Brecha salarial: Lo que ellas no deben ganar

Brecha salarial: Lo que ellas no deben ganar

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La discriminación hacia las fé­minas abarca muchas esferas. No basta con que ellas lleven la ma­yor parte del peso de las labores domésticas, durante demasiado tiempo la sociedad se ha encargado de gritarles que son el sexo débil y que por eso tienen menos derechos.

 

Foto: Tomada de iStockphoto

El resquicio salarial es uno de los que más afecta a este grupo po­blacional, incluso en países desa­rrollados. Su impacto es también sicológico, en tanto hace que se vean disminuidas e imposibilitadas de re­cibir un sustento económico que les permita cuidar de su familia.

Lo anterior no es un comenta­rio de pasada. Diferentes estudios han confirmado que a pesar de los intentos de que exista igualdad en­tre los sexos; en muchos países los hombres siguen cobrando más.

Nos preguntamos entonces ¿qué es exactamente la brecha sa­larial de género?: “A diferencia de la desigualdad salarial, que compara los salarios de hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo, la brecha salarial de gé­nero es la diferencia a nivel de empresa. Esto se calcula por una diferencia porcentual entre los ingresos promedio por hora para hombres y mujeres”, argumenta el sitio web www.sedex.com

Y pudiéramos pensar que esta situación sucede en mayor medida en países subdesarrollados, pero no es así. “Las mujeres en la Unión Europea ganan casi un 12,7 % me­nos por hora que los hombres, como promedio, aunque existen grandes diferencias entre los países miem­bros. En el año 2021, la mayor bre­cha salarial de género fue la de Estonia (20,5 %), mientras que Luxem­burgo cerró y la siguiente más baja fue la de Rumania (3,6 %). España se sitúa en una posición interme­dia con un 8,9 %”, según el sitio web www.europarl.europa.eu

Los países de nuestro conti­nente también han sido escenario de desigualdades. El machismo arraigado a la cultura y la socie­dad, al igual que sucede en otros lares, afecta sin duda la realidad económica de las féminas, quienes sufren numerosísimas injusticias.

“En América Latina, por ejem­plo, un informe de Aequales muestra que frente al sueldo de un hombre, el porcentaje salarial de una mujer es cerca de 89,4 %, es decir, una dife­rencia de 10,6 %, esto para emplea­dos de nivel uno; en tanto que para empleados de nivel dos la cifra sería 77,6 % sobre el salario con una di­ferencia de más de 22 %”, publica el sitio web larepublica.co

En varias naciones de la región las cifras también son alarmantes. La brecha salarial entre hombres y mujeres en Colombia, por ejem­plo, representa el 68 %; en Perú el 72 % y en México el 57 %, afirma el portal informativo.

Pero no son casos aislados. Las estadísticas nos permiten reflexio­nar que las luchas feministas en todo el orbe no han sido suficien­tes para lograr el empoderamiento pleno femenino.

América del Norte, no obstante su desarrollo no escapa a esta pro­blemática. Estados Unidos, la eco­nomía de mayor impacto a nivel mundial, muestra altos índices de brecha salarial de género, pues las féminas reciben el 76,9 % de la re­muneración de los hombres, esta­dística que la ubica en la posición 27 del ranking a nivel mundial.

El diario español El País ase­guró que: “La brecha salarial de género, fuera de la agricultura, es un fenómeno generalizado en toda África subsahariana, donde se es­tima en un 30 %. Es decir, que por cada dólar que gana un hombre en las empresas, los servicios o el co­mercio, las mujeres solo consiguen 70 céntimos”.

Otra de las regiones punteras, junto a África, en desigualdades hacia las damas es Medio Orien­te. “Arabia Saudita tiene una brecha de género del 63,6 %”. Con ese porcentaje se convierte en uno de los países con mayor brecha de género, enuncia el sitio web datosmacro.expansion.com

Dentro de Oceanía, específica­mente en Australia, una mujer co­bra una media de 13,3 % menos que el hombre, “es decir, cada semana unos 253,50 dólares australianos (169,31 dólares estadounidenses o 156,25 euros”), de acuerdo al sitio web www.swissinfo.ch

Sin importar el país o el con­tinente en que vivan, la brecha salarial de género lacera la cali­dad de vida de laws mujeres en todo el mundo, no obstante de su esfuerzo diario. La injusticia se torna más grave aún si agrega­mos la carga en tareas domésti­cas que amplían su jornada labo­ral y la realidad de que en ellas es mayor el riesgo de pobreza en la vejez.

Cuando todas las mujeres re­ciban, como promedio, una retri­bución salarial similar a la de sus pares masculinos, podríamos ha­blar entonces de un mundo equi­tativo, algo muy lejos de la reali­dad actual.

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Un comentario en Brecha salarial: Lo que ellas no deben ganar

  1. Las campañas incrementadas contra la discriminación hacia las «fé­minas», me sorprenden cada vez más. Sobre todo cuano leo argumetos sobre el temas de esta índole, después de 60 años de justicia social socialista en nuestro país. Me pregunto es que vivimos todo ese tiempo de consignas viendo cerca a mujeres, en tarees igules, es que nos encerraos en una burbuja del buen hacer nosotros sus compañeros (hombres y mujeres) féminas, masculino si queremos usar otros términos cuya diferencia no estaba en derecho, como pueden serlo los mismos salarios que los recibidos por sus compñeros masculino. Me pregunto qué nos ha pasado, con tantos beneficios realizados por la Revolución en bien e incorporación de la mujer a la actividad social.
    Argumentos sólidos para solidarizarse con esa lucha en forumes por los porciento de desiguadas para el adelanto de la participación de la mujer.
    Sin embargo en nuesro medio socialista la principal tarea emancipadora de la famila sigue estano en crear cada vez nuevas capacidades por la industria alimentaria y de servicio de proponer con calidad alimentos listos a liberar tiempo en las tareas hogareñas, a perfeccionar los centros de enseñanza, circos infantiles, atenciónes de todo tipo. No muy lejanas de sueños a vivir en armonía, con pagos de salario o con ajustes de porcientos, según el ingreso familiar.
    batalla sumamente compleja para una sociedad sin mercantilismo donde el que más gana en felicidad es la familia y sus integrantes
    Gracias,

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