El miedo como política de Estado

El miedo como política de Estado

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Cómo entender que el jefe de un Estado poseedor del arma nuclear y miembro activo en dos organizaciones regionales, el Tratado del Atlántico Norte (Otan) y la Unión Europea (Ue), aliente la posibilidad de enviar tropas de forma bilateral a Ucrania para evitar que pierda una guerra ya perdida.

 

Macron aislado en Europa. Foto: France 24

 

Esto dentro de la formalidad de un encuentro internacional que solo duró unas horas, en París, convocada por el anfitrión y que en esencia no fue para buscar la paz en Ucrania, sino todo lo contrario, no descartar el envío de tropas de las naciones participantes a combatir.

Es necesario conocer cuál fue la respuesta inmediata de Moscú, reiterada en más de una ocasión, entre ellas durante la entrevista concedida por el presidente Vladimir Putin a Tucker Carlson, conocido periodista estadounidense, y es que ello solo provocaría una guerra entre Rusia y la Otan.

Sucedió hace solo unos días, en un país que se prepara para los juegos olímpicos, y que salvo protestas de los trabajadores agrícolas y manifestaciones en contra del alza de los precios y de sus gobernantes solo conoce de Ucrania lo que le dicen.

La prensa local coincide en que esa declaración causó estupor fuera y dentro de Francia. El presidente se puso la capa de jefe de Estado en guerra, erguido frente a Putin, pero lo hizo sin tropas ni municiones”, señala un editorial de Le Figaro.

 

El anfitrión y su polémica propuesta. Foto: CNN

 

“Macron convocó la reunión con poca antelación debido a lo que sus asesores señalan como una escalada de la agresión rusa, tras la toma de la ciudad de Avdiivka, el pasado 17 de febrero”, precisa France24.

Y agrega que serviría para “evaluar formas de ser más eficientes en el terreno y aumentar la coordinación entre los aliados y Kiev. El Presidente anunció una coalición para el suministro de misiles y bombas de medio y largo alcance, que son extremadamente importantes para los ucranianos, pero no dio detalles.”

Sin embargo, a pesar de las polémicas declaraciones de Macron, algunas fuentes señalan que tropas de la Otan podrían estar llevando a cabo tareas limitadas, como desminado, mantenimiento y reparación de sistemas de armamentos en suelo ucraniano.

Según declaró un funcionario europeo de Defensa al Financial Times, lo dicho por Macron “tuvo como fin crear disuasión y ambigüedad hacia Rusia y simplemente la idea de la participación militar europea dejaría de ser un tabú”.

Países como Alemania, España, Italia, Grecia, Eslovaquia y otros descartaron el posible envío de sus tropas a territorio ucraniano, mientras que EEUU aseguró que no enviará las suyas a luchar en Ucrania.

 

 

Ayudas para apuntalar un régimen en caída libre. Foto: AFP

 

Llegó el momento de usar fondos rusos congelados

No es casualidad que dos días después de lo dicho por Macron, Ursula von der Leyen instó a la Eurocámara a “actuar rápido” para impulsar la industria de defensa comunitaria en los próximos cinco años.

Para ello, dijo “ha llegado el momento de iniciar una conversación sobre el uso de los beneficios extraordinarios  de los activos rusos congelados para comprar conjuntamente equipos militares para Ucrania.

Hay que recordar que en el 2022, la Ue, EU, Japón y Canadá congelaron unos 300 mil millones de dólares en activos del Banco Central ruso en respuesta al operativo militar iniciado por Moscú en Ucrania. Ya el Kremlin advirtió en diciembre último que, si se incautan ilegalmente, se afectará al sistema financiero global y que habrá consecuencias jurídicas y una respuesta de Moscú.

Ursula les recordó a los europeos; “El riesgo de guerra puede no ser inminente, pero no imposible. No se debe exagerar los riesgos de guerra, pero si hay que prepararnos para ellos y subrayó la urgente necesidad de reconstruir, reponer y modernizar las Fuerzas Armadas de los Estados miembros”.

Y como parte del bélico guion, la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, dijo lo suyo; “Es urgente que el Grupo de las siete principales naciones industriales (G7) se apodere de unos 285 mil millones de dólares en activos rusos congelados y redirija los fondos a Ucrania”.

En fin, miedo, más miedo, sobre todo para los europeos.

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