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Una nueva crisis en camino

El hambre siempre ha sido una amenaza para buena parte de la humanidad, pero ahora los organismos especializados anuncian la inevitable crisis alimentaria que tocará las puertas no solo de los más pobres, sino de la mayoría de la población mundial.

 

 

Resulta claro que una situación como esta no surge en días, sino que es consecuencia de un proceso y causa de muchos factores. Ya en el primer trimestre del 2008 los especialistas aseguraban que “el fuerte aumento de precio de los alimentos básicos amenazaba directamente la supervivencia de cientos de millones de personas.

El derecho a la alimentación, seriamente ignorado por varios decenios de recetas neoliberales está más amenazado que nunca”.

En este contexto las sanciones contra la Federación Rusa incrementan la crisis alimentaria mundial y los países que las imponen exigen a sus poblaciones que las respalden en aras de “la libertad y la democracia”.

Rusia y Ucrania son considerados graneros mundiales y entre ambas exportan al mundo el 30 por ciento del trigo. Los expertos consideran que la interrupción en la cadena de suministros a causa del conflicto entre ambas naciones provoca una reducción de la oferta y fuertes fluctuaciones en los precios de los alimentos a nivel mundial.

Además representan un tercio de las exportaciones de cereales y cerca del 80 por ciento del aceite de girasol. Rusia además, exporta el 15 por ciento de fertilizantes a nivel mundial..

 

Una verdadera “tormenta” perfecta

“Nos preocupan enormemente los efectos combinados de las crisis simultáneas que ponen en peligro la capacidad de las personas de producir alimentos y de acceder a ellos, empujando a más millones de personas a niveles extremos de inseguridad alimentaria aguda”, expresó el Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu.

Se espera que las repercusiones sean particularmente agudas donde la inestabilidad económica y los precios en espiral se combinan con caídas en la producción de alimentos debido a choques climáticos como sequías o inundaciones recurrentes.

El británico Rishi Sunak, representante del Tesoro, reconoció en entrevista con Sky News; “las medidas que tomamos tendrán que pagarse aquí. No será fácil y el Gobierno no podrá resolver todas las dificultades y proteger a los ciudadanos”.

 

 

El presidente francés, Emmanuel Macron anunció a través de la radio France Bleu que “se crearán bonos de comida para ayudar a los necesitados frente a la subida de los precios”.

“Nos enfrentamos a una tormenta perfecta que no solo afectará a la población más pobre de entre los pobres, sino que también abrumará a millones de familias que hasta ahora se mantenían a flote”, advirtió el Director Ejecutivo del PMA, Sr. David Beasley.

 

La inevitable crisis

La campaña de propaganda en Europa Occidental presenta esta nueva situación como creada por la operación militar especial que lleva a cabo Rusia en Ucrania e ignora todos los reclamos de los organismos especializados por mitigar la inevitable crisis.

Este año, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) publicaron una seria advertencia sobre las múltiples crisis alimentarias inminentes.

Impulsadas  por los conflictos, los choques climáticos y los efectos de la pandemia de la enfermedad por coronavirus, exacerbadas por los efectos en cadena de la guerra en Ucrania.

 

 

La nueva crisis fue anunciada hace años, sin embargo, poco se ha hecho para mitigar sus efectos. Algunas transnacionales siguen suministrando semillas o productos químicos para la agricultura rusa, conscientes que la reducción del trigo y otros alimentos de ese país incrementaría la crisis alimentaria a nivel mundial, tal y como reconoció recientemente The Wall Street Journal.

“Las condiciones actuales son mucho peores que durante la primavera árabe en 2011 y la crisis de precios de los alimentos de 2007-08, cuando 48 países se vieron sacudidos por inestabilidad política, disturbios y protestas. Ya hemos visto lo que está sucediendo en Indonesia, Pakistán, Perú y Sri Lanka; eso es solo la punta del iceberg”, señala en un informe el  PMA.

La secretaria general de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (CNUCYD), Rebeca Grynspan, advirtió que la crisis alimentaria actual puede desembocar en una catástrofe de proporciones globales en el año 2023.

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