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Al sindicato le corresponde estar en el centro de los problemas

Para que la zafra azucarera en Camagüey avance queda mucho por hacer y problemas por resolver, sobre todo cuando se analiza la tendencia a la baja en las producciones de los últimos años. Y aunque es cierto que limita la carencia de materiales, insumos, piezas de repuesto, combustibles… aún al sindicato le quedan cuestiones por resolver.

 

Como trascendió en la asamblea de balance de los azucareros en Camagüey, el sindicato debe estar en el centro de los problemas para poder resolverlos. Foto: Gretel Díaz Montalvo

 

Esa fue la principal motivación de los dirigentes sindicales, representantes de entidades y trabajadores que participaron en la asamblea de balance del Sindicato de trabajadores Azucareros en la provincia agramontina, en esta semana.

Yunior Almaguer González, quien hace tan solo dos meses se incorporó a una de las secciones sindicales del central Batalla de las Guásimas, en Vertientes, puso el ejemplo de todo lo que se puede cambiar.

«Cuando llegué habían muchos problemas, dice, y lo primero que se hizo fue reestructurar los buroes, incrementar el vínculo con los pelotones y garantizar atenciones diferenciadas al obrero. Ya somos otros».

Y es que aunque existen lugares donde no se realizan las asambleas sindicales, los matutinos y todo parece ser un caos, como asegura Yulián León Rondón, secretario general del Comité Provincial de la CTC, «los ejemplos positivos debemos potenciarlos y divulgarlos, para que todos comprendan que haciendo equipos es que podemos revertir los problemas».

Las condiciones laborales, la ropa y el calzado para trabajar y las peripecias productivas también se analizaron en la reunión. Pero fue el delito y su enfrentamiento lo que acaparó opiniones, sobre todo cuando en el territorio esto lacera considerablemente.

Uno de los centrales implicados es el Panamá y como explicó su director adjunto, Amaury Álvarez Veloz, varias son las acciones que se acometen para controlar el robo de azúcar. «En las áreas de la fábrica, apuntó, hemos limitado el acceso a la centrífuga, se pusieron más cercas y tapias.

«Pero también hemos fortalecido la guardia obrera, incluso con el consejo de dirección. Claro, también intercambiamos con el Minint sobre todo buscando su apoyo y que las sanciones ante el robo sean más severas, pues a veces están implicados los mismos trabajadores».

Para William Licourt González, secretario nacional de la organización obrera, es claro que hay que hacer cosas diferentes y «el sindicato debe hacerse sentir más. Defender la fábrica y nuestros recursos es la tarea más importante para los trabajadores. Hay que hablar con los obreros y todos los días, y entre todos, podemos controlar eso».

Sin embargo, como acotó León Rondón, aun cuando desde la CTC se organizan encuentros con los hombres y mujeres del sector, es notable, a veces, el compadreo y el poco enfrentamiento.

Yosvany Chávez Lima, secretario del buró provincial del sindicato, insistió en que esos problemas donde se deben discutir para transformarlos es en las asambleas sindicales, «por lo que es lamentable que en ocasiones las suspendan y ya».

Algo impensable, como sentenció Licourt González, quien señaló que «las asambleas son nuestro espacio. Allí se controlan los problemas, pero se genera motivación en los trabajadores, se pactan compromisos. Las asambleas de afiliados deben ser sistemáticas y con calidad.

«Además, el sindicato debe estar en el centro de los problemas, ser protagonista. Casi llevamos dos años con un paquete de medidas aprobadas para rescatar el sector y nos queda mucho por mejorar».

En las conclusiones, José Antonio Carmenate Montalván, funcionario del PCC, instó a los presentes a lograr una mayor vinculación con la base, cambiar las maneras de hacer y decir para transformar muchas cuestiones antes del Primero de Mayo.

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