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Palco #12: ¿Sorpresas?

Marruecos ya no es una sorpresa. Como tampoco lo es una nueva eliminación de la Inglaterra siempre candidata. Que a estas alturas los Leones del Atlas hayan «sorprendido» a Portugal y la afición inglesa esté atónita por la caída ante Francia, sí que es preocupante.

Yassine Bono tuvo otra noche para el recuerdo. Foto: tomada de Marca

A los lusos les faltó hoy lo que les sobró a los marroquíes: sangre caliente. Claro está: también echaron de menos los goles que agotaron en las fases previas. Quizás hasta extrañaron a Cristiano Ronaldo de inicio para generar un poco de reservas ante un rival sinvergüenza.

Walid Regragui mandó a los suyos a seguir un libreto parecido al que emplearon contra España, con la fe de que, si algo se torcía atrás, Yassine Bono apagaría el fuego.

Así fue en un inicio, cuando el arquero atajó un intento claro de Joao Félix. Sin embargo, a medida que pasaron los minutos Marruecos se vio en condiciones de salir un poco más, de proponer ante un Portugal insípido y un tanto espeso. Juego rápido por las bandas y centros al área buscando la cabeza de En-Nesyri.

Por ahí llegaron los primeros anuncios y, en definitiva, el gol, luego de que el delantero se elevara más que el arquero luso para enviar el testarazo al fondo de las redes y poner a los suyos en ventaja sobre el cierre de la primera mitad. Tampoco era una sorpresa que fallara Diogo Costa.

Para la segunda parte, ante un escenario más que favorable, los marroquíes se atrincheraron en defensa y apostaron abiertamente a la contra… y a Bono, que no los dejó tirados y sacó remates de Joao Félix y Cristiano Ronaldo, que se negaba a acabar así su paso por los Mundiales.

Pero fue imposible y Marruecos se convirtió en el primer país africano que pasa a las semifinales de una Copa del Mundo.

Algunos portugueses hicieron más ante cámaras y micrófonos, que en el césped frente los rivales. Perdieron doble. Cristiano no. Se marchó entre lágrimas nada más el referí pitó el final del partido.

Deshecho también acabó Harry Kane, mientras los campeones defensores de Francia festejaban su triunfo 2-1 ante Inglaterra.

Él había sido uno de los mejores de la cancha. Lo intentó una y otra vez, pidió el balón cuando la batalla era intensa y los franceses rompían un duelo igualado con un zapatazo lejano de Aurélien Tchouaméni. Se puede decir que tomó por sorpresa a Pickford.

Sin embargo, los de la selección de la rosa no se vinieron abajo y encontraron premio cuando Saka provocó un penal del propio Tchouaméni.

Kane lo cobró ante Lloris. Un derechazo cruzado que empató el juego y que llenó de esperanzas a una afición que no recuerda desde cuando está esperando levantar la Copa del Mundo.

Los jugadores también se lo creyeron, pero cuando mejor estaban Griezmann, que siempre muestra con la selección su versión top, dibujó un centro a la cabeza de Giroud y el balón acabó venciendo otra vez a Pickford.

Francia luchará por vovler a la final. Foto: tomada de Gol Caracol

Quedaban diez minutos. Tiempo iban a tener los ingleses para una más. Y llegó, gracias a un penal tonto que cometió Theo Hernández sobre Mason Mount.

Le tocó ir de nuevo a Kane, que lo voló y, sin quererlo, se cargó el sueño. No se pudo reponer. Los suyos tampoco y Francia se verá en la semifinal con Marruecos. ¿Habrá sitio para sorpresas?

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