Cargando...Después del año de licencia de maternidad establecido por Ley, la doctora María Luisa Pérez Segurola, especialista en primer grado en Medicina General Integral, estaba solicitando ya el tercer mes de licencia sin sueldo porque no llegaba la matrícula para el círculo infantil del niño y no tenía quien lo cuidara.
Por esa razón considera la apertura de la casita infantil Pequeños Galenos, en el municipio tunero de Amancio, como un gran logro de la Revolución, porque “aunque tengamos unos deseos enormes de trabajar a veces no podemos”, dice y mira con ternura a Yoel David Bauzá Pérez que desde su regazo maternal pugna por alcanzar diversos objetos situados en el salón principal de la instalación.
Pero de esa impresión y de ese agradecimiento hablaron, también, otras madres y padres que ven en la obra una oportunidad para continuar su ejercicio profesional y la atención al pueblo sin la agravante que significa la incertidumbre del resguardo de sus pequeños capullos, ahora bajo la pupila de educadoras formadas para esa misión.
Todos agradecen los esfuerzos realizados para fundarla en un local, en el que “han adoptado todas las medidas para hacerlo funcional, seguro y acogedor. Quedó lindísimo”, enfatizó Maidelubys Santiesteban Peláez, especialista en Nefrología, un criterio compartido por la totalidad de los beneficiados que asistieron al acto inaugural presidido por las máximas autoridades del Partido, el Gobierno, Salud y la CTC en la provincia.
La educadora Yenis Zayas Varona, responsable de la casita infantil y de los complejos procesos formativos que asume, dijo que es un orgullo, un honor para ella y sus colegas poder atender los niños de médicos y enfermeras que tanto lo necesitan para laborar el día a día en favor de la salud del pueblo.
Zayas Varona exaltó, además, los medios de enseñanza para trabajar con los niños, para enseñarlos, educarlos, son fruto de las habilidades y el quehacer de las propias educadoras que los hacen utilizando la técnica de papel maché con papel, cartón, harina y barniz.
Y las 30 madres, familias, que reciben este beneficio agradecieron el aporte y el esfuerzo integrado de todos los trabajadores que hicieron posible esta obra de nuestra Revolución que facilita la incorporación al trabajo de quienes tienen la disposición de vencer obstáculos y dar a los pacientes las atenciones que sus padecimientos requieren.
El doctor Ariel Guevara Bringa, director general de Salud en el municipio de Amancio, rememoró que la casita infantil satisface un reclamo sindical y destacó “desde que fue concertada la idea en el proyecto y se iniciaron las actividades constructivas transcurrieron 41 largas e intensas jornadas laborales”, para materializar un sueño al que el presupuesto estatal le destinó un millón 465 mil pesos y es otro regalo por aniversario 65 del triunfo de la Revolución.
La creación de estas casitas infantiles es una tarea priorizada por la dirección del movimiento sindical y este territorio oriental cuenta ya 12, de las cuales 10 pertenecen al sector educacional, una a los trabajadores civiles de la defensa y otra a la Salud, confirmó Dagmara Sánchez Peña, miembro del Secretariado Provincial de la CTC en la provincia.
