La CTC nacimiento en un día martiano (+ Video)

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El 28 de enero de 1939, en el Congreso Nacional celebrado a partir del día 23, el electo secretario general de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC), pronunció un discurso que evocaba la figura de Martí cuando ya se daba por constituida la nueva organización obrera. No era casual, se había convocado aquel cónclave que debía terminar el día del aniversario del natalicio de nuestro gran Apóstol, marcando en fecha tan simbólica la culminación de un proceso iniciado desde tiempo atrás y que revestía una gran importancia para el movimiento obrero cubano.

 

Lázaro Peña en la presidencia de la noche inaugural del Congreso, junto a Vicente Lombardo Toledano, secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL).Foto: Archivo del Periódico Trabajadores

 

La CNOC (Confederación Nacional Obrera de Cuba), que se había creado en 1925 y tuvo líderes de la altura de Alfredo López,  había cumplido una gran tarea de representación de la clase obrera con posiciones combativas muy destacadas, que alcanzaron relevancia de modo muy especial durante el proceso revolucionario de los años treinta; pero el cierre de aquel ciclo y las nuevas circunstancias que le siguieron hacían evidente la necesidad de un nuevo proceso organizativo que, como factor importante, buscara la unidad de las distintas tendencias y formas de organización que habían aparecido en el seno de los trabajadores. Por tanto, esa era tarea esencial para dotar al proletariado de una nueva estructura que representara sus intereses en correspondencia con los tiempos que corrían. Los líderes que habían surgido en esos años tenían ese reto por delante.

 

Foto: Archivo del Periódico Trabajadores

 

En el proceso que llevaría al Congreso de 1939 hubo un hito muy importante: el Congreso constitutivo de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL), celebrado en México en septiembre de 1938. En aquel cónclave estuvo presente una delegación cubana integrada por figuras de diferentes tendencias que se movían en distintos sectores obreros, dentro de los cuales estaba Lázaro Peña, quien representaba a la Federación Nacional Tabacalera y que ya había ganado gran prestigio dentro de esa clase en general. La reunión de México tuvo el feliz acuerdo de crear la CETAL -con el mejicano Vicente Lombardo Toledano al frente-, que adoptó una posición unitaria y solidaria en Latinoamérica y que aprobó un conjunto de resoluciones enfocadas en buscar un mayor nivel de justicia para los trabajadores, las mujeres, es decir, los grupos que sufrían una mayor explotación y discriminación, así como de solidaridad con líderes como Pedro Albizu Campos -el independentista puertorriqueño preso-, o con causas como la independencia de la isla hermana o con la República española cuando enfrentaba un feroz guerra. Al calor de aquella reunión, la delegación cubana tomó, a su vez, acuerdos trascendentales.

Los delegados de la gran Antilla acordaron el llamado Pacto de México ante los representantes de la Confederación de Trabajadores de aquel país, por el cual se comprometían a trabajar en plazo breve por una central sindical unitaria en la Isla, para lo cual debían convocar un congreso, que llamaron Congreso Nacional Obrero de Unificación y, como parte del contenido de aquel Pacto, se incluía el propósito de trabajar por la independencia de los pueblos de América Latina y contra el fascismo a nivel mundial. Con este antecedente, el 8 de enero siguiente se libró la convocatoria a todas las organizaciones sindicales y, en general, a todos los trabajadores, para un congreso nacional entre el 23 y el 28 de ese mes.

Los acontecimientos señalados tenían lugar en un contexto muy especial, pues se había producido el avance del fascismo en Europa, en un proceso que amenazaba al mundo en general, y ya se perfilaba el próximo estallido de una nueva guerra mundial, como efectivamente sucedió en eseaño 1939. Esas circunstancias favorecieron una mirada más unitaria frente al fascismo como peligro mayor del momento. En el plano interno, se vivía el proceso preparatorio de las elecciones para delegados a la Asambleas Constituyente a celebrar en 1940, en la cual Lázaro Peña sería electo delegado por el Partido Socialista Popular (el partido marxista cubano de entonces).

La delegación que había asistido al Congreso de México convocó una reunión, que se celebró en la Sociedad de Torcedores en La Habana, para informar lo discutido y los acuerdos tomados. Este informe lo leyó Lázaro Peña. A partir de esa comunicación se cumplió con lo acordado en el país azteca y se convocó al Congreso de La Habana. Este comenzó el día 23 con una amplia participación: asistieron 1500 delegados en representación de 789 organizaciones obreras de distintas filiaciones políticas y sociales.

Foto: tomada de contraloria.gob.cu

En ese evento se tomaron acuerdos importantes, como los referido a objetivos inmediatos de lucha que incluían el monto del salario mínimo, soluciones para el desempleo, el reconocimiento a las organizaciones sindicales, la implementación del retiro obrero en todas las actividades, la lucha contra la discriminación del negro y la mujer y otros de gran importancia para la vida del país. Lo más trascendental fue la constitución de la Confederación de Trabajadores de Cuba, lo que llevó a la celebración de elecciones para elegir a la dirección con su secretario general.

El nuevo dirigente nacional obrero, Lázaro Peña González (1911-1974), era un líder tabaquero que se había iniciado muy joven en las luchas obreras. Participó en los combates contra la tiranía de Gerardo Machado, desde su dirigencia en el sindicato tabacalero se integró a la CNOC como miembro de su Comité Ejecutivo;como parte de su desarrollo en ese campo, en 1929 ingresó al Partido Comunista y en 1934 integró su Comité Central. En el Congreso de 1939 era ya líder reconocido dentro del movimiento obrero, de ahí su elección para el cargo central, acompañado de otros dirigentes de diferentes tendencias, pero donde estaban también otros líderes como Jesús Menéndez.
https://www.trabajadores.cu/20220125/83-eneros-de-historia/

 

En el discurso que pronunció Lázaro Peña al momento de asumir su dirección, lo que dejaba constituida la CTC de manera oficial, invocó a Martí como guía para el pueblo cubano y señaló los propósitos de la Confederación:

Nosotros, los trabajadores, queremos unirnos hoy para defender nuestro pan, nuestro salario y nuestra jornada. Queremos hacer de nuestra unidad (…) palanca que defienda nuestras reivindicaciones, ariete formidable para vencer las resistencias de las compañías poderosas que todavía ignoran leyes y desprecian gobernantes. Queremos hacer de ella, defensa de los intereses de toda la clase obrera, pero queremos también que sea defensa de los intereses de toda la Nación. (…).

El líder insistió en el principio unitario como elemento esencial, de ahí que dijera que, al iniciarse las labores de la reunión, no había apartado la vista de la unificación, pues la veía como necesidad de la vida obrera. En ese sentido, planteó:

Para mí, la mayor significación de nuestro Congreso, radica en esa unidad consciente, que no oculta las diferencias sostenidas, sino que se basa en ellas, para abolirlas en la acción cotidiana y por la acción de la unidad.  porque el simple hecho de aunar las diferencias de opinión hacia un fin grandioso, y limar nuestras diferencias, garantiza que esta será una unidad verdadera. Será una unidad de fundamentos hondos; será una unidad nacida y afirmada en las decisiones de los sindicatos y en las decisiones de toda la masa obrera.

La significación de aquel momento alcanzó un mayor simbolismo cuando el Congreso se clausuró, de manera oficial, el 28 de enero ante la estatua del Apóstol en el Parque Central de La Habana, con los delegados e invitados al Congreso. En esos seis días, entre el 23 y el 28 de enero, cristalizaron aspiraciones y proyectos de lucha y de cohesión de los trabajadores en una sola organización sindical, y su fundación devino el mejor homenaje de los presentes a José Martí. Por tanto, la fecha del 28 de enero es de notable significación en Cuba pues nació ese día de 1853 el Héroe Nacional, el gran Maestro y Apóstol José Martí y, en jornada de homenaje, pero en 1939 quedó constituida la Confederación de Trabajadores de Cuba.

 

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