CON FILO: Construir el discurso propio

CON FILO: Construir el discurso propio

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Hace ya bastante tiempo conocí a un profesor de una prestigiosa institución para la formación de directivos que solía recordar a un antiguo jefe suyo, el cual le había advertido que si coincidía con su opinión más de dos veces, prescindiría de sus servicios. ¿Para qué quiero a mi alrededor subordinados que solo apoyen mis ideas?, le decía.

 

 

Tal vez resulte un tanto extrema o exagerada la anécdota, pero revela una filosofía de trabajo y un modo de ser que muchas personas, con responsabilidades de dirección o no, debieran cultivar con mayor ahínco: construir su propio discurso.

Ese tipo de individuo que se pliega automáticamente al criterio de los superiores o que espera porque se pronuncie la mayoría para después coincidir o aparentar esa coincidencia, poco o nada puede aportar a la sociedad cubana en la actual circunstancia.

Y si daño hace semejante actitud a ese sujeto que se anula o esconde sus razones y sentimientos, porque cree que así quedará bien, mayor perjuicio causan también quienes permiten, prefieren y a veces hasta premian tales conductas, en detrimento de las voces discrepantes que tal vez entonces pudieran acallarse, con el riesgo de que los problemas se agudicen, en lugar de discutirse y resolverse.

La elaboración de un discurso auténtico, de una opinión sincera, de un punto de vista genuino, requiere entrenamiento personal y también estímulo individual y colectivo.

Por supuesto que para lograr esa originalidad o convicción, no basta con proponérselo, y empezar a improvisar con obstinación y sin fundamento, llevándoles la contraria a todo y a todos por el solo hecho de —y ese es el extremo opuesto e indeseable también— de discrepar o alardear de una autonomía e independencia que la mayoría de las veces se revela como una desagradable autosuficiencia y soberbia.

Tener una proyección y criterios propios exige que estudiemos, analicemos, y sobre todo, escuchemos a los demás, para que podamos elaborar nuestras propias ideas sobre cualquier problema o asunto.

Y que conste que tal necesidad no solamente compete a las personas, sino que también es una urgencia para las organizaciones y colectividades que necesariamente tienen que distinguirse por la naturaleza diversa de sus labores, en correspondencia con los requerimientos, aspiraciones y modos de hacer y decir de los miembros que las integran.

No se concibe en la Cuba de hoy, y cada vez será menos aceptable como parte del modelo de sociedad que estamos perfilando, individuos y organizaciones que repitan y repitan lo mismo que otras personas e instituciones, acríticamente y sin profundizar en la condición y circunstancia específica de cada una de ellos.

No puede expresarse ni actuar igual el dirigente sindical y el administrativo, el representante de una organización de masas y el de una instancia gubernamental o política, la institución que trabaja con adolescentes y jóvenes y la que lo hace con adultos. En fin, cada cual debe decir y hacer lo que le corresponde según su función, sin impostar, imitar ni reiterar.

Y volviendo a la anécdota que al inicio les comentaba sobre el dirigente que no quería a su lado gente que siempre estuviera de acuerdo con él. Podemos casi dar como una certeza que el liderazgo y el ejemplo personal resultan esenciales para promover este tipo de actitudes proactivas, sinceras, analíticas, que favorezcan, cada vez más, que todas y todos, personas y organizaciones, podamos construir un discurso propio.

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3 comentarios en CON FILO: Construir el discurso propio

  1. Seria muy bueno que este comentario lo leyeran los dirigentes y funcionarios que tenemos en el pais que padecen de este mal y se ofenden cuando se hacen comentarios y publicaciones criticando las cosas que se hacen mal

  2. muy de acuerdo con el artículo
    aprovecho la oportunidad para expresar mi desacuerdo con la actitud tomada por la redacción digital de expulsarme del chat de trabajadores sin mediar explicación alguna. desconozco. por qué tal situación. soy una anciana de 76 años revolucionaria, mi móvil es mi fusil. ayúdenme a aclarar esta situación gracias

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