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Aumentan el hambre y la desnutrición en América Latina y el Caribe

Precios, calidad, seguridad alimentaria, nutrición y falta de acceso, pudieran ser las palabras claves del Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y Nutricional, en el 2022, cuando según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura se presenta una situación dramática dados por el incremento de la pobreza y el hambre en esta área geográfica.

 

 

El informe presentado este miércoles 18 de enero, en Santiago de Chile, con acceso a las 33 capitales de los países de la región, contó con la participación de conferencistas de varios de los organismos internacionales relacionados con el asunto; además de FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Hacia una mejor asequibilidad de las dietas saludables, muy lejos de la actualidad, es la aspiración de estos organismos para el futuro; sin embargo, en un contexto global de condiciones humanitarias adversas, América Latina y el Caribe enfrenta notables desafíos para erradicar el hambre y la malnutrición en todas sus formas.

“A pesar de los avances logrados en la región para reducir la desnutrición infantil en las últimas décadas, el hambre y la inseguridad alimentaria han ido en aumento desde 2014, alcanzando su nivel más alto durante la pandemia de la COVID-19, dice el texto al que dio lectura Mario Lubetkin, Representante Regional para América Latina y el Caribe de la FAO.

“Otras formas de malnutrición, como el sobrepeso y la obesidad, también han aumentado en la región en las dos últimas décadas”.

Según el informe presentado y transmitido por videoconferencia, expresa que las estadísticas muestran que la prevalencia del hambre en la región aumentó desde un 5,8% en 2015 a un 8,6% en 2021. Esta prevalencia está por debajo del promedio mundial del 9,8% en 2021; sin embargo, el aumento de la proporción de personas que padecieron hambre en la región durante la pandemia fue mayor que el incremento a nivel global.

Entre 2019 y 2021, la prevalencia del hambre en la región aumentó un 28%, frente a un incremento del 23% a nivel mundial.

En 2021, la inseguridad alimentaria afectaba al 40% de la población de América Latina y el Caribe, y refiere las disparidades específicas de género existentes en la inseguridad alimentaria, donde las mujeres se ven más afectadas que los hombres, muestran una brecha mayor en esta región que en el mundo.

La región no sólo registra altos niveles de desigualdad, sino también el mayor costo de una dieta saludable, se afirma en el informe.

Señala que no existe una política que pueda proporcionar la solución a esta problemática por sí sola. Lo que se necesita es un conjunto de acciones multisectoriales, cooperación internacional e integración regional, que involucre a todos los sectores y actores del sistema agroalimentario. Los gobiernos nacionales deben liderar la transformación de los sistemas agroalimentarios de la región, promoviendo y garantizando el acceso a dietas saludables para toda la población.

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