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LA GUAGUA: 62 %, 92,28 % y la soberanía

Cuando la Organización Mundial de la Salud ha establecido 50 por ciento de eficacia para que un candidato vacunal se convierta en vacuna, se confirma que con dos dosis la Soberana 02 alcanzó un buen porcentaje de eficacia (62 por ciento) y que pronto se sabrá el dato con la tercera dosis de Soberana Plus, que debe ser superior.

Aunque la noticia es de repercusión para toda la humanidad, y hay cubanos, malos cubanos que en las redes sociales destilan resentimientos sobre los logros de la ciencia cubana, este país bloqueado consigue que otro de sus candidatos vacunales, Abdala, alcance 92,28 por ciento de eficacia.

 

 

«Manual de cómo romper un bloqueo», o algo por el estilo, podría ser el título si algún día alguien decidiera escribir un libro, un reportaje, documental o cualquier otra obra literaria sobre el tema, e incluir este combate por crear vacunas, y no solo las anti COVID-19.

Hay un comentario digital que puede resumir lo que siente el pueblo cubano:

Lucía dice:

No es un sueño, es una realidad increíble, es un milagro, pero ahí están nuestras vacunas, ahí está nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel con su visión de siempre, el que orientó la construcción de decenas de centros de investigación científica en los duros años noventa, ahí están nuestros científicos, ahí está nuestro pueblo esforzado que no se rinde ni se vende.

¡Muchas Felicidades para el Finlay, para el CIGB, para todos, el triunfo es de un pequeño país asediado, bloqueado y perseguido por una potencia imperial que no se conforma con que hayamos decidido seguir nuestro camino sin contar con ellos.

Una vez más triunfa el amor, el esfuerzo y el sacrificio del pueblo cubano solidario, valiente y decidido. Nuestras vacunas a disposición de su pueblo en medio de un recrudecido bloqueo imperial, sin costar un medio ni a revolucionarios, ni a contrarrevolucionarios, ni a hipercríticos, ni a mercenarios, ni a vende patrias.

A nadie se le ha preguntado de qué lado está, todo el que ha puesto su brazo ha sido vacunado. Hay de los que viendo novelas turcas del paquete, que incluye todo, siguen el ritmo de los que ya no saben qué criticarnos e incitan a que no se vacunen, hay de los ignorantes, pobre de ellos.

También este agradecimiento recoge el sentir del pueblo:

Francisco Rivero dice:

Gracias a las mujeres y hombres del sector de la ciencia de la República de Cuba, que con ciencia, lealtad y paciencia ofrecen a la humanidad estos resultados a saludar vivamente.

El mundo podrá contar con Cuba y su contribución en la idea de que una forma de gestión de la ciencia es viable, a pesar del criminal bloqueo económico del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.

Viva Cuba Libre y Soberana.

En resumen: Cuba posee vacunas propias, no necesita malabares para conseguir el dinero con qué importarla, tampoco requiere sortear posibles bloqueos al comprarla y transportarla.

Con Soberna 02 y Abdala no hay que padecer rechazos como los que recibe Cuba cuando pretende comprar una mercancía que tiene 10 por ciento o más de componentes de EEUU.

Tampoco se sufren las privaciones que causa no encontrar un barco que traiga productos a Cuba porque luego será penalizado a no poder atracar en EE UU durante varios meses.

Ni se sufren la tensión de que luego de los esfuerzos por captar divisas, no se pueda utilizar en las transacciones internacionales si se trata del dólar estadounidense.

Estamos ante un ejemplo inspirador de cómo con la riqueza cubana de su capital humano se puede, y se podrá mucho más en todo.

 

Desde aquí, para acceder a guaguas pasadas

 

En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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