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Cienfuegos en 26: Pasión de alto voltaje

 

Islay Martínez se enamoró de su profesión. La disfruta, la sufre, definitivamente le apasiona. “Mi relación con la electricidad comenzó al terminar el Servicio Militar. Unos vecinos que trabajaban en ese campo ayudaron a incorporarme y desde 1988 soy liniero”, aseveró, quien desde hace varios años es jefe de brigada del Centro de Operaciones Cienfuegos de la Empresa Eléctrica.

Islay Martínez

“En este trabajo uno se equivoca dos veces, una cuando se incorpora al sector y la otra cuando se equivoca y le cuesta la vida”, señala con una mezcla de broma y seriedad.

“Hay complejidad en la tarea. El proceso de captación es complejo e incluye estudios, pruebas sicométricas y físicas. También incluye sacrificios, hay que alejarse de la familia cuando te destinan a labores fuera de la provincia”.

Comenta el entrevistado que ser jefe de brigada implica una responsabilidad extra. “Debes ser un poco de todo. Padre, consejero, amigo y responsable de la toma de decisiones y el buen trabajo. Incluso cuando el problema es mío tengo que dejarlo en la casa. Es duro, pero hay que hacerlo.

“Recuerdos tengo muchos, me quedo con los jefes de brigada y pareja que formé. La mayoría todavía me pide consejos, eso marca mucho”, abundó.
El especialista habla de la familia. Fiel y siempre lista para el necesario apoyo. Igualmente, de una fecha próxima a celebrarse:

“Ser sede de un acto nacional por el 26 de Julio es importante. Ahora lo aplaudiremos con emoción y compromiso. Recuerdo cuando en 1999 acogimos esa celebración. Siempre ha primado en ella la alegría y los deseos de cumplir con las metas trazadas”.

Islay señaló que a nivel sindical se siente representado. “Trabajan y escuchan, están atentos a nuestras inquietudes, tratan de solucionarlas. Existe un apoyo”.

No todo es optimismo en el diálogo. Hay dudas, preocupaciones.

 

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

 

“Hoy muchos jóvenes no se interesan por el trabajo. Tienen la cabeza en otro lugar. Tenemos que convencerlos, intentar enamorarlos de esta noble profesión”, certificó.

Islay nos da las gracias por tenerlo en cuenta y se despide con una sacudida de hombro que estremece…
Hemos sido testigos de una linda historia de vida. De una pasión de alto voltaje.

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