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RETRATOS: Eugellés, el periodismo en la sangre

Orestes Eugellés Mena camina despacio y habla bajo. A veces deja escapar una sonrisa y sus ojos se tornan achinados. No resulta extraño encontrarlo en los pasillos de la CTC, los desanda muchas veces. No hay evento sindical en el cual no esté presente. En ocasiones, ni espera el elevador para ir a las oficinas de los diferentes sindicatos: sabe con exactitud dónde encontrar la información oportuna que cada mañana aparece en Radio Reloj o en otro medio de comunicación del país.

Foto: Agustín Borrego Torres

Según cuenta, nació en el municipio Florida, en la provincia de Camagüey. Ahí tuvo una infancia feliz y creció con la idea de que estudiaría Medicina. Al menos, ese era el sueño de sus padres, pero luego de concluir el preuniversitario, la vida llevó al joven por otros derroteros.

A inicios de la década del 70 del pasado siglo vino a vivir para La Habana. Entonces, empezó a laborar en la fábrica Juan Pedro Carbó Serviá, perteneciente a la Industria de Materiales de la Construcción, ubicada en el municipio de Arroyo Naranjo.

“Ahí me inicié como ayudante de procesamiento de metales; se hacían herrajes para lecherías, secundarias básicas y otras edificaciones del país. Posteriormente, al comprobar que tenía un buen nivel escolar, los compañeros de la sección sindical y la administración hablaron conmigo para que diera clases en el aula creada para aquellos compañeros que optaban por el sexto grado. Esas funciones las cumplí durante bastante tiempo.

“Un día, un dirigente del núcleo del Partido me llamó y expresó que había que enviar a alguien a un curso para formar corresponsales voluntarios. Le dije que no, mi plan era graduarme de técnico de nivel medio para después ingresar en la CUJAE pues quería ser ingeniero mecánico.

“Al final, me convencieron y eso fue decisivo en mi vida. El profesor fue Ricardo Cardet, toda una institución. Con él conocí lo que era un lead periodístico, y algunas otras herramientas para elaborar una información. Me fui embullando e hice el propósito de todos los días elaborar una información sobre los trabajadores y los resultados de la fábrica, a fin de dejarla en una oficina que había en el municipio Diez de Octubre, en la cual todos los corresponsales voluntarios llevaban sus noticias. ¡Hice tantas que salí como el más destacado! En mi centro creé un boletín, el periódico mural y la radio base. Asimismo, formé a otros corresponsales.

“Después, la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) organizó otro curso impartido por Víctor Joaquín Ortega, que también me ayudó mucho. A través de José Antonio Roque, quien era por esa época secretario del Sindicato de la Construcción en La Habana, empecé a colaborar como corresponsal voluntario en la capital. Entonces, la CTC provincial radicaba en el edificio de la sede nacional de la organización obrera”.

Las puertas de la CTC

Los meses previos al XIII Congreso de la CTC fueron intensos y Eugellés tuvo una activa participación como corresponsal. “En las noches iba para la oficina a escribir.  Recuerdo que a veces Lázaro Peña se aparecía, me preguntaba cómo estaba y conversaba de algunos temas del acontecer y después seguía a otras oficinas y hablaba con otros compañeros.

“Tuve la oportunidad de que me acreditaran para el del XIII Congreso de la CTC y vi desempeñarse a Lázaro como el líder excepcional que siempre fue. En la clausura del evento también pude escuchar la intervención del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, eso resultó inolvidable”, añade y resalta que su labor fue reconocida con una carta que todavía conserva.

Entre los documentos que tiene en sus manos, está, además, una carta donde se destaca su labor divulgativa en torno a las actividades realizadas por los trabajadores en saludo al Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, en 1975.

“Todavía yo seguía vinculado con mi fábrica y Roque me pidió para trabajar fijo en el Sindicato de la Construcción. Mis jefes no querían, pero finalmente aceptaron”, dice. Para ese entonces, ya Eugellés tenía claro que deseaba estudiar Licenciatura en Periodismo. “Durante cuatro años me presenté a las convocatorias, pero no fui seleccionado. Alguien me sugirió que me olvidara del Periodismo y eligiera otra carrera”, añade.

 

Junto a otros colegas. Foto: Agustín Borrego Torres

Pero no se dio por vencido. “Me hice el propósito de escribir informaciones y publicar en todos los medios de comunicación de la capital y en los nacionales. Me acuerdo que cubría la información, iba para la oficina de la CTC y sacaba tres o cuatro copias y las distribuía indistintamente por varios lugares: Radio Reloj, la Coco, la Agencia de Información Nacional, en Trabajadores, Radio Metropolitana y, Radio Ciudad. En esa última emisora, Evelio Torres tenía el programa Actividad Laboral y yo siempre tenía un espacio ahí. No sé de dónde sacaba tiempo”, acota.

“Como no me aceptaban en la Universidad, le escribí una carta al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Pasaron los días, hasta que recibí un telegrama del despacho de Fidel, en el que me indicaban presentarme en la oficina del ministro de Educación Superior. Allí me dijeron que iba a matricular ese año en la carrera. Efectivamente, cuando pusieron la lista de todas las personas aceptadas para estudiar la licenciatura, mi nombre era el último. Ese día me senté en la escalera y lloré de la emoción”, apunta.

En 1984 Eugellés cumplió el sueño de graduarse como Licenciado en Periodismo y ese propio año comenzó a trabajar en la CTC. “Roberto Veiga, quien era en ese entonces el secretario general de la organización obrera me dijo que era para atender a la prensa. Yo insistí en que lo haría con la condición de continuar publicando en todos los medios”.

En 1984 ideó y fundó el premio periodístico Primero de Mayo. “Lo propuse y Roberto Veiga, Alfredo Morales Cartaya y el presidente de la UPEC en ese momento, Ernesto Vera, apoyaron la iniciativa”.

Tiene el privilegio de haber dado cobertura a todos los congresos de la CTC y sus sindicatos efectuados luego de 1973. Igualmente, ha reportado los actos por la celebración del Día Internacional de los Trabajadores y los eventos celebrados con la participación de organizaciones obreras de otros países.

Adaptarse a las nuevas tecnologías ha sido un reto, pero Eugellés asumió sus bondades hace tiempo y es hoy un activo defensor del movimiento sindical en Facebook y Twitter, además de haber creado su blog.

 

Su labor en la organización del premio periodístico Primero de Mayo fue reconocida durante la premiación efectuada en abril de 2019. Foto: Agustín Borrego Torres

Su trayectoria ha sido reconocida. Posee la Orden Lázaro Peña de Segundo y Tercer grados, la medalla Jesús Menéndez y la distinción Félix Elmuza. Igualmente ostenta todas las distinciones que otorgan los sindicatos nacionales y ha recibido certificados por los aniversarios cerrados de la Federación Sindical Mundial.

Casi cuatro décadas han pasado desde entonces y aún se mantiene en la CTC. Su crédito aparece con regularidad en medios nacionales y provinciales. “Llevo al movimiento sindical y al periodismo en la sangre, por eso no me jubilo ni he aceptado otras propuestas de trabajo. Esta oficina es mi casa”.

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