Enero siempre se apresura al planear el nuevo calendario. En este de los 66 de la Revolución, las dos más jóvenes provincias de Cuba viven su decimoquinto año de creadas, que se celebrará en el 2026.
¿Y qué sucede hasta en el hogar más modesto en el año de los 15? Es una etapa casi única convertida en ilusiones, pero acá la vivimos con las huellas de un huracán que nos dejó casi sin cine, sin estadios, sin cerca perimetral en el Mausoleo a los Mártires, sin alumbrado público en diversas arterias, sin árboles frutales, sin una mata de plátano, y con más de 21 mil familias damnificadas…
Hay muchos lugares que deben cambiar ya su rostro desaliñado. Y voy con uno de los más añorados: el bulevar. Solo tres cuadras con uno de los proyectos más bellos de Cuba, que no logra perpetuarse en el tiempo, no obstante el ir y venir de su gente.
Más de 4 millones de pesos se volcaron en lo que son hoy puertas cerradas, aunque tantas cuartillas y reuniones se hayan dedicado a su gastronomía, a involucrar actores estatales o no, a la vida cultural casi 24 horas y los siete días de la semana.
¿Qué nos queda del bulevar que soñamos? Luminarias rotas o perdidas, macetas con las huellas de las plantas que fueron, bancos dispares con moho hasta en sus entrañas, una fuente con guajacones en el parque mal llamado de la Asociación Hermanos Saíz, baños públicos cerrados, alguna llave goteando siempre y muchísimas losas de piso ausentes.
¡Ha tenido más penas que glorias! ¡Y mira que hace falta el permanente aroma del café Cubita, de la Casa del Chocolate o el sabor del helado del Coppelia!
En el bulevar es donde primero cae la tarde y demora el amanecer. Reina la soledad sábados y domingos y, salvo excepciones, los servicios se convierten en tabúes, incluso para quienes deben complacer, con placer, tal como el lema del comercio minorista.
Los 15 de Artemisa deben vivirse este año, sí, pero dentro de los casi 460 mil artemiseños, pues, aunque no haya alcancía para celebrar, hay tanto por mimar, querer y hacer, en el pedacito del archipiélago donde respiramos.
Al bulevar siempre volveremos, tal como los visitantes de los 11 municipios, los jóvenes enamorados, los trabajadores de regreso a casa.
¿Entonces? Habrá muchos como Cultura, Cimex, Etecsa, PNR, Rumbos, Comercio, el Fondo Cubano de Bienes Culturales, Tiendas Caribe, la Empresa Eléctrica, Comunales, trabajadores por cuenta propia, los CDR, FMC, que al bulevar deberán mirar, desde este enero, para que baile en los 15 de Artemisa.