Canadá, cómplice de Estados Unidos al impedir que Cuba asista a la Cumbre de las Américas

Canadá, cómplice de Estados Unidos al impedir que Cuba asista a la Cumbre de las Américas

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Desde las declaraciones bilaterales de Estados Unidos y Canadá en 2021 y 2022, previas a la Cumbre, hasta la visita a Ottawa del Presidente chileno Gabriel Boric, el pasado 6 de junio de 2022 y su reunión con Justin Trudeau, pasando por el papel de Canadá en la última votación de Naciones Unidas de 2021 acerca del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, ¿qué nos dice todo esto acerca de la Cumbre y de la importancia de la CELAC, como una alternativa clara?

 

 

El 26 de febrero de 2021, el entonces ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, Marc Garneau, declaró acerca de su reunión virtual con su homólogo estadounidense Antony Blinken, que “ambos reafirmaron el compromiso de abordar los derechos humanos y las reformas necesarias en Cuba. Los dos discutieron acerca de la grave situación en Venezuela y acordaron trabajar juntos junto con la comunidad internacional que apoya a los venezolanos a fin de abordar esta crisis y el sufrimiento humano que está causando. El Ministro Garneau y el Secretario Blinken esperan con interés la próxima Cumbre de las Américas”.

Sin embargo, el 25 de abril de 2022, The National Post, uno de los diarios más importantes de Canadá, informó que el canciller cubano Rodríguez afirmó “que Estados Unidos había decidido excluir a Cuba de los preparativos para una cumbre de líderes regionales”.

The National Post ciertamente está en el escritorio de Justin Trudeau y del personal del Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá. En respuesta, el 11 de mayo, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, anunció que no asistiría a la Cumbre de Los Ángeles, a causa de la política excluyente de Biden. AMLO dejó además en claro que él ve las futuras cumbres de la CELAC como la alternativa.

 

Camino a la Cumbre de Los Ángeles

Mientras que la decisión de AMLO significó un cambio definitivo en las reglas del juego, el comunicado de prensa del 5 de junio de 2022 del gobierno de Trudeau, simplemente anunció que la Ministra de Relaciones Exteriores, Mélanie Joly, estaría en Los Ángeles del 6 al 10 de junio. Ella se uniría al Primer Ministro Trudeau en la 9ª Cumbre de las Américas, a la vez mantendría reuniones con las «partes claves interesadas». No se menciona la insubordinación de AMLO y de los líderes de otros Estados de América Latina y el Caribe contra la política de exclusión de Estados Unidos. Pero la sutil introducción del término “partes claves interesadas” por parte del gobierno de Trudeau, aparentemente iba destinada a reemplazar a los presidentes o primeros Ministros que estarían ausentes y que normalmente deberían asistir, por representantes de nivel inferior. Sin mencionar a ciertos disidentes de países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, quienes podrían reemplazar por completo a las delegaciones formales.

Parece que esta opción provocadora de reunirse con activistas de “cambio de régimen”, conocidos en Cuba como mercenarios, ya puede estar en el plan de juego de Trudeau: el comunicado de prensa sugiere vagamente que “la Ministra Joly se reunirá con sus homólogos de la región, funcionarios del gobierno, representantes de la sociedad civil”. Este último término, “representantes de la sociedad civil”, puede ser visto como un eufemismo para sustituir a los mercenarios o disidentes que buscan un cambio de régimen.

 

Mercenarios cubanos en Los Ángeles

Como era de esperarse, en un tuit del 6 de junio, el embajador Brian A. Nichols, Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, apareció en una foto desde Los Ángeles con uno de los principales mercenarios cubanos. La leyenda decía “… los cubanos deben tener la oportunidad de contar sus historias. Hoy tuve el placer de conocer la inspiradora historia de @YoTuel007 en el Foro de la sociedad civil, en la #SummitAmericas. Estamos con Yotuel y todos los cubanos que continúan de pie arengado “patria y (la) vida”. No se sabe si Trudeau o Joly realmente se reunieron con estos disidentes como lo hizo Estados Unidos.

El comunicado de la prensa canadiense del 5 de junio continúa afirmando que “al margen de la Cumbre, la Ministra Joly sostendrá una Reunión Trilateral de Ministros de Relaciones Exteriores de América del Norte con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard”.

No se menciona, por supuesto, que Trudeau se reunirá con su homólogo mexicano AMLO, dado que éste declaró públicamente que no asistirá a la Cumbre en apoyo a los Estados excluidos, lo que también podría entenderse como un desaire a Biden.

La conclusión que se puede sacar de esto es que, a pesar de su anunciada pretensión de ser un “amigo de Cuba”, el gobierno de Trudeau es totalmente cómplice de la política excluyente de Biden contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. Así, tanto los Estados supremacistas blancos de América del Norte, como los Estados coloniales, se enfrentan firmemente, una vez más, a los Estados nacionales del Sur Global. ¿Debería esta caracterización de Trudeau, en particular, ser una sorpresa?

 

El desempeño del gobierno de Trudeau en la ONU respecto a Cuba

Examinemos el historial de Trudeau en el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba. Los días 23 y 24 de junio de 2021 se presentó una vez más ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, la resolución cubana a favor del levantamiento del bloqueo. Una vez más, la abrumadora mayoría de los países votaron a favor de la resolución, por 184 votos a favor, 2 en contra (Israel, Estados Unidos) y 3 abstenciones (Brasil, Colombia, Ucrania).

Aun cuando Canadá votó a favor, no se atrevió a tomar la palabra para hablar, como muchos otros Estados miembro. La siguiente recopilación de oradores está basada en el informe oficial de las Naciones Unidas acerca de los dos días de debate, incluyendo a quienes hablaron antes de la votación, así como a quienes hablaron después de la votación, explicando por qué votaron como lo hicieron.

Los representantes hablaron en nombre de varias organizaciones del Sur Global, entre ellas, el Movimiento de países no alineados (120 miembros), la Comunidad del Caribe (CARICOM, 20 miembros), la Organización para la Cooperación Islámica (OCI, 57 miembros), el Grupo de los 77 (el mayor grupo intergubernamental de países emergentes de las Naciones Unidas, 134 miembros), el Grupo Africano de las Naciones Unidas (54 miembros) y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, 10 miembros), con varios Estados miembro de varios grupos.

Igualmente formularon declaraciones generales representantes de Vietnam, de la Federación Rusa, Venezuela, México, Argelia, San Vicente y las Granadinas, China, Sudáfrica, Antigua y Barbuda, Filipinas, Namibia, Egipto, India, Bolivia y Nicaragua, y el representante de Cuba habló utilizando el derecho a réplica.

Desde el Sur no global (aparte de la Federación Rusa Euroasiática), tan sólo Portugal habló tímidamente en nombre de la Unión Europea. ¿Por qué tímidamente? Fue el único país entre los miembros de la Unión Europea que habló (y solo una vez) mientras que, en comparación, varios países del Sur Global hablaron varias veces, al tiempo que los asociaron con una o más organizaciones del Sur Global. Incluso el Reino Unido se expresó. Sin embargo, el gobierno de Justin Trudeau no se levantó para hablar.

Trudeau, representante liberal ejemplar, haciendo uso de una diplomacia dilógica, hizo un movimiento en la ONU apelando al mundo, y especialmente al Sur Global, a votar a favor de la resolución cubana, esforzándose así por mantener su dudosa reputación de “amigo de Cuba”.

No obstante, al no hablar ante la Asamblea General, en contraste con las múltiples intervenciones del Sur Global en su conjunto, envió otra señal, claramente dirigida a Washington: el régimen de Trudeau se mantuvo manifiestamente del lado de su socio estadounidense al insinuar “que no nos oponemos firmemente al bloqueo a Cuba”, alentando así a Estados Unidos a continuar su política hacia Cuba. Por lo tanto, se trata de una confrontación del Sur Global versus Occidente.

 

Boric y Trudeau en Ottawa: ¿Un adelanto de la Cumbre?

La superficialidad de Trudeau como “amigo de Cuba”, salió de nuevo en escena. El presidente chileno Gabriel Boric y el primer ministro Trudeau se reunieron en Ottawa el 6 de junio, cuando el líder chileno se dirigía a Los Ángeles. La lectura no mencionó la naturaleza excluyente de la Cumbre de Biden. No obstante, en la conferencia de prensa posterior a la reunión, un periodista le preguntó a Trudeau acerca de la exclusión de Cuba. En su típico estilo, Trudeau evitó dar una respuesta, afirmando tan sólo que desea tratar con todos los participantes. El periódico US News, entendió la situación, regodeándose con que “Trudeau no afirmó estar o no de acuerdo con la exclusión, pero afirmó que Canadá esperaba participar plenamente en la cumbre”. Esto constituye una prueba más de que Trudeau es cómplice de la política de Biden.

En la Cumbre, la política imperialista de Trudeau hacia América Latina ha ido aún más lejos, en el camino hacia alinearse a las ambiciones imperialistas de Estados Unidos, al no manifestar ninguna oposición a la reunión excluyente de Biden en Los Ángeles.

El 7 de junio participé en una entrevista con PressTV, junto con la reportera de Kawsachun News, Camila Escalante, quien estaba hablando desde Cochabamba, Bolivia.

Camila Escalante proporcionó el contexto: el desesperado intento de 11 horas de Biden por salvar su derrumbada Cumbre, la postura mexicana para boicotear desde el nivel presidencial y la importancia de la reciente conversación telefónica entre Nicolás Maduro y Alberto Fernández. Escalante fue más allá en este contexto, tratando acerca de la posición que Argentina tomará en la Cumbre contra la exclusión, y la sugerencia que hiciera Maduro a Argentina en su actual rol como presidente pro tempore de la CELAC, en el sentido de que debería convocar a una reunión de la CELAC lo antes posible a fin de tratar los problemas que enfrentan los países del Sur.

Por mi parte, destaqué la posición de principios de Argentina y otros países que asisten pero que tienen la intención de pronunciarse incondicionalmente en contra de la exclusión. Además, profundicé acerca de la conferencia de prensa de Boric y Trudeau en Ottawa, y en las cobardes respuestas de los dos líderes a una pregunta acerca de la exclusión. Amplié igualmente el hecho de que tener, ya en Los Ángeles, ciertos elementos de “cambio de régimen” de Cuba, es también sintomático de qué esperar. Véase aquí el video en inglés de TV de 10 minutos.

 

Colonialismo en casa, imperialismo en el extranjero

¿Existe un vínculo entre la política exterior e interior de Canadá? Canadá dio sus primeros pasos en el terreno del imperialismo a través del genocidio colonial, aún en curso, contra las Naciones Indígenas. Ello explica por qué la descripción de Canadá como la de un “colonialismo doméstico e imperialismo en el extranjero” es tan popular y pertinente. La Real Policía Montada del Canadá (RCMP), por ejemplo, ha tenido presencia continua en el Wet’suwet’en (territorio de Yintah), en Colombia Británica, desde finales de 2018, después de que el gasoducto de gas licuado Coastal Gaslink obtuviera una orden judicial contra los defensores del territorio que bloqueaban el paso del gasoducto que la compañía está construyendo a lo largo de aproximadamente 190 kilómetros del territorio Wet’suwet’en. Mientras que las discusiones entre Estados Unidos, Canadá y América Latina se llevaban a cabo en 2021-22 como se describió anteriormente, el gobierno de Trudeau, por medio de la RCMP y el personal de seguridad del oleoducto, estaba vigilando y acosando permanentemente a la Primera Nación Wet’suwet’en, en Columbia Británica. Así, la actitud imperialista canadiense hacia América Latina y el Caribe está impregnada de su herencia de siglos de colonialismo.

Por ello, cualquier diferencia aparente entre Canadá y Estados Unidos con respecto a Cuba y América Latina, debe tomarse con precaución. Canadá es imperialista de principio a fin. Nadie en Canadá o en el resto del hemisferio debería hacerse ilusiones acerca de este hecho. La desgastada imagen de Trudeau como liberal ejemplar está diseñada intencionalmente para camuflar esta realidad, como se expone entre otros puntos en la entrevista de PressTV, del 7 de junio.

Dada la política de Trudeau, sin mencionar la de Estados Unidos, la historia puede probar muy bien que un boicot total por parte del Sur habría sido la única respuesta apropiada. Ya lo veremos. Resulta simplemente increíble que un país latinoamericano o caribeño que se respete a sí mismo, se presente al lado de Trudeau en esta reunión hemisférica. El 8 de junio, el medio Black Agenda Report (EEUU) señaló: “Un boicot es lo mínimo que se debería hacer. Sin embargo, entendemos que será difícil porque conocemos el carácter vengativo del gringo hegemónico y hasta dónde podría llegar para afirmar su perversa dominación”.

Los estados del Sur Global de América Latina y el Caribe, por una parte, y América del Norte, por otra, están claramente en desacuerdo como nunca antes. Al igual que con el otro régimen supremacista blanco, colonial e imperialista de América del Norte, Canadá no merece un lugar en ninguna asociación del hemisferio. Así, la alternativa es la CELAC, que incluye a todos los países al sur del Río Bravo y excluye a Canadá y Estados Unidos.

 

Versión en español para Trabajadores del original en inglés, publicado por The Canada Files, el 9 de junio. https://www.thecanadafiles.com/articles/canada-complicit-in-us-blocking-cuba-from-attending-summit-of-the-americas

Acerca del autor

Arnold August, periodista y conferencista canadiense, es el autor de los libros Democracy in Cuba and the 1997–98 Elections (1999), Cuba y sus vecinos: Democracia en movimiento (2014) y Relaciones Cuba-EE.UU: ¿Qué ha cambiado? (2018). Es un colaborador de Trabajadores. Twitter: @Arnold_August FaceBook: Arnold August

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