de la chimenea y que el aroma del azúcar nos recuerde la identidad del batey…Adónde vamos con este para atrás y para alante…que ya es parte de esta historia que no nos merecemos? P lante y p lante..no más atrás…y ese p lante necesita de lo que Martí sintió que no debíamos perder: » el carácter entero de los cubanos».
excelente y sentido comentario.
Excelente artículo, !cuánto esfuerzo, sacrificio y recurso perdido! Esa casa de descanso El Rail es un lugar donde muchos trabajadores y sus familiares disfrutaron unas merecidas vacaciones y solo se escuchaban elogios para las instalación y sus trabajadores….ahora solo podemos escuchar !QUE LASTIMA!, tanto recurso invertido y cuanto dolor ver que se perdió….el engaño mas grande y la falta de respeto extrema con lo que trataron de explicarlo, que si la duna, que si el medio ambiente, que si la empresa de alojamiento, en fin un rosario de mentiras para que quedara como se ve en la foto, lo recursos que alli se entregaron a dicha empresa de alojamiento, solo «dios» sabe a donde fueron a parar…y no pasa nada…..he sabido que hoy vive un ciudadano allí, a saber si hasta tiene propiedad del inmueble….y los trabajadores de «la electrica» a «remar» con sus familias si quieren ir a la playa y que sus recuerdos de «El Rail» o «Punta de tomate» no les nuble la memoria ni remoje sus mejillas…..
La empresa de alojamiento no ha cuidado las instalaciones recibidas, la mayoría están en abandono total y con muy mal servicio, fue un error el traspaso, si lo que se quería era que la población disfrutara de esas capacidades, con ponerle una cota de capacidades a cada villa, o que se comercializaran durante todo el año las capacidades sobrantes de la empresa se resolvía, hoy las nuevas formas de gestión no estatal tienen mejores condiciones salariales y la empresa estatal el único incentivo que tiene es que se en muchos lugares por los problemas energéticos y de la economía, falta de de materias primas y combustible entre otros se trabaja muy poco. Si no se potencia de nuevo a este sector nunca saldremos de los problemas económicos.
Y por qué no podemos juzgar? Como por ejemplo, por qué los Sindicatos, con el empuje de los trabajadores afiliados, aceptaron cabizbajos la decisión de perder ese estímulo. Si hay que juzgar, hay que exigir y el derecho lo otorga la historia de abandono e indolencia que se relata en este artículo; precisamente, porque las entidades que recibieron esos recursos no le dieron un buen fin. Se privó a los trabajadores de un merecido bien, para nada, para abandonar. Y a ese acto hostil se le puede poner un calificativo.
Hace muchos años se viene criticando el abandono del secctor del turismo a las casas que manejabban los sindicatos para estimular a sus Vanguardias y trabajadores destacados y, solo ahora es que sale este artículo en TRABAJADORES, pero claro, no si hizo el menor caso en aquella oportunidad y, todo comenzó con «la eliminación de gratuidades»,, eliminación que solo funcionó y funciona, en contra de LOS CUBANOS DE A PIE, porque en pleno auge de «la medida», un altísimo decisor del gobierno y partido, «alababa la honestidad de otro decisor por, «haber devuelto !! 100 dolares !! del dinero que se le dió para su descanso familiar en el Hotel Guacanayabo, pienso que los que como yo amamos y respetamos la REVOLUCIÓN !! DE FIDEL !!, recordará, el hecho y, desde luego, no se publicó, como igual ovurre hoy, de su comportamiento en el lugar……entonces, ¿fué o es pareja la medida? saque usted sus propias conclusiones, si lo escrito se publicara, no he mencionado nombres, PERO LOS CULPABLES SABEN DE LO QUE DIGO
Muy bien por este reportaje! Pero, cuando harán el de la Habana, similar a lo que aquí se describe? Y ademas, hablar también de los Círculos Sociales, otro experimento que hoy esta en manos de alianzas con las FGNE, por no poder soportar la Empresa Provincial tal carga, cuando eran los Grupos Empresariales y ministerios con sus Sindicatos Nacionales quienes se ocupaban de su mantenimiento y ofertas. Y, que dice la CTC y sus Sindicatos..? Este tema, TRAABAJADORES, debe tener solución ya, antes del XXII Congreso.
Considero muy oportuno en los momentos actuales revitalizar este sistema. Reclamo de los trabajadores pues este sistema se eliminó a los trabajadores y continúa para trabajadores de FAR, MININT en sus instalaciones y cuadros. Situación que de esta forma nos reclaman los trabajadores.
ni eso, en la costa sur de cienfuegos habían instalaciones de la FAR que se la quitaron, las destruyeron y hoy son monte y marabú.
Cuanta indolencia por éstos organismos. Sancionar a los responsables
Cuando la decisiones, se toman sin tener en cuenta la opinion de los trabajadores, en cuestiones que le atañen, sucede lo que sucede, mira la industria azúcarera. En un sistema donde el pueblo es el principal protagonista. Saludos.
Excelente reportaje, ojalá conduzca a reparar el error