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LA GUAGUA: No hay mal que dure cien años…

En el comentario ¿Habrá salario que aguante? el colega Gabino Manguela afirma que la altura que con total impunidad han asumido los precios va más allá del refrescante y esperado aumento salarial llegado con la Tarea Ordenamiento.

 

 

Los comentarios digitales CD no se han hecho esperar.

Eduardo dice

El articulista debiera explicar que en cualquier país en que la producción no crece no se pueden otorgar aumentos de salarios porque lo único que provocan es alza de precios.

Pero agrega otro CD:

Eduardo dice

El nivel de las pensiones y salarios depende de la disponibilidad de bienes con que cuenta el país. Si la producción es muy baja el nivel de vida también lo será.

Aumentar las pensiones y salarios sin que haya aumentado previamente la producción sólo produce alza de precios. Esta realidad elemental debiera ser explicada por los programas de gobierno de manera que la población empiece a entender que la única solución a su pobreza es aumentar la oferta de estos bienes y servicios.

 

Otros CD con más elementos:

Jesus dice

Yo soy de Matanzas y trabajo de lunes a viernes, debido a ello y a que lo que el Estado vende de lunes a viernes es para las personas que no trabajan (salgan a comprar después de las 5 pm y verán que mueren de hambre), salgo los fines de semana y a cada paso hay una violación de precios evidente, y siempre me pregunto lo mismo que el periodista: ¿Cómo puede ser que nadie lo vea cuando es a la luz de todos? Simple: indolencia mas corrupción!

 

Eddy dice

Esto de los precios es un pandemia que se regó por todo el país y que el Estado no debe permitir que con producciones del Estado estos cuentapropistas (revendedores) vivan de salario del trabajador y si el refresco lo encuentras a 85.00 pesos, aquí en Cienfuegos cuesta 100.00.

 

ana maria dice

Es cierto, si quieres pan y no alcanzaste a comprarlo en la panadería, el carretillero te lo oferta en 35.00 mn la jaba que trae 10 panes. He buscado latiguillo de 1/2 por toda La Habana y encontré un particular que los vende a 150.00 mn, producto que el comercio lo vende a 25.00 mn o menos. Un paquetico de galletas dulces en 30.00 mn (paquetico, no la bolsa). La carencia de los productos en el mercado estatal ha dado pie a los precios abusivos sin contar que seguimos con los problemas de los coleros que aunque llegue la policía ellos se esconden y cuando se van los oficiales reaparecen como racimos de plátanos.

 

CARLA dice

REVISEN QUÉ HACEN LOS INSPECTORES EN CENTRO HABANA, HAY COMPROMETIMIENTO CON LAS CAFETERIAS PARTICULARES: UN ECLEAR 25 PESO. UNA SEÑORITA 25 PESOS, VAYAN A SAN LAZARO Y HOSPITAL EN CENTRO HABANA ¿HASTA CUÁNDO VA A SEGUIR ESTO? LA DIS ESTA COMPROMETIDA, POR FAVOR, REVISEN LAS CAFETERIAS

 

Rolando dice

Muy cierto y da pena que las ventas se realizan públicamente Y esperan de que alquien del pueblo los denuncie, para no ser los malos los que ganan un salario para hacer cumplir la ley

 

En resumen: No se trata de estar en desacuerdo con la lógica aplicada de que para eliminar subsidios y gratuidades excesivas o indebidas, se subsidie a las personas.

Lo inaceptable es que un miembro de la ciudadanía pretenda mantener la pirámide invertida con una subida de precios a productos que vende amparado por mecanismos legales, o desde la clandestinidad beneficiado por la escasez.

Es visible y hay ejemplos de que las entidades rectifican, pero también es imprescindible que los individuos que elevan el cobro de mercancías que no produjeron, no están autorizados a vender, o lo hacen a través de vericuetos, también enmienden su proceder por voluntad propia u obligados por las leyes, la presión social y las autoridades.

Estamos enfrentando un mal de muchos brazos y cada vez que no se le corta bien uno, le salen dos, pero como que no hay cuerpo que lo resista 100 años, este mal no puede durar más.

 

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En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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