Camagüey.— Luego de superar algunas barreras logísticas antes del inicio de sus hostilidades, podemos asegurar que el III Torneo Nacional Femenino de Boxeo respiró feliz.

Varios fueron los objetivos que cumplió la lid, que tuvo como sede la sala Rafael Fortún. Los más importantes: Su realización y las enseñanzas que dejaron a la comisión nacional, a los organizadores y al colectivo técnico de la escuadra cubana.
Para la próxima edición en provincia aún por definir, sería vital asegurar un grupo de aspectos logísticos y organizativos que tiene el Torneo Playa Girón (destaca el hospedaje que afortunadamente se logró) y que redundan en la calidad y el respeto hacia todos los participantes (pugilistas, técnicos, personal médico y prensa).
Se trata de alcanzar una mayor participación por provincias y por qué no, aprovechar un espacio en el calendario competitivo para potenciar la realización de clínicas o seminarios técnicos (se reúnen los preparadores y personal especializado de los conjuntos participantes). Algo que en tiempos de estrecheces económicas puede volverse complicado, de ahí la necesidad de exprimir cada ocasión.
En la recién finalizada edición triunfó Santiago de Cuba, que tuvo también a Yaudel López como el mejor entrenador. Segundo y tercero anclaron Villa Clara y La Habana respectivamente.
Queda mucho por ajustar, debatir y analizar, pero por cuestiones de espacio dejaremos que las campeonas de cada división nos hablen de su experiencia…
“Estaba con poco presionada. Mi provincia y la familia estaban pendientes. La estrategia fue entrar y salir, y trabajar en la media distancia. A mi rival le gustaba tirar sin parar. Ahora quiero seguir preparándome y buscar más triunfos. Este es el más importante hasta ahora”. (Dinaybi de las Nieves, Cienfuegos, 50 kg).
“Me preparé duro. Ella ganó en el pasado campeonato. Ahora el oro es mío. Estoy orgullosa. Agradezco las enseñanzas de mi papá y los profesores del equipo nacional. A partir de ahora espero nuevas victorias y cosas buenas”. (Magda Massó, La Habana, 54 kg).
“Cumplí lo prometido incluso más rápido. Fueron solo 10 segundos de combate. Es mi tercer título nacional. Quiero seguir dando lo mejor y ser positiva. El entrenamiento serio que hacemos da premios”. (Melany de la Caridad, Villa Clara, 57 kg).
“Feliz. No dejé de prepararme ni un solo día. Es mucho el sacrificio. Mi rival era zurda y no la dejé sentirse cómoda. Trabajo bastante con el jab y los golpes rectos que tienen fuerza. Espero integrar la selección nacional y ver qué se da”. (Diana Pérez, Santiago de Cuba, 60 kg).
“Estoy supercontenta. Es el mejor resultado de mi vida. El sacrificio es grande. Cuando me levantaron el brazo pensé en mi mamá. Tuve un año complicado, ella fue la única que no me dejó sola. También el entrenador de mi provincia. Ahora no pienso bajar del equipo nacional”. (Arianne Imbert, Guantánamo, 66 kg).
“Gracias a Dios todo salió bien. La medalla de oro es para mi niño. Trabajé muy fuerte el juego de piernas y la riposta. Ahí estuvo la estrategia. He mejorado en la corta distancia. Respeto mucho a mi rival. Tenemos buena amistad, pero sobre el ring es diferente”. (Dayira Mesa, Santiago de Cuba, más de 66 kg).
En las próximas jornadas comenzará acá el Torneo Nacional Playa Girón. Los hombres, a pesar de alguna que otra importante ausencia, tendrán que poner nota alta, porque las muchachas a su manera les dejaron el cuadrilátero caliente. Se lo digo yo, que estoy aquí.